HERIDAS PERFECTAS. CAPITULO 29. Una nota

HERIDAS PERFECTAS. CAPITULO 29. Una nota

El sol apenas comenzaba a iluminar el departamento cuando Mera abrió los ojos. Con una mueca de incomodidad, se llevó una mano a la cabeza, recordando la cantidad de copas que había bebido el día anterior. La cabeza se le estaba rompiendo por la resaca, y encima había dormido toda incomoda con el maldito vestido de novia puesto y el corsé apretado y… hasta los zapatos…

Miró alrededor con los ojos entrecerrados porque la claridad le molestaba y bufó al darse cuenta de que seguían en la ciudad.

—¿Por qué no estamos en una playa del Caribe? —preguntó, sin molestarse en disimular su molestia.

Mikhail, que estaba apoyado contra la ventana con los brazos cruzados, la miró en silencio por unos segundos antes de responder.

—Porque estabas tan ebria que no podía subirte a un avión —le contestó con voz tranquila.

Mera se levantó con un suspiro de frustración, se quitó las mantas de encima y pateó los zapatos, decidida a meterse en el baño más cercano. Pe
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP