Al bajarse del taxi después de pagarle al señor, se siente aún más nerviosa que antes.
No sabe que reacción tendrá Bjork, pero las ganas de verlo no se quitan.
— Dios lo bendiga.
El señor amable sonríe y contesta de la misma forma
— Dios te bendiga hija.
Camina decida rápidamente, lleva la carpeta aferrada a su pecho, al ingresar al restaurante una chica la recibe.
— Buenas tardes bienvenida al restaurante barsok.
— Buenos días.
Responde mirando para todos lados, tratando de ver a su dichoso jefe.
— Tiene reservación señorita?
Le pregunta la chica que luce un conjunto de falda y chaleco blanco.
— No la verdad no, busco a mi jefe, necesito entregarle unos papeles urgentes.
— Como se llama su jefe’
— Bjork Basielev.
— Oh si como no, sígame por favor.
Sonríe al saber que la chica puede ayudarle y se dispone a seguirle.
— Señorita por favor podrías traerme una botella de vino.
Interrumpe un cliente el caminar de la chica.
— Como no señor. Disculpa pero no podre llevarte, se encuentran en la segunda planta, al fondo mano derecha, en el reservado.
Explica la chica a Melisandre, agradece la ayuda y se dispone a ir al sitio indicado.
—A mí por el contrario me gustan las chicas inocentes, nada mejor que moldear a una mujer a tu forma de ser, a tu antojo, como quieras y prefieras.
Comenta uno de los posibles clientes de Bjork, desea cerrar un importante contrato para construir un centro comercial.
— De que hablas, es horrible tener en la cama a una inexperta, nada más bueno que las diablas, las que saben mover el culo.
— !Estoy de acuerdo¡
Apoya las palabras de Bjork un cliente más.
— Como se nota que no has tenido entre tus brazos a una virgen e inexperta chica, puedes literalmente hacer con ella lo que quieres, es una cosa deliciosa.
Dice el hombre llamado Oleg Dimitrov tomando un poco de su vino.
— Nunca he estado con una virgen, uno ni siquiera a metido la punta cuando ya se están quejando, nada mejor que meterse de una sola vez en una mujer, que sienta el poder.
Ríen los tres.
— Pero como reconoces a una virgen, ya en este tiempo ni las monjas son vírgenes
— Comenta mikajil Petro-
Esas palabras hacen tensar a Bjork, sería posible que Melisandre no fuera virgen y tan inocente como aparentemente se hace ver.
— Las mujeres son criaturas complicadas, pero— El hombre detiene sus palabras al ver llegar en ese preciso momento a Melissandre que busca desesperadamente a Bjork.
— Por ejemplo esa chica que está allí parada en la entrada del lugar—Señala con la cabeza y ambos hombres miran, Bjork se tensa y se sorprende al ver a su secretaria y futura esposa parada y siendo detenidamente observada con deseo por estos dos tipos.— mírenla con su peinadito y forma de vestir, parece una chica inocente, que apostaría mi empresa a que nunca ha sido tocada, miren solamente su postura un poco encorvada, su inseguridad se nota de lejos, su forma de vestir que no muestra ni tampoco nos deja algo a la imaginación, pero para una mente como la mía, sí que me hace imaginar, y sus lindos ojos, esa mujer definitivamente es virgen.
Termina de decir Oleg lamiéndose sus labios, le hierven la sangre al ver como se la comen con la mirada, simplemente sospechando de su virtud.
Malditos depravados, se dice mentalmente.
— Es hermosa la chica, rustica pero linda
Dice Mikajil.
— No me molestaría tenerla debajo de mí, y enseñarle algunas cosas malas, que dices Bjork.
—No podría comentar o agregar algo sobre mi secretaria, no me gusta.
En ese instante sus miradas se encuentran, Melisandre casi se le sale el corazón al verlo de nuevo, pero Bjork maldice al verla
2Que diablos ella hace aquí porque tenía que venir ella”.
Le dio una orden, porque no puede simplemente cumplirla.
Los hombres quedan perplejos al escuchar eso, Bjork se levanta de su silla y camina hacia Melissandre que con cada paso de el, su corazón quiere estallar de alegría y hasta de miedo, porque ahora mismo su mirada destila odio.
— Me puedes explicar malditamente porque estas tu aquí.
Dice cuando ya está frente a frente con ella, intimidándola con su forma brusca de hablarle, apretando la mandíbula que parece desencajarse de la ira que siente.
—Lo siento Bjork pero no me dejaste otra opción.
— Te dije que viniera el chofer de mi padre.
— El no está, me colgaste y no me diste tiempo de decírtelo.
— ¿Y Vanessa?
— Con tu padre en una reunión.
Maldice mentalmente porque se había olvidado de que su padre estaría con unos americanos el día de hoy.
— Sabes la vergüenza que acababas de ocasionarme.
Se desquita con Melissandee, ella no comprende cómo puede avergonzarlo. El gira para ver a sus posibles socios que ellos al ver que los mira, levantan la copa, cosa que ll hizo enfierecer mas.
— Ven.
Toma del brazo a Melissandre que se queja por su acto brusco, camina rápidamente con ella hasta salir del restaurante.
— Espera Bjork, solo quería entregarte los papeles.
— Ya cumpliste solo quiero que te vallas.
Tira de ella.
— Que hice de malo para que me trates así.
Se frena cuando bajan las escaleras, el queda al final de las escaleras mientras que a ella le falta la última, están demasiado cerca ambos, sintiendo su respiración y como su aliento chica en su rostro. Le de rabia respira rápidamente y ella pues su cercanía la afecta más de lo normal.
— Es que no vez que acabas de avergonzarme delante de mis clientes, — miente Bjork lo que le enoja es que se dieran cuenta de su belleza detrás de esas telas poco atractivas.
— Que tengo yo para avergonzarte de tal forma.
Pregunta con tristeza
— Es que no te vez mujer, obsérvate,— la mira de arriba abajo, eres la secretaria de uno de los empresarios y empresa más importantes de la ciudad y mírate como vienes, pareces una mujer cualquiera, una vendededora de la calle, no pareces una digan secretaria de mi imperio.
Dice duramente destrozando el corazón de Melissandre, pero porque la apariencia física es tan importante, es que vale más la ropa que usas que la persona.
“Que mundo es este Dios”
— Me haces daño Bjork.
El afloja su agarre.
— No vuelvas a desobedecerme, has lo que te digo, ahora quiero que te vayas a casa, no te quiero ver en la empresa por el resto de la tarde.
La monta en el auto le dice la dirección al chofer y paga la carrera, ella sin chistar y aguantando las ganas de llorar hasta que el carro arranque decide no hacerlo molestar más.
Pero la rabia de el es propiciada por los comentarios lascivos de sus posibles socios, como es posible que se la coman con la mirada, lo que Melisandre no sabe es que no fue su presencia su molestia, fueron sus socios lo que sacaron lo peor de el.
Bjork regresa con ellos, que lo miran curiosamente ya que su rostro luce implacable.
Después de firmar los documentos Oleg no pierde el tiempo y decide hablar
— Tu secretaria es como un diamante en bruto Bjork.
Él lo observa duramente, su comentario no le ha gustado.
— No es a mi parecer nada de lo que dices.
Dice tomando de su copa.
— Pues creo que puedes moldearla a gusto.
Rueda sus ojos por la insistencia, le enoja que hablen de ella, sobretodo de esa forma, con deseo, solo él puede tocarle y desearla.
— Ya basta.
Dice para zanjar el tema
— Relájate hombre, mejor celebremos nuestro convenio.
Asienten ambos.
Melissandre limpia sus lágrimas, no comprende porque con el todo es tan difícil, nada de lo que hace o dice lo satisface, todo de ella le molesta, ni siquiera le reconoció el hecho de llevarle los documentos cuando nadie más podía hacerlo.
—Problemas señorita?
Limpia sus lágrimas para luego responderle al señor.— Si y lo peor es que no se qué hacerJuega con sus dedos, mirándolos.— Pues hablar es bueno ayuda a desahogarse y encontrar respuesta, pero si no confías habla con Dios él te guiara.Ella sonríe, sabe que Dios no la abandona, pero la prueba es dura, la más dura hasta el momento y piensa que la está sobrepasando.—No sé qué hacer.Dice limpiando más lágrimas.— El hombre que la monto a mi taxi de mala manera quien es.Suspira para luego responder— Es mi jefe y futuro esposo, por temas de un contrato tengo que casarme con él, pero él me odia, me desprecia y siempre anda de malas conmigo.Confesar esto le duele, le hace dolor mucho su corazón ingenuo e ilusionado con semejante hombre.— entiendo, pero no deber
Los besos fueron subiendo de nivel, era tan obvio lo inexperta que era Melissandre al besar, la torpeza al tomar sus labios, lo nerviosa que estaba, que ha Bjork no le quedo duda alguna de que era su primer beso.Bjork disfruto en tomar esos finos y suaves labios, un gemido acompañado con el de ella emitieron cuando el atrapo su labio con sus dientes y tiro de él, volvió a tomar sus labios, besándolo, chupándolo, saboreando su esencia,Que rico sabe esta mujer.Se dijo mentalmente, pensando si alguna vez ha probado unos labios tan deliciososAlgo sorprendente sintió cuando metió su lengua y roso la de ella.─Ummm.Emitió ella apretando los cabellos de su cabeza, estaban ambos en una nube de la que posiblemente no querían bajar.Para Melissandre lo más maravilloso que había probado, lo más fantástico que había sentido, un beso,
Ella acaricia la piel sudada de su espalda, se siente tan bien estando así, su calor, su olor, su fuerza, y las cosquillas que provoca el aliento en su cuello la están matando.─Tu cabello es demasiado largo.─En el convento no permitían que lo cortáramos hasta convertimos en esposas de Dios.El ríe por sus palabras.Tiene que reír tanto.?─No te burles.Deja su cuello para ahora mirarla directamente.─Porque Melissandre dejar tu vida por querer casarte con un hombre como yo.Ella observa sus ojos, se siente como atrapada en ellos, son tan hermosos y lucen tan bien en el que es como un embrujo su mirada.─No lo sé, estaba tan segura de ser la esposa de Dios, me negué a la petición de tu padre, pero cuando te vi algo en mi causaste Bjork, me duele tu trato, como me hablas y a veces como me miras con odio,pero no puedo evitar sentirme atraída por ti.
─Es enserio Melissandre, no saldrás conmigo y no volverás a mi empresa si sigues con esos atuendos tan horribles.Es lo primero que dice cuando la ve bajar las escaleras ya infundado en su elegante ropa y tomando el delicioso café que ella preparo para ambos, a Melissandre todo lo que prepara le queda deliciosoCree que eso es lo que más extrañara en tampoco tiempo. Pero sus palabras estas ves si tenían la clara intención de hacerla sentir mal, pues sigue enojado con ella por dejarlo duro la noche anterior.─No me lleves entonces, no te necesito.Dice ella pasando por su lado directo hacia la puerta."Y a esta qué diablos le pico"─Para dónde vas?Pregunta antes de que ella saliera de la casa.─No te importa?Dice ella cerrando la puerta dejándolo ahí parado y enojado, el observa por la ventana como el carro de Vanessa esta parqueado esper&aacut
Melissandre asiente dejandose ahora consentir, cierra sus ojos y juro no abrirlos hasta que Nastia le informe que esta lista, Vanessa busco ropa de su tamaño, eso que no sea reveladora posiblemente no podía cumplir esa petición.─Deseo un flequillo cortina para ti, ¡¿puedo?Pregunta Nastia, y ella asiente, de esta forma ella desea un corte con flequillo abierto, su cabello en corte de picada totalmente largo hasta la cintura, y su cabello totalmente liso.─Quedaras hermosa ya lo veras.─Confío en ti.Toda la mañana fue de chicas, cuando Melissandre abre los ojos cuando se lo indican, se sorprende por su cambio, se ve tan distinta, pero le encanta su cambio.─Muy bien, ahora ven aquí.Le dice Vanessa para que se pruebe algunos vestidos, que según para Vanessa van a resaltar su figura.─No voy a ponerme eso, muestra demasiado.Vanessa se acerca a ella, ya que es
Con el alma destrozada y el corazón en pedazos corre Melissandre al baño, sintiéndose la mujer más estúpida del mundo ya que estaba despertando sentimiento por un hombre que no la quiere. Pone sus codos en el lavamanos y llora desconsoladamente cubriendo su rostro con sus manos. Sabia a lo que se atenía con un hombre como el, pero pensó que ella podría llegar a cambiarlo cuando el demonio es el demonio y no quiere cambiar ya que le gusta como es.Los vuelve abrir porque la imagen de esa mujer desnuda encima de Bjork no se quita de su mente torturándola, se mira al espejo y ve como el lápiz negro que adornaban sus ojos se mezcla con sus lágrimas haciendo que ahora sus gotas que brotan de sus ojos se vuelvan de color negro.-Melissandre!Ve atreves del espejo ingresar al hombre que tanto la ha hecho sufrir en tan solo unos días, lo mira con desprecio desprecio desmedido, un desprec
Ella no es capaz de confesarle lo que descubrió, es vergonzoso para ella y tan decepcionante que vuelve a llorar. Estaba ilusionada, ahora solo tiene escombros en su alma.—Mi hijo sí que es imbécil, como es capaz de hacer llorar a una mujer como tú. Quédate aquí.Decidido se dirige Francis a la oficina de su hijo, al abrir la puerta ve que esta tirado en el sillón con un vaso de licor.—Que le hiciste a Melissandre Bjork—Ahora no padre ¡Contesta hastiado de la situación, es que malditamente Bjork no entiende su mala suerte, solo quería sacarse por un momento a Melissandre de su mente, pero ahora la culpa lo está matando. Al verla como estaba de cambiada solo para sorprenderlo y tener ella que presenciar algo semejante.Idiota, idiota, idiota.Se repite una y otra vez.—Ahora es cuando Bjork, como puedes hacer sufrir a una muje
─Suelta a mi mujer konnor.Se escucha en todo el lugar la voz grave de Bjork que rompe el aire con su frialdad. Melissandre abre grande sus ojos y se tensa demasiado por la presencia oscura que destila en este momento jefe.Jamas lo había visto de esa manera y mucho menos llamarla de esa forma cuando lo único que ha hecho toda este tiempo es hacerla sentir como un objeto. Gira para ver como a pasos gigantescos se acerca y con su mandíbula apretada, su rostro sonjorado y la ira destella en su mirada.¿Porque, porque esta de esa manera? Se pregunta ella, sin poder entender los cambios de humor de Bjork.─Disculpa.Dice en tono burlón Konnor, que definitivamente no le intimida para nada su primo, ambos se conocen demasiado bien para dejarse atemorizar el uno del otro. No han tenido una buena relación desde hace mucho tiempo y la tensión cada que se ven es evidente.─Lo que escuchaste.