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CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

Todo se había vuelto un completo caos, la gente corría de un lugar a otro, la manifestación cada según sea hacía más grande y esta vez Víctor, la misma Amelia y Santiago podían comprender qué era lo que estaba pasando el mundo se había vuelto contra ellos y no iban a parar hasta tener Amelia en sus manos.

Por un momento perdieron la noción del tiempo y de los metros que seguían corriendo, su única salvación era llegar a una de las empresas.

Lo que no sabía Amelia que hasta ese momento su final iba a llegar, había sido una pérdida de tiempo en el momento en que se despidió de Natalia diciendo que volvería más tarde, había sido una total mentira porque quizá Amelia ya no iba a regresar. Con ese pensamiento en mente y ahora viendo a toda la gente enfrente de la empresa de Santiago y tomando todavía su mano, se da cuenta que no había nada qué hacer, la gente ya estaba ahí y parecía estar a punto de cazarla incluso si estaba de la mano de Santiago Marín.

Las lágrimas vinieron a su rostro d
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