SIETE

Limpia sus lágrimas para luego responderle al señor.

— Si y lo peor es que no se qué hacer

Juega con sus dedos, mirándolos.

— Pues hablar es bueno ayuda a desahogarse y encontrar respuesta, pero si no confías habla con Dios él te guiara.

Ella sonríe, sabe que Dios no la abandona, pero la prueba es dura, la más dura hasta el momento y piensa que la está sobrepasando.

—No sé qué hacer.

Dice limpiando más lágrimas.

— El hombre que la monto a mi taxi de mala manera quien es.

Suspira para luego responder

— Es mi jefe y futuro esposo, por temas de un contrato tengo que casarme con él, pero él me odia, me desprecia y siempre anda de malas conmigo.

Confesar esto le duele, le hace dolor mucho su corazón ingenuo e ilusionado con semejante hombre.

— entiendo, pero no deberías dejar que te trate así, si no me equivoco te gusta?

Ella asiente a su pregunta.

— Pero yo solo le inspiro odio, nunca se lo juro nunca había sentido esto por nadie, es la primera vez que un hombre desata algún sentimiento, pero desde que salí del convento solo recibo desprecio.

Dice tristemente.

— Comprendo ya la situación, mira toma esta tarjeta,— se la ofrece tirando su brazo hacia atrás, ya que ella se encuentra en la parte trasera del auto.

— Mi hija estudia para ser diseñadora, y maquillista y no sé qué más cosas, podría ayudarte con un cambio de look y de vestir 

Eso la hizo emocionar y hasta sentir apenada, sabe que viste mal, pero en el convento siempre usaba un solo atuendo.

Llegan a casa y ella se baja dándole gracias al señor, cuando llega a la puerta se da cuenta de que no tiene llaves.

Dios que hare?

Obviamente le toca esperar, por  eso que se sienta a esperar que Bjork llegue, para colmos al salir se ha olvidado de su bolsa y por ende no tiene teléfono para llamarlo o llamar a Francis o Ana posible Vanessa.

Levanta si rostro al cielo suplicándole a Dios de que el llegue pronto pero lo que recibe es una gota de agua.

Genial ahora para mi buena suerte llueve.

Mientras tanto Bjork se da cuenta de la fuerte lluvia .por un momento agradeció que así fuera .le encanta que llueva pero de inmediato se da cuenta de que Melissandre debe estar en casa y lo peor es que no tiene llave.

— Lo siento señores pero o tengo que irme.

Dice rápidamente, se despide de ambos y se dispone a salir, se monta en su auto y conduce rápidamente.

Su presentimiento se hace realidad cuando desde lejos divisa su casa y una chica empapada, con sus manos en su cuerpo protegiéndose de la lluvia.

— Bjork.

Dice ella cuando lo ve bajarse del auto, acurrucada en un extremo de la puerta, tratando de que las gotas de lluvia no le den tan duro, pero es imposible está totalmente  empapada, ve cuando viene hacia ella corriendo y la abraza.

El maldice porque cuando la toma en brazos, Melissandre esta temblando y demasiado fría, congelada esta ella, se asusta cuando ella se desploma en sus brazos, el no la deja caer, la sostiene fuerte, mientras abre con su mano libre la puerta.

Toma sus piernas y entra a la casa, va directo a su recamara para meterla a la tina caliente, la deja en la cama y va hacia su baño, prepara la bañera con agua caliente, vuelve a la cama y se debate en desnudarla, pero es necesario hacerlo, primero desata su cabello, notando que es demasiado largo, lo extiende por la toda la cama y comprueba que le llega hasta las caderas.

“Rapunzel"

Piensa y sonríe.

 Continua quitándole su busito de botones para luego quitarle el vestido horrendo que lleva puesto, quita botón por botón, sintiéndose demasiado nervioso.

"Cálmate Bjork, no es la primera vez que desnudas a una mujer.

Se dice mentalmente pero sabe que es la primera vez que desviste a una como ella, termina de desabrochar su vestido, lo saca por sus brazos sorprendiéndose al ver su ropa interior

Es de colores y de muñequitos.

" Es una niñata." Pero tierna a la vez.

Pero no pasa desapercibido su buen formado cuerpo, parado al lado de la cama observa sus grandes tetas, muy grandes a decir verdad, pero que con su ropa holgada no se hace notar tanto, su mirada lujuriosa va bajando hacia su abdomen plano descubriendo un lunar al lado de su ombligo, sus lindas piernas y ver como su piel brilla por la humedad.

" Es hermosa esta mujer"

Mentalmente se dice y sacude su cabeza, no debo pensar así, no con ella.

La toma en brazos y la lleva a la tina, sumerge los pies para luego hacerlo con el resto del cuerpo, sosteniendo su larga cabellera negra y su cabeza.

No deja de observa su rostro angelical, sus facciones tan finas y perfectas, la delicadeza de sus labios, sus lindas cejas y sus pestañas tan largas.

— hermosa¡

Menciona sorprendido y sobre todo cuando los ojos de Melissandre se van abriendo lentamente, algo se removió en el al tenerla tan cerca, ver su linda mirada y sentirla tan de el cuándo ella lo observa sin decir nada, ella está débil y  frágil   en sus manos y le hace sentir un ego que ni el sabe de donde proviene eso.

— Bjork tenía tanto miedo.

Dice ella un lagrima resbala por su m mejilla.

El siente el deseo de probar su lagrima y no se lo reprime, besa justo donde resbala tomando con sus labios su gota,  a su acción ella cierra sus ojos, y aprieta sus manos al sentirse tan vulnerable con el.

—Tranquila ya todo paso, estoy aquí de acuerdo.

Ella asiente abriendo sus ojos de nuevo, el continua con una mano debajo de su cabeza sirviéndole de apoyo, su mano libre la lleva para acariciar su rostro, de nuevo ella cierra sus ojos.

— Bjork, porque me odias tanto.

Pregunta ella, sus palabras lo hacen sentir tan culpable, como un maldito miserable.

— No te odio tonta, pero no hablemos de eso ahora, si te sirve de algo te pido disculpas por ponerte en peligro, no era mi intención que pasaras esto.

Continúa llorando y el seca sus lágrimas con su mano libre, ella aprieta la mano que se mantiene debajo de ella para tomar fuerzas y mirarlo de nuevo.

Algo es diferente en el, esta vez siente como la mira distinto, tierno tal vez.

No, eso es imposible solo siente lastima por mí, o se siente culpable por haberme mojado.

Piensa ella contraatacando su pensamiento anterior.

Pero para ella es tan difícil no ceder a él, esta vez no ve odio o desprecio, es cálida su mirada, la tiene hipnotizada, tanto que no es capaz de apartarla, el por su lado también se siente atrapado, ella es tan transparente e inocente, otra en su lugar estaría furiosa, pero ella no sabe de eso. Dejando de lado su mirada, ella mira sus labios, esos labios rojos apetitosos que desea por primera vez probar.

El se tensa al ver como ella mira sus labios y el hace lo mismo, pero todo para él se  derrumba cuando esa mujer muerde su labio inferior, Bjork ya no puede aguantar las ganas, retener el deseo por besarla y morder ese labio ya no es una opción.

El pasa su dedo por sus labios causando en ella cosquillas.

— Bjork por favor.

— que deseas Melissandre.

El lo desea, ella lo desea, pero él no dará el primer paso  sin su aprobación, sin su consentimiento, ella no es mujer de simplemente tomarla porque así lo dispone el, además está claramente haciendo caso a las palabras de su padre.

Pide que lo diga, ruega por una respuesta positiva, desea tanto hacerlo que está desesperado por ella clama por primera vez un su vida por probar los labios de una mujer.

— Bésame por favor.

Ella con toda la vergüenza del mundo deja por fin salir lo que su cuerpo y mente ansían, pero su corazón parece un caballo desbocado, pensando en un posible rechazo, que no llega, pero que ella espera, abre sus ojos para ver como Bjork se acerca a ella, despacio con su hermosa e hipnotizante mirada, mordiendo el sus labio desesperado por un contacto con Melissandre, ella con con su mano mojada la posa en su sedoso cabello negro y cierra de nuevo sus ojos para sentir el contacto de los Dioses.

 Los carnosos labios de Bjork con los labios de ella.

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