Blake no pudo contener la emoción al ver a su hermanito, era quién más la consentía, siempre la complacía en todos sus caprichos, la defendía, era cariñoso y protector.

—¡La niña de mis ojos! Te extrañé muchísimo —respondió emocionado sin dejar de abrazarla.

—Yo también grandullón. Vamos a mi oficina —. Lo tomó del brazo y lo haló hacia su despacho.

Su hermano ojeó el lugar con curiosidad y luego le preguntó.

—Me puede decir la señorita ¿Cómo es que está en este lugar? ¿Cómo se hizo CEO de esta empresa y sobre todo por qué te estás haciendo pasar por Madelaine Lawson y qué vínculo tienes con esa mujer? —preguntó el chico tomando asiento frente a ella.

—¡Ay hermanito! Esa es una larga historia que voy a contarte, para ello, vamos a sentarnos en el sofá para hablar con mayor comodidad… solo llegué aquí por pura casualidad, me confundieron con la tal Madelaine, una mujer al cual el marido odia porque le fue infiel y armó un escándalo dejándolo en ridículo y queriéndolo despojar del 40%