Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. En realidad, la vida es una calle de sentido único.
Agatha Christie
I
—Los almasty –dije ante el nutrido auditorio que escuchaba atentamente mi conferencia de antropología en la Universidad de México— son un mito originario de Mongolia y el Cáucaso sobre unas criaturas salvajes. La palabra misma significa “hombre salvaje”, se dice que son seres trogloditas, de largos cabellos rojos en todo el cuerpo, frentes abultadas y comportamiento totalmente primitivo.
—Doctora Lovecraft –dijo uno de los decanos de la Universidad desde la mesa principal. –Dice usted en su libro “Criptozoología Antropológica” que muchos científicos consideran a los almasty como una cepa sobreviviente de los neandert
III Dentro del Lamasterio utilicé la documentación recopilada por Hansen y Cartagena, así como antiguos textos mongoles y tibetanos que logré traducir con ayuda de Khoi y de mis básicos conocimientos de estas lenguas. Me tomó al menos cinco días de arduas indagaciones descifrar la ubicación de al menos una villa almasty, aún con la ayuda de mis colegas. Finalmente, una noche mientras dormía en una de las espaciosas habitaciones del Lamasterio, cobijada por gruesas pieles de yak, iluminada por una lámpara de aceite, mi mente inquieta dio en el clavo. Localicé el lugar donde residía al menos una comunidad de almasty... A la mañana siguiente partimos rumbo al lugar. Un lejano sitio escondido a muchos kilómetros de distancia entre el Lamasterio y las inhóspitas extensiones esteparias del Gobi, en la frontera con Rusia. Cerca de las regiones autónomas de Burutia y Yacutia, donde la mayoría de la población es de origen mongol y budista. Nos tomó v
Dentro de cada hombre hay una bestia que debe ser ejercitada, no exorcizada..Antón LaVey ILondres, Inglaterra. Una noche muy lluviosa, recibí la visita de Lorelaine Talbot. Se trataba de una mujer joven, de unos 21 años, rubia, de ojos verdes, piel clara y un hermoso y escultural cuerpo. No obstante, sus ojos expresaban una Damontia terrible, una mirada atormentada, con la frente perennemente fruncida.—¿Doctora Katherine Lovecraft? –me preguntó luego de tocar la puerta de una propiedad que tengo en Inglaterra.—Sí –asentí.—Mi nombre es Lorelaine Talbot. Necesito su ayuda. Disculpe que la moleste tan tarde...Su tono desesperado me conmovió, así que la dejé entrar.Vestía ropa cara (blusa de seda azul y una falda negra)
III Lorelaine recurrió a mí nuevamente, un mes después, y me narró los acontecimientos que acabo de transcribir. Su hermoso rostro seguía compungido por la culpa y el remordimiento, exacerbados por los constantes reportes policiales de nuevas personas muertas, aparentemente por ataques de animales. Lorelaine me pidió que le consiguiera nitrato de plata, lo cual hice. Supuse que buscaba una forma de suicidarse, y pensaba envenenarse con el líquido. Pero antes, quería saber la verdad sobre sus orígenes, así que guardé la botella con el líquido plateado en mi bolsillo. Varias horas antes de que surgiera la luna llena, viajé con Lorelaine a la villa gitana de donde provenía su madre. Era una colección de viejos vagones de feria que se encontraban colocados en semicírculo, y donde habitaban al menos diez familias gitanas. En cuanto Lorelaine y yo llegamos, dos caballos que estaban atados a las afueras se pusieron nerviosos e inquietos, un viejo p
Y cuando el Cordero hubo abierto el séptimo sello, siguió un silencio de media hora.Y luego vi siete ángeles que estaban de pie en frente de Dios y se les dio siete trompetas.Tomó un ángel un incensario lleno de fuegos del altar, y arrojando este fuego a la tierra, se sintieron truenos, y voces, y relámpagos, y un gran terremoto.Tocó el ángel la trompeta, y produjo una tempestad de granizo y fuego mezclados con sangre, y descargó sobre la tierra, con lo que la tercera parte de la tierra se abrazó, y con ella se quemó la tercera parte de los árboles y la hierba verde.Tocó el segundo ángel la trompeta, y se vio caer al mar un monte todo de fuego, y la tercera parte del mar se volvió sangre.Y murió la tercera parte de las criaturas que vivían en el mar, y se hundier
IIIPasé muchas horas investigando para la policía mexicana sobre los escalofriantes hechos acontecidos en dicha iglesia. Poco a poco fui capaz de dilucidar algunas circunstancias y de lanzar nueva luz sobre los sombríos sucesos, así que le informé a jefe de la policía, Antonio Fernández y al jefe de forenses, Óscar Contreras.—Algunos de los símbolos eran también de iconografía islámica, y me remiten a grupos esotéricos islámicos muy cerrados.—No sabía que había esoterismo islámico –comento Antonio.—Lo hay, el más conocido es el misticismo sufí, pero existen grupos bastante misteriosos y secretistas. Por ejemplo, los druzos, una minoría presente en Líbano, Siria e Israel que realizó varias masacres de cristianos maronitas en Líbano.
VDistrito Federal, MéxicoAzandra era una temible vampira, quien hasta hace poco, era la maestra de uno de los más importantes clanes vampíricos mexicanos. Pero fue derrotada y debió conformarse con ser una vampira solitaria.Azandra sin duda era muy atractiva. De largos cabellos rubios teñidos, sostenidos en una ajustada cola. Cuerpo escultural, generalmente evidenciado por la ropa apretada y provocativa que utilizada. Esa noche, usaba un traje rojo de látex que se pegaba a sus curvas sensualmente. Vivía en un lugar espacioso, de cemento, con pisos de mármol lustrosos, y un mobiliario postmodernista de color negro.Se disponía a salir esa noche a realizar sus acostumbradas cacerías de víctimas para consumir sangre fresca, ya fuera en los bares o en centros nocturnos. No le era difícil obtener buenas presas.Azandra se sorpr
VIIEl teléfono de mi habitación retumbaba en la mesa de noche. —¿Aló? –la voz atolondrada de Ruth Levi sonó por el otro extremo.—¡Ayúdeme! ¡Están aquí! Están entrando... ¡Que destino tan horrible! ¡No quiero morir así...! ¡Ya vienen! ¡NO! ¡Aggghhhh! –la línea se colgó.—¿Aló? ¿Ruth? –Marqué inmediatamente el número de la habitación de Samael, habitación vecina en el hotel donde me encontraba hospedada en ese momento exacto, pero el teléfono repicó sin resultado alguno.Por la ventana...Me asomé por la ventana del tercer piso donde estaba, y contemplé a tres figuras siniestras, cubiertas con gabardinas negras y anteojos oscuros, de rostros glaciales, uno calvo, otro con cabell
CAPÍTULO VLA PESADILLA INTERMINABLE¿Quién conoce el fin? Lo que ha emergido puede hundirse y lo que se ha hundido puede emerger. Lo satánico aguarda soñando en el fondo del mar, y sobre las ondulantes ciudades humanadas navega el apocalipsis.H.P. LovecraftTodo el mundo sabe la historia de Víctor Frankenstein, como éste se la relató al capitán Walton allá en el Polo Norte poco antes de su agónica muerte, y como Walton relató ésta misma historia a la escritora Mary W. Shelley, cuya vida fue tan trágica y dolorosa como la del propio Víctor.Sin embargo, la historia no termina allí, porque lo que el libro de Shelley no dice, es que Víctor Frankenstein tuvo un breve encuentro sexual con una joven francesa, que trabajaba como posadera en Suecia, durante su traves&iacut