SEIS

Al bajarse del taxi después de pagarle al señor, se siente aún más nerviosa que antes.

No sabe que reacción tendrá Bjork, pero las ganas de verlo no se quitan.

— Dios lo bendiga.

El señor amable sonríe y contesta de la misma forma

— Dios te bendiga hija.

Camina decida rápidamente, lleva la carpeta aferrada a su pecho, al ingresar al restaurante una chica la recibe.

— Buenas tardes bienvenida al restaurante barsok.

— Buenos días.

Responde mirando para todos lados, tratando de ver a su dichoso jefe.

— Tiene reservación señorita?

Le pregunta la chica que luce un conjunto de falda y chaleco blanco.

— No la verdad no, busco a mi jefe, necesito entregarle unos papeles urgentes.

— Como se llama su jefe’

— Bjork Basielev.

— Oh si como no, sígame por favor.

Sonríe  al saber que la chica puede ayudarle y se dispone a seguirle.

— Señorita por favor podrías traerme una botella de vino.

Interrumpe un cliente el caminar de la chica.

— Como no señor. Disculpa  pero no podre llevarte, se encuentran en la segunda planta, al fondo mano derecha, en el reservado.

Explica la chica a Melisandre, agradece la ayuda y se dispone a ir al sitio indicado.

—A mí por el contrario me gustan las chicas inocentes, nada mejor que moldear a una mujer a tu forma de ser, a tu antojo, como quieras y prefieras.

Comenta uno de los posibles clientes de Bjork, desea cerrar un importante contrato para construir un centro comercial.

— De que hablas, es horrible tener en la cama a una inexperta, nada más bueno que las diablas, las que saben mover el culo.

— !Estoy de acuerdo¡

Apoya las palabras de Bjork un cliente más.

— Como se nota que no has tenido entre tus brazos a una virgen e inexperta chica, puedes literalmente hacer con ella lo que quieres, es una cosa deliciosa.

Dice el hombre llamado Oleg Dimitrov tomando un poco de su vino.

— Nunca he estado con una virgen, uno ni siquiera a metido la punta cuando ya se están quejando, nada mejor que meterse de una sola vez en una mujer, que sienta el poder. 

Ríen los tres.

— Pero como reconoces a una virgen, ya en este tiempo ni las monjas son vírgenes 

— Comenta mikajil Petro-

Esas palabras hacen tensar a Bjork, sería posible que Melisandre no fuera virgen y tan inocente como aparentemente se hace ver.

— Las mujeres son criaturas complicadas, pero— El hombre detiene sus palabras al ver llegar  en ese preciso momento  a Melissandre que busca desesperadamente a Bjork.

— Por ejemplo esa chica que está allí parada en la entrada del lugar—Señala con la cabeza y ambos hombres miran, Bjork se tensa y se sorprende  al ver a su secretaria y futura esposa parada y siendo detenidamente  observada con deseo por estos dos tipos.— mírenla con su peinadito y forma de vestir, parece una chica inocente, que apostaría mi empresa a que nunca ha sido tocada, miren solamente su postura un poco encorvada, su inseguridad se nota de lejos, su forma de vestir que no muestra ni tampoco nos deja algo a la imaginación, pero para una mente como la mía, sí que me hace imaginar, y  sus lindos ojos, esa mujer definitivamente es virgen.

Termina de decir Oleg lamiéndose sus labios, le hierven la sangre al ver como se la comen con la mirada, simplemente sospechando de su virtud.

Malditos depravados, se dice mentalmente.

— Es hermosa la chica, rustica pero linda 

Dice Mikajil.

— No me molestaría tenerla debajo de mí, y enseñarle algunas cosas malas, que dices Bjork.

—No podría comentar o agregar  algo sobre mi secretaria, no me gusta.

En ese instante sus miradas se encuentran, Melisandre casi se le sale el corazón al verlo de nuevo, pero Bjork  maldice al verla

2Que diablos ella hace aquí porque tenía que venir ella”.

Le dio una orden, porque no puede simplemente cumplirla.

Los hombres quedan perplejos al escuchar eso, Bjork se levanta de su silla y camina hacia Melissandre que con cada paso de el, su corazón quiere estallar de alegría y hasta de miedo, porque ahora mismo su mirada destila odio.

— Me puedes explicar malditamente porque estas tu aquí.

Dice cuando ya está frente a frente con ella, intimidándola con su forma brusca de hablarle, apretando la mandíbula que parece desencajarse de la ira que siente.

—Lo siento Bjork pero no me dejaste otra opción.

— Te dije que viniera el chofer de mi padre.

— El no está, me colgaste y no me diste tiempo de decírtelo.

— ¿Y Vanessa?

— Con tu padre en una reunión.

Maldice mentalmente porque se había olvidado de que su padre estaría con unos americanos el día de hoy.

— Sabes la vergüenza que acababas de ocasionarme.

Se desquita con Melissandee, ella no comprende cómo puede avergonzarlo. El gira para ver a sus posibles socios que ellos al ver que los mira, levantan la copa, cosa que ll hizo enfierecer mas.

— Ven.

Toma del brazo a Melissandre que se queja por su acto brusco, camina rápidamente con ella hasta salir del restaurante.

— Espera Bjork, solo quería entregarte los papeles. 

— Ya cumpliste solo quiero que te vallas.

Tira de ella.

— Que hice de malo para que me trates así.

Se frena cuando bajan las escaleras, el queda al final de las escaleras mientras que a ella le falta la última, están demasiado cerca ambos, sintiendo su respiración y como su aliento chica en su rostro. Le de rabia respira rápidamente y ella pues su cercanía la afecta más de lo normal.

— Es que no  vez que acabas de avergonzarme delante de mis clientes, — miente Bjork lo que le enoja es que se dieran cuenta de su belleza detrás de esas telas poco atractivas.

— Que tengo yo para avergonzarte de tal forma.

Pregunta con tristeza 

— Es que no te vez mujer, obsérvate,— la mira de arriba abajo, eres la secretaria de uno de los empresarios y empresa más importantes de la ciudad y mírate como vienes, pareces una mujer cualquiera, una vendededora de la calle, no pareces una digan secretaria de mi imperio.

Dice duramente destrozando el corazón de Melissandre, pero porque la apariencia física es tan importante, es que vale más la ropa que usas que la persona.

“Que mundo es este Dios”

— Me haces daño Bjork.

El afloja su agarre.

— No vuelvas a desobedecerme, has lo que te digo, ahora quiero que te vayas a casa, no te quiero ver en la empresa por el resto de la tarde.

La monta en el auto le dice la dirección al chofer y paga la carrera, ella sin chistar y aguantando las ganas de llorar hasta que el carro arranque decide no hacerlo molestar más.

Pero la rabia de el es propiciada por los comentarios lascivos de  sus posibles socios, como es posible que se la coman con la mirada, lo que Melisandre no sabe es que no fue su presencia su molestia, fueron sus socios lo que sacaron lo peor de el.

Bjork regresa con ellos, que lo miran curiosamente ya que su rostro luce implacable.

Después de firmar los documentos Oleg no pierde el tiempo y decide hablar 

— Tu secretaria es como un diamante en bruto Bjork.

Él lo observa duramente, su comentario no le ha gustado.

— No es a mi parecer nada de lo que dices.

Dice tomando de su copa.

— Pues  creo que puedes moldearla a gusto.

Rueda sus ojos por la insistencia, le enoja que hablen de ella, sobretodo de esa forma, con deseo, solo él puede tocarle y desearla.

— Ya basta.

Dice para zanjar el tema 

— Relájate hombre, mejor celebremos nuestro convenio.

Asienten ambos.

Melissandre limpia sus lágrimas, no comprende porque con el todo es tan difícil, nada de lo que hace o dice lo satisface, todo de ella le molesta, ni siquiera le reconoció el hecho de llevarle los documentos cuando nadie más podía hacerlo.

—Problemas señorita?

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