LA ADHALIA NEGRA AMELIAVerónica Dantes, ese nombre resonó por todo el lugar. Todos aplaudían pero mi mundo paró en ese momento.—La ganadora es... ¡Verónica Dantes, representando a la empresa Fashion!Todos se levantaron a aplaudir ese gran momento, volteé a mirar a mi contrincante. Se notaba a leguas que no podía creer que le hayan pegado en su ego. La miré y sus ojos estaban cristalizados, mi mirada de superioridad acabó por destrozarla.Terminé dando unos pasos frente al público en dónde me coronaron como la reina de la belleza, me entregaron unas rosas y pusieron en mi frente hermosas joyas que me irían poniendo las encargadas. Yo no cabía de felicidad, miraba a todo el público dándome cuenta que el mundo ya era mío. No pude esperar por ver a Natalia, se veía hermosa y ahora me regalaba una media sonrisa sin dejar de aplaudir, Alejandro admiraba el momento sin esperar nada a cambio.Asunción y Santiago estaban de pie aplaudiendo, en un momento de felicidad, él la abrazó y juntos
LA ADHALIA NEGRAAMELIA DOS DÍAS DESPUÉSEstuve estos dos días encerrada en mi habitación, saliendo para lo indispensable.Bárbara jamás me habló o algo por el estilo si quiera para saber qué pasó con el concurso. Dudo que esté enterada de mi logro.Santiago llamó en la mañana para saber cómo estoy. Piensa que me fui a dar unas vacaciones bien merecidas.Tal vez hoy sería el día en que me dignara a salir y ver a Asunción. Es la única que tengo, quiera o no aceptarlo.Me puse ropa deportiva. Sinceramente no tenía ganas de enfrentar la vida, sé que después de esta gran victoria se vendría una vida bastante difícil. Un poco parecida a la Santiago, tal vez.Momentos como este me dan ganas de terminar con todo el contrato y regresar a mi vida pero creo tengo el suficiente odio como para no dejar esto a un lado. Quiero encontrar a los seres más asquerosos que me dieron la vida y llenarlos de arrepentimiento hasta que caigan al suelo de rodillas.En cuanto a Santiago, solo quiero que sepa q
LA ADHALIA NEGRAAhora todo se mostraba lleno de lastima y sin vida. La gente ya comenzaba a enterarse del gran dolor por el que pasaba Santiago.Cuando el doctor le dijo eso quiso acelerar todo, el cuerpo de su mujer estaba irreconocible y por la memoria de ella no dejaría que estuviera más tiempo así. Su noche se tornó activa mientras que la de Verónica perdió color, Alberto no la dejaba ni un segundo, tuvo un ataque de nervios en ese momento, tanto que el doctor se vio en la necesidad de colocarle un tranquilizante.Santiago movía cielo y tierra por qué todo se hiciera rápido, eran las 3:00 a.m. y mucha gente parecía negarse a ayudarlo, sus guardaespaldas también hacían lo que podían por él.Bárbara no se había comunicado para nada y Santiago estuvo tentado a llamarla pero algo dentro de él lo detenía cada vez que lo intentaba.—Señor Santiago, el ataúd ya está listo –, informó uno de sus hombres.Limpió sus lágrimas y asintió –. Gracias, haz que preparen todo.—Sí, señor, con perm
LA ADHALIA NEGRANARRADOR Verónica observaba todo a su alrededor, ella estaba sentada en un lugar alejada de todo, uno de los guardaespaldas de Santiago la cuidaba pues no permitiría que volviera a tener un ataque de nervios como hace un rato.Le estaba doliendo, era claro pero no dejaría que la vida se burlara de ella al verla sufrir mientras ésta le quitaba todo, ella le demostraría quien era más fuerte así tenga que fingir lo contrario.Recordaba cada palabra de Asunción, recordada su primer encuentro, su mirada llena de vida, su sonrisa... Iba a ser difícil lidiar con todo eso ahora que necesitaba sacar fuerzas de donde ni siquiera sabía. Dolía de diferente manera a la que sentía con Natalia, un vínculo se rompió o tal vez más que eso sin que ella lo supiera propiamente.Necesitaba más que un soplo de vida y eso se notaba en su mirada, tal vez por esa razón prefirió apartarse del mundo. ¿Cuál mundo si todo era destrucción?Santiago se despidió de todos y fue por Verónica, la cual
LA ADHALIA NEGRA NARRADOR La cama le trajo tantos recuerdos que solo hacían salir más y más lágrimas. Ella era hermosa, se le veía tan llena de vida el día que le dijo que quería un hijo de ese hombre de ojos cafés oscuros, jugaban como dos pequeños hasta que él logró sacarle las palabras que quería escuchar desde siempre “Si, si te daré un hijo, un hijo igual de hermoso que tú” era una niña muy tímida y nunca se le dio decirle todo lo que deseaba, él era feliz cuando el color rojo reinaba en ella.Eran la pareja perfecta... Hasta que llegó ella. Ahora él se sentía culpable por no saber poner un alto a sus verdaderos sentimientos.Fue un imbécil al haberse casado como lo hizo, acaso...¿Asunción no merecía más que eso que le dio?Le pidió compromiso de una manera demasiado extraña, no era lo que ella realmente merecía pero sin embargo estaba satisfecha con lo poco o mucho que él le dio.Se sentó en la cama y no pudo hacer nada para evitar el llanto, las lágrimas salían poco a poco y
LA ADHALIA NEGRA AMELIA Me levanté lentamente de donde estaba y me dirigí a curar mi herida, todo se estaba quebrando dentro de mí, en momentos así me doy cuenta que no tengo a nadie. ¿Dónde está Natalia que prometió nunca irse a pesar de lo que pasara? Todo en la vida es mentira, nada importa y, ¿Por qué tiene que importarme a mí?He llegado a pensar que lo mejor sería alejarme de todo esto, esta vez aún no es tarde para hacerlo y así me podría librar de todo esto. Nunca tuve necesidad de todo este maldito juego, solo me ha traído problemas que hacen más pesada mi existencia en este asqueroso mundo. Jamás debí de aceptar lo que me propuso Alejandro, conozco la vida lo suficiente como para salir huyendo de todo esto.Seguro ya Alejandro sabe de todo esto al igual que Natalia. Los medios de comunicación se abrirán paso con esta gran noticia.Tomé una maleta y comencé a guardar todas mis cosas poco a poco, nada de esto era para mí y debía de aceptarlo.NARRADOR Pasaron aproximadament
LA ADHALIA NEGRA NARRADORAlejandro salió de ese lugar más que feliz, el momento de la venganza estaba llegando solo. Tuvo que morder sus labios para no decirle a Santiago que era lo menos que podía sentir, que por su culpa Asunción ya no estaba en este mundo. Era demasiado increíble poder creer por lo que estaba pasando toda la gente que había conocido a Asunción. Increíblemente hasta a él se le hacía difícil saber que esa mujer de cabello dorado ya no estaría más, pagó las consecuencias de amar a un hombre que ya no la quería.Marcó un número en su celular y se comunicaron rápidamente con él— ¿Sí, buenas tardes? –Le dijeron.—Habla, Alejandro.—Alejandro, ¿en qué puedo ayudarte? –El hombre que se hizo cargo de sus pocos recursos desde pequeño le hablaba.—Dile a mi padre que todo está saliendo como debe, en dos días lo necesito en Canadá para poder firmar los papeles para el traspaso.—Claro, yo le aviso. ¿Alguna otra cosa en que te pueda ayudar?—Sí, manda al mejor detective de l
LA ADHALIA NEGRA NARRADOR Alejandro se llevó toda la tarde buscando a Tatiana en compañía de su ayudante. El mismo hombre que también servía a las empresas de Santiago. Era difícil dar con ella, nadie sabía nada y parecía haber desaparecido de la faz de la tierra— ¡Maldita Tatiana! –Pegó su escritorio demasiado enojado – ¡Busquen hasta por debajo de las piedras!—Señor Brown, el único que tiene acceso a los archivos de la señorita Tatiana y sus trabajadores es el personal ejecutivo de la empresa del señor Marín por lo tanto no podemos proceder sin esa información.— ¡¿Y qué quieres que yo haga imbécil?! ¡Busca la manera de dar con ella, ahora lárgate!Ramiro, el hombre que lo estaba ayudando a dar con Tatiana salió pensando en la manera de dar con Tatiana o si no él estaría muerto.Alejandro pensaba y pensaba donde podía estar hasta que logró recordar un único lugar, en ese en el que se encerraba para olvidarse del mundo.Se levantó de donde estaba sentado, tomó su saco y salió ru