Era como un fuego puro, ardiente y quemaba hasta los pensamientos…El pulso de Mila estaba desbocado, y su mente se debatía entre la confusión y la excitación extrema que le hacía perder la cabeza. La música estridente proporcionaba una especie de cortina sonora que ocultaba la intensidad de la escena que se estaba desarrollando entre ella y Mikhail.Y aunque ella intentaba recordarse a sí misma que todo era parte de un juego, las sensaciones que recorrían su cuerpo parecían desafiar cualquier lógica.Se sentía sin aliento ante la audacia de Mikhail. Sentir su intimidad tan cerca de su mano despertó un fuego interior que no podía controlar. Aunque sabía que debía resistirse, que esto no era más que un juego peligroso, era imposible ignorar la atracción que sentía por él.—Deja de jugar conmigo, Mikhail —susurró Mila, tratando de apartarse de él, pero Mikhail la agarró con fuerza, impidiendo que se alejara.—No estoy jugando, baby… —susurró él en su oído, enviando escalofríos por todo
Mila vaciló por un momento, mirando la mano extendida de Mikhail. Sabía que entrar a la mansión con él solo aumentaría la atracción que sentía por él y complicaría aún más las cosas. Sin embargo, también se sentía intrigada por lo que él tenía planeado. —Entonces, ¿qué decides, Mila Vasíliev? —preguntó Mikhail, con un tono que hacía que sus entrañas se removieran—. ¿Continuamos con la misión? Ella frunció el ceño y miró su mano. Finalmente, decidió tomar su mano y salir de la camioneta. Caminaron hacia la entrada de la mansión de Mikhail, que estaba iluminada por luces tenues. El aire fresco de la noche le acarició el rostro, pero el nerviosismo seguía presente en su cuerpo. Ambos siguieron hasta una sala, con grandes sofás, y Mikhail se quitó la chaqueta, para luego acercarse a ella y mirar su rasguño. —No fue mucho, pero me las pagará… —Está celosa, solo tus haces estas cosas… —Mikhail la miró. —¿Qué cosas? —Sales con una chica presentándola como tu “Novia” teniendo una novia
El silencio tenso se apoderó de la habitación mientras Mila esperaba la reacción de Mikhail. Sus ojos oscuros se estrecharon, y su expresión se volvió más seria, más asesina, pero Mila se mantuvo erguida, mirándolo directamente a los ojos, sin titubear. —¿El amante? —murmuró Mikhail, y sonrió de forma siniestra que dejaba entrever una mezcla de incredulidad y desafío. Mila asintió con determinación, sin apartar la mirada. Sabía que estaba llevando las cosas a un límite, pero necesitaba poner fin a la farsa. —Si queremos que esta farsa sea creíble, necesitamos llevarla al extremo —añadió Mila, manteniendo su postura. Y Mikhail la observó en silencio por unos segundos, como evaluando la autenticidad de sus palabras. Finalmente, soltó una risa baja y sarcástica. —¿Sabes una cosa? Primero mato al supuesto novio, antes de ser el amante… Jamás… escúchame bien, jamás lo haría… —Entonces, las condiciones son desiguales… Yo si tengo que… —Y Mikhail tomó su rostro en una sola mano. —Nunca
—Bienvenida cariño… —Mila recibió el abrazo de Sibel, y luego notó que su padre estaba muy callado, pero, aun así, fue hacia él para abrazarlo, y luego se giró.—Gracias, Sora, por buscarme en el aeropuerto…Él sonrió y dejó a la familia a solas.—¿Cómo está Ana y Alex?—Bien má, unidos como siempre, y te envían saludos. Dicen que tratarán de visitarlos pronto.—Me encantaría tener a Ana aquí… ¿Tienes hambre, puedo pedir que hagan algo para ti?Mila negó.—No, comí algo en el avión, fue un viaje agotador.—Por eso pienso tanto en viajar a Rusia, son muchas horas… y ya estoy vieja…—Mila torció los ojos y luego miró a Iván.Esta vez ella supo que había algo.—¿Está todo bien papá? —y él asintió.—Todo bien… descansa, mañana me gustaría que saliéramos a un lugar… —Mila miró a su madre, pero Sibel se hizo la desentendida.—Pá, mañana creo iré al trabajo, debo ponerme al día…—Bien, te llevaré, desayunaremos en tu lugar favorito, y tendremos unas palabras… es todo… —Iván salió de la sala,
El rugido del motor resonaba en los oídos de Mila mientras manejaba por las calles de la ciudad. El encuentro con su padre la dejó con un nudo en el estómago y una sensación de desesperación. Trataba de comprender las palabras que había escuchado en la cafetería, pero la realidad era abrumadora. Sus pensamientos se agolpaban, y el recuerdo de Moscú resurgía con fuerza.Al llegar a la organización, fue recibida con algunas caras sorprendidas, y otras sonrisas un poco disimuladas, sabía que había estado mucho tiempo fuera, y quizás Marco pensaría que no iba a salir con mucho, pero le encantaba la forma en que lo iba a sorprender.—¿Cómo es eso del favor? —Mila dio un brinco cuando alguien susurró muy cerca y al girarse se encontró con la sonrisa de Bruno.—Tú…—Y tú… estoy ansioso.—Te lo explicaré todo, pero debo ir a donde el jefe…Bruno era el hijo de Marco Harris, literalmente el segundo al mando de toda la organización, y una de las personas más cercanas a ella, después de Sara y S
—Entonces, ¿tenemos un trato? —preguntó Bruno, con una sonrisa pícara y Mila se preguntó en cuantos tratos ya se había inmiscuido hasta ahora. Asintió, consciente de la complejidad de la situación. La línea entre la realidad y la farsa se volvía cada vez más difusa, pero estaba decidida a mantener sus motivaciones en foco.—Recuerda, Bruno, esto es solo un juego… Necesitamos asegurarnos de que nuestros inversores queden conformes, y además, hay algo… solo actuaremos así, frente a uno, ya que los demás, piensan que… tengo algo… serio con este hombre…Bruno frunció el ceño y colocó los codos en la mesa, y sus dedos en la boca.—Soy un actor consumado… —respondió Bruno, con una confianza que dejó a Mila preguntándose si había más detrás de esa fachada de chico despreocupado—. Pero me encantaría saber… ¿De quién se trata?Ella apretó los dientes y miró sus manos.—Confió en ti para esto…—Lo sé… también estoy poniendo mi imagen en juego… y sabes perfectamente que nunca oficializo nada p
La estrategia de Bruno para aumentar la credibilidad de su farsa tuvo un impacto inmediato en las redes sociales. La foto compartida generó comentarios y reacciones de sorpresa, entusiasmo y especulaciones que dieron de que hablar durante los siguientes días. —Es un hijo de put@ más, ni más ni menos… —Dijo Iván colocando el iPad en la cocina. —Parece un chico agradable… —Comentó Sibel, mirando aún las noticias, e Iván soltó el humo que tenía en su boca. —Si se parece al padre, es la misma mierd@… —Iván, nadie te parece creíble, de verdad estoy a punto de pasarme al bando de Mila, la ahogas… —Iván frunció el ceño. —No es que no quiera a nadie, es que se cruza con muchos cretinos, pensé que funcionaría con Sergei, lo he ayudado de más… ¿Cómo no ha dado con ella? Sibel negó. —Se supone que uno no decide estas cosas… ella lo ama como un hermano. —¿Qué? Ella puede elegir… ¿Acaso pariste a un hijo para que ella lo va como hermano? —Estoy al borde contigo —Sibel se puso de pie, e Ivá
La música suave resonaba en el salón de convenciones, creando un ambiente elegante y distendido. Mila caminaba junto a Bruno, tratando de mantener la compostura mientras observaba la multitud. Aunque la atención estaba centrada en ellos, su mente estaba obsesionada con la búsqueda de una figura familiar entre los invitados.La tensión aumentaba a medida que avanzaba junto a Bruno, y aunque tenía una sonrisa amplia, ella temblaba por dentro. Había muchas cosas que disputar hoy, y esperaba tener la cabeza fría para todo lo que se avecinaba.—Chicos… —Tanto Brunos como ella se giraron hacia Marco—. Pero… que bella Mila…Bruno asintió mirándola.—Es toda una escultura, esta mujer…Mila se sonrojó negando.—Ustedes dos, no empiecen… además, tengo el estómago contraído…—Todo saldrá de maravilla, Mila, además, es por ti que este evento el día de hoy será magnánimo… ¿Ya llegaron tus invitados?Mila pasó el trago y se enderezó.—Voy a echar un vistazo… ¿Los organizaremos por mesa?—Sí… tu mes