Capítulo Extra: Primer Aniversario Ella y Enrico *Stella Falconi* Al entrar en el salón después de una jornada laboral agotadora, lo encuentro silencioso y oscuro. Me asusto, por lo que giro para buscar ayuda, pero la iluminación de la habitación me detiene. Me giro y lo que encuentro me asombra de tal manera que me deja sin habla. Estoy rodeada de pequeñas luces como las de navidad y del techo cuelgan enormes globos con una rosa y una tarjeta en la punta. Las cuales voy leyendo debido a que van guiándome. Las rosas las voy tomando en mis manos y cuando llego a la última tarjeta, esta se encuentra sin rosa y con una inscripción que me hace maldecir una y otra vez. "Doce rosas, una por cada mes a tu lado. Feliz Aniversario, princesita." «¡Joder, se me ha olvidado mi aniversario!» Soy buena con las fechas, por lo que sacando cuentas hoy no se cumple un año desde que nos casamos. Si no, un año desde que estuvimos por primera vez. Ese día en que me lancé con él en paracaídas, litera
Capítulo Extra: Solo tú Sus deditos se pegan a mi piel en tanto su pequeña boca succiona con avidez y yo no puedo hacer otra cosa sino contemplarla embobada. Es tan hermosa, tan... perfecta. —Lo es —escucho la voz de mi esposo y entonces, me doy cuenta de que he pensado en voz alta—. Es hermosa y perfecta... como tú. Enrico se acerca a besar su cabecita y luego mis labios, para más tarde continuar observándola juntos. Así llevamos horas y creo que lo estaremos por otras más. Nuestros ojos simplemente no pueden apartarse de ella, del ser maravilloso que hemos creado juntos. —Me cuesta creer que un ser tan puro y precioso haya venido de mí —declaro conmovida con unas silenciosas lágrimas asomando mis mejillas de manera repentina—. Es... es... —Increíble —culmina la frase por mí, aunque presiento que esa palabra se queda corta para describir el montón de sensaciones que me corroen—. A mí también me lo parece. Hemos hecho magia juntos, princesita. —¡Quién lo diría! ¿Eh, playboy
(Contexto: Día del baby shower, minutos antes de que Cassandra se pusiera de parto)*Christina Frost*—Dime que el estúpido ese te hace lo mismo que yo. Me estremezco ante sus palabras. Es embriagador saber que lo he empujado a sus acciones, que su deseo por mí ha ganado a su sentido común. Mi cuerpo está disponible para él, el recuerdo de nuestro último encuentro sexual aún está en mi mente. Puede que me domine físicamente, pero ambos sabemos que soy yo quien ha mantenido el control hasta este momento.—Oh, querido —respondo con chulerías—, hace cosas mucho mejores. —Mientes —el enfrentamiento entre amantes inicia. No puedo decir que no haya pensado en el sexo que tuvimos a menudo, porque mentiría. En momentos tranquilos, el recuerdo de mi cuerpo desnudo moviéndose contra el de Adriano me ha venido a la mente. Incluso he soñado con ello. Sin embargo, no estoy dispuesta a contarlo. —¿Qué pasa, Di Lauro? —me mofo sintiendo su dureza. Lo conozco... demasiado bien. Nuestros enfrentam
PrólogoMe las pagarás*Dean Frost*Conduzco por las calles de San Francisco a toda velocidad. Necesito llegar hasta ella antes de que sea demasiado tarde. No entiendo qué fue lo que sucedió. ¿En qué momento surgieron las dudas? Le he dado todo lo que tengo, he puesto el mundo a sus pies. Las mujeres se arrastran a mis pies y yo la he elegido a ella por encima de todas. Nos amamos, estamos hechos el uno para el otro. Nacimos para estar juntos.Llego al edificio y corro con prisa hacia el ascensor. Luego marco el código que me lleva hasta el ático.Las puertas se abren y de forma automática, salgo despavorido hacia el salón.— ¡Cassandra! ¡Cass! —continúo llamándola al no obtener respuesta—. ¡Mi amor! Vamos, Cass, no es momento para jugar a las escondidas —recorro todo el departamento antes de ingresar a la habitación—. ¡Cass…!Las palabras se me quedan a medio camino deal ver el hermoso vestido blanco doblado a la perfección sobre la cama. Encima
Capítulo unoTe encontré*Cassandra Reid*Mi piel se encuentra helada, tengo el cuerpo entumecido y la superficie cada vez parece más lejana. No puedo nadar, el aire se me agota, moriré sola sepultada bajo el mar... Entonces, aparece él: mi príncipe encantador. Su rostro es tan hermoso y sus brazos tan fuertes que no parece real. Él me arropa con su cuerpo para luego llevarnos a la superficie. Entonces, vuelvo a respirar, ya no soy arrastrada por las olas, pero tiemblo debido a la cercanía de mi salvador. ¿Existe un hombre más guapo? La respuesta es clara: no.Intento agradecerle, pero soy interrumpida por su sonrisa ardiente.— Te encontré —dice antes de besarme.Su embriagador aroma se mezcla con el mío mientras nuestros labios se devoran de una forma desesperada. Nuestras pieles se rozan y el mero contacto estremece cada parte de mi excitado cuerpo.— Sii mia moglie, cara*.No me da tiempo a responder, pues
Capítulo dosLa esposa perfecta*Adriano Di Lauro*La rubia se contonea encima de mis piernas, jugando a excitarme con el roce de nuestras intimidades. Con rapidez, detengo sus movimientos y la obligo a bajar sobre mi masculinidad hasta tomarla por completo. No es la primera vez y sabe a la perfección que no me gustan los juegos preliminares.Me dejo llevar por el baile sensual de sus caderas sin dejar de pensar en el rostro que resulta ser mi delirio y mi tortura al mismo tiempo. No importa con cuántas mujeres me acueste, es ella quien permanece en mi cabeza día y noche.En la recta final tomo el mando y presiono tanto sus caderas que puedo deducir que la marca de mis dedos quedará registrada en su piel. Sus gemidos se vuelven demasiado ruidosos y me obligo a cubrirle la boca con mis manos mientras ahogo un gruñido apretando los dientes con fuerza al llegar al éxtasis.No tardo mucho en recuperar el aliento e inmedia
Capítulo tresSoñando despierta*Cassandra Reid*Por lo que parece una eternidad me quedo mirándolo con fijeza. El cabello azabache, el mentón prominente y... los ojos azules; esos mismos que vi en las profundidades del mar... Es él, el príncipe encantador de mis sueños. Pero... ¿cómo es posible? Estoy segura de que jamás en mi vida he visto a este hombre. Si lo hubiera hecho, de seguro lo recordaría.¡Qué bueno está, por Dios!Y la declaración que ha hecho... La mismas palabras que escuché esta mañana. Es como revivir mi sueño, pero de una manera mucho mejor. ¡Está aquí! No lo puedo creer. ¿Me estaré volviendo loca?— "¿Qué has dicho?" —me encuentro tan anonada que de repente he olvidado el idioma y hablo en inglés.— ¿Cómo está mi hijo, doctora? —ignora mi pregunta, lo que me hace volver a mis cinco sentidos. Así que alejo mis tontos pensamientos y tomo una profunda respiración antes de contestar, esta vez en itali
Capítulo cuatroHe tomado mi decisión*Adriano Di Lauro*Contemplo las facciones de mi hijo mayor inconsciente sentado en una silla mientras acaricio la melena azabache de mi pequeña ragazza*, quien sostiene la manito de su hermano.Pensé que conmigo sería suficiente, que estando los tres juntos no necesitarían nada ni a nadie más..., pero me equivoqué.No obstante, todavía estoy a tiempo de corregirlo.— ¿Por qué no me habla, papi? —suspira mi hija—. Hasta le he prometido dejar que gane la "FIFA" y me hale los moños.— Está dormido, Ella —contesto para calmarla. Lo sucedido la tiene demasiado inquieta. Aunque para mi sorpresa, ha sabido sobrellevarlo. ¿Será debido a su nueva amiga?— ¿Pero despertará?— Sí, cariño —beso su regordeta mejilla—. Ya verás como mañana querrá jugar con tu cabello