Luego de cerrar la puerta Elizabeth apoyó su frente en la misma, de pronto sintió que la abrazaban por las piernas y era su pequeña, quien también mostraba un semblante triste.Caminó con ella aferrada a sus muslos hasta un sillón, tomó asiento y subió a la niña a su regazo, se abrazaron y guardaron silencio por un buen rato. Elizabeth pensaba en el momento tan grato que estaban disfrutando tan solo unos minutos atrás, luego de esa llamada todo se volvió sombrío, pero ella sentía algo más en su interior.Por su parte, Emiliano abordó el avión y se sentó reflexivo, a través de la ventanilla vio alejarse las luces de la ciudad donde dejaba a su hija y a la mujer que amaba con cada fibra de su ser, lo sabía ya, pero ese momento en el que se separaba de ella le dejó media vida y esa sensación ya la había vivido cuando regresó tres veces más a la casa de campo y no volvió a encontrar a la chica de ojos violetas de la que se había enamorado.Esperaba encontrar pronto a su padre para poder r
Saliendo del aeropuerto tomaron un taxi que las llevaría a las oficinas del grupo empresarial Riva, estaba una de las antiguas recepcionistas que, obviamente no la reconoció, ella solicitó a Emiliano y le dijeron que él no estaba disponible, pero le ofrecieron ponerla en contacto con el director Conti, quien estaba a cargo, por lo que aceptó de inmediato.Solicitó dejar sus maletas en recepción y se lo permitieron, subió hasta la oficina de su antiguo supervisor y éste la miró con incredulidad porque si bien le dijeron que lo solicitaba Elizabeth Mancini, esa no era la asistente que él recordaba. –Si soy yo, estos son mis colores originales tanto en el cabello como en mis ojos. –Qué barbaridad Elizabeth, si te topaba en la calle pasaba de largo, bueno no, mentira, seguro tus bellos ojos hubieran llamado mi atención, con todo el respeto que te mereces. ¿Cómo estás?, qué bueno verte aquí, ¿y esta niña?, ¿es tuya?, ay perdón estoy divagando. –Estoy bie
Cuando Stéfano regresó a la oficina se encontró con el jefe de investigaciones furioso por haberse ido a hablar con la principal implicada sin considerar siquiera notificárselo.El hombre le decía todos los inconvenientes que podría causar con su comportamiento impulsivo, la razón de su presencia allí era garantizar el bienestar del secuestrado y apresar a los secuestradores, pero que si comenzaban a trabajar por su cuenta solo harían su trabajo más difícil.Stéfano aguantaba estoicamente todo lo que el detective le soltaba, de vez en cuando miraba de reojo a Emiliano, quien se hacía el desentendido estando a solo dos metros de distancia de él, ya se las pagaría.Cuando finalmente terminaron los reproches, le contó con lujo de detalles todo lo que habló con Sofía, el agente le informó que mientras él regresaba a la oficina, ya había ordenado el traslado de la mujer a una de las delegaciones, estaban investigando a todas y cada una de las personas que la habían visitado en todo su tiem
Elizabeth no le avisó a nadie sobre su viaje, solo su jefe y su esposa estaban al tanto de lo que estaba sucediendo en ese momento de su vida. Tal vez los cambios de clima entre los países, un virus o algo emocional, lo cierto es que ya desde el avión Orlena le manifestó a su madre que tenía mucho malestar.Así que luego de aterrizar tomó un taxi que la llevara hasta su apartamento donde le tomaría la temperatura y le daría los primeros auxilios a su pequeña. Le avisó a Emiliano de su llegada mediante un mensaje de texto, pero no le informó del malestar de la niña para no preocuparlo, consideró que ya tenía bastante con la situación de su padre.Orlena pasó la noche relativamente tranquila, pero en la mañana devolvió el estómago, le subió la temperatura y se quejaba de dolor de cabeza, entonces Elizabeth decidió llevarla a la clínica.En el camino le avisó al pediatra que la ingresaría por emergencia, él le prometió que llegaría en poco tiempo. –¿Desde cuándo está así? –pr
Orlena se despertó temprano y manifestó que se sentía mejor, el doctor Adrián Larsson la examinó con mucha dedicación nuevamente, le hizo algunas preguntas y sonrió satisfecho al tiempo que le decía que podía regresar a casa para continuar un tratamiento doméstico. –Elizabeth, ya pueden regresar a su casa, prepararé los documentos del alta y las indicaciones para continuar medicándola por 8 días más, así nos aseguramos de erradicar totalmente la infección que la aqueja. –De acuerdo Adrián, muchísimas gracias por tu atención. –Elizabeth, ¿cuánto tiempo estarás aquí? –El tiempo suficiente para renunciar, vender algunas cosas que no podré llevarme y cancelar el contrato de arrendamiento. –¿Por qué viniste sola a hacer todo eso? –El padre de Emiliano fue secuestrado, él está ocupándose de cumplir las exigencias de los secuestradores para poder liberarlo, yo no podía acompañarlo y antes de esperar sentada consumiéndome
En la otra habitación cuando Emiliano escuchó que su padre no estaba bien, se alarmó mucho, los hombres que estaban con él comenzaron a trazar rutas que llevaran desde el edificio de oficinas hasta un muelle o puerto. –No debe ser muelle particular, porque habló de mucho movimiento al mediodía. –Debe ser algún puerto comercial, ¿cuántos tenemos en el área cercana al edificio? –Yo apostaría por el de Brooklyn. –Envía a nuestra gente para allá, que revisen minuciosamente cada bote que esté anclado allí. Tenemos poco tiempo para localizar a Leonardo Riva. –Enseguida jefe.***El amante y cómplice de Sofía había salido a comprar algo de medicina y comida para él y don Leonardo, debido a que ya no tenía provisiones, caminaba distraído fumando un cigarrillo y pensando en la vida que iniciaría en Nueva York con Sofía cuando notó un inusual movimiento de automóviles.Se ocultó para ver de qué se trataba, entonces comenzó el despliegu
Sofía despertó desorientada, encendió el teléfono para saber la hora y encontró un mensaje de su cómplice y amante.“Estoy en Nueva York, ¿dónde nos vemos?”Saltó en la cama y surgieron varias interrogantes en su cabeza, si él estaba en Nueva York, ¿qué había pasado con el padre de Emiliano?, ¿lo liberó?, ¿lo mató?, tenía que responderle enseguida para verlo y obtener respuestas a sus preguntas.Le envió la dirección y corrió a prepararse para recibirlo, Emiliano la provocaba, lo veía y quería enredarse en sus brazos para besarlo, con el CEO era como una niña ante un delicioso postre, solo quería saborearlo. Ahora bien, con el hombre que estaba esperando lo que sentía era imposible de describir con palabras, desde muy joven lo ha venerado.Lo considera su guía y protector, lo ama incondicionalmente, más allá de cualquier razonamiento y por muchísimo tiempo ha hecho exactamente lo que él le ha pedido, incluso someterse a hombres poderosos para luego ser extorsionados por él desde las s
Emiliano y su padre se fundieron en un fuerte abrazo, pasados unos minutos unieron sus frentes y ambos exhalaron con alivio. –¿Cómo estás papá? –Estoy bien hijo. –¿Seguro? –preguntó Emiliano mientras lo revisaba con la vista. –Sí, tranquilo, si bien solo me alimenté con pizza, tampoco me mataban de hambre, yo fingí un poco de malestar para hacerles las cosas difíciles, porque cuando creyeron que dormía escuché que pensaban llevarme con ellos para seguir exigiéndote dinero y otras cosas. Con mis años y estando enfermo sucedió lo esperado, no me querían de lastre, aunque llegaron justo a tiempo para rescatarme, estoy seguro de que ese hombre no me iba a dejar vivo por voluntad propia. –Qué horror padre, yo estaba en Nueva York con Sofía, haciéndole ver que cedía a todos sus caprichos para que me dijera dónde estabas tú, pero nunca reveló nada, el equipo dedujo dónde buscarte por fragmentos de la última conversación que tuvo ell