—¿Estás seguro Isaac? No quiero ser la causa de problemas entré tú y tu familia.—Es solo con mi madre y no eres culpable de nada, hermosa si mi madre entendiera que soy un adulto y tengo la libertad y derecho de elegir con quién estar, estaríamos bien, si respetara lo que siento y el hecho de que te escogí a ti.—¿Prometes que van a estar bien, Isaac?—No depende de mí, ni de ti, si ella decide entender y aceptar, lo estaremos, ahora termina de ponerte hermosa, te llevaré al apartamento para que estés lista para empezar tu jornada, voy a extrañar tenerte, será muy poco tiempo el que nos veremos.—También voy a extrañar el tiempo contigo, Isaac, pero me falta este resto de año y unos meses para obtener mi título, tendrás a una novia chef muy pronto.—¡Me encanta! —dije y le di un beso y nalgada antes de que se marchara.Era evidente que ella no tenía idea de lo feliz que me hacía, y de que aunque deseaba que ella y mi madre se la llevaran bien, porque era la mujer con la que deseaba p
Faltando dos días para viajar, movieron por una calamidad familiar, la fecha del concierto, para un mes más tarde. Eso me emocionó, podría estar más tiempo con ella.Todo iba bien, los días avanzaban y logré ver a mi madre un par de veces, Angelina trabajaba con Arturo, Mía había regresado y pedido vernos, me negué, mis responsabilidades las llevaba a cabo y disfrutaba de la compañía de Angelina.Tres semanas más tarde, a una semana de viajar, le pedí nuevamente quedarse conmigo, había faltado al trabajo, se sentía indispuesta.—¿Estás segura de que solo son síntomas menstruales?—Si amor, eso y tal vez un poco de estrés.—¿Has estado descansando bien?—Sí, Isaac amor, ya te dije que deben ser los síntomas de mi menstruación, me duelen los pechos y tengo los síntomas habituales.—Está bien, te recogeré mañana para que puedas quedarte conmigo.Nos despedimos, ella bajó del auto, conduje a casa y después de una ducha decidí dormir.Habían pasado un par de días y seguía sintiéndose indis
La miré sin decir nada, a la única que me interesaba escuchar era a ella, no quería a más nadie interviniendo, ya era suficiente, quería escuchar su explicación.Stella puso algo en su nariz y se despertó, cuando la vio reaccionar, me acerqué un poco a ella, la miré y cuando intento levantarse, hice un esfuerzo por no acercarme a ayudarla.—No, no te levantes, Angelina, solo quiero que me respondas, ¿por qué? ¿Por qué me hiciste esto?—Isaac, amor, no es lo que parece, te juro que no sé quién es el hombre, él me besó a la fuerza, Isaac lo siento, yo no sé en qué momento, amor se que se ve mal, pero no es lo que crees lo juro.Ella parecía algo alterada, pero no me convenció su explicación.—¿Esa es tu explicación Angelina? ¿Tiene lógica para ti? Mírame a los ojos y dime si lo que has dicho tiene lógica para ti.Ella agachó el rostro, no fue capaz de decir nada, lo que aumentó mi molestia.—¿Tienes idea de todo lo que te estuve llamando? Pero no solo te burlas de mí, te atreves a tratar
Abri los ojos, sintiéndome fatal, no recordaba mucho, de hecho muy poco. Tenía resaca, busqué salir de la cama.—Hola amor… —saludó Mia intentado abrazarme.—¡Mía! ¿Qué haces aquí? —inquirí exaltado.Bajé de inmediato de la cama, pasé mis manos por mi rostro, la resaca era terrible.—Isaac, amor, tú me pediste quedarme —respondió con una sonrisa.—No, Mía, no puede ser posible, estaba ebrio, como es que… Mía tú y yo…—Si Isaac, hicimos el amor…Apreté la mandíbula y los recuerdos llegaron como una cubeta de agua fría.Lo recordaba, le hice el amor pensando, era Angelina.—Lo siento Mía, vete por favor, lo que pasó fue un error.—Isaac, pero hicimos el amor, me pediste una oportunidad.—Estaba ebrio, no sé cómo terminaste aquí, por favor vete y olvida lo que pasó. No quiero volver contigo, lo que dije ante los medios fue un error, estaba molesto, por favor vete.Ella empezó a vestirse, al terminar dijo que me daría tiempo de pensarlo, se acercó, intentó besarme y no lo permití, ella sa
—Vamos hombre, cálmate, Angelina es una buena chica, entenderá que fue producto de tu ebriedad, no te adelantes a los hechos, ella lo entenderá.Miré a Arturo fulminante, lo que decía era una estupidez, apenas y podía creer que eso fuese lo que tenía por decirme.—¿De verdad crees eso, Arturo no te das cuenta verdad? Es una estupidez, Arturo está muy mal, mi ebriedad no es justificación para lo que ella vio, maldición, no te das cuenta de que la convencí de que no me importaba su procedencia, y a la primera oportunidad le demostré que no era cierto, dejé a mi madre salirse con las suya, la atacaron por mi culpa ¿y qué hice yo? No solo la ataqué, Arturo la engañé.—No seas tan duro contigo, Isaac, puede que no sea una justificación, pero vamos, hombre estabas ebrio, pensaste que era ella, eso debería por lo menos darte la oportunidad de remediar tus errores, ella te ama, confía en su amor.—¿Crees que ella me va a creer después de que me dejé cegar y la humillé declarando que la usé pa
—Como gustes, ¿Mía, tú deseabas tener hijos conmigo?Ella tragó grueso y miró a mi madre, humedeció sus labios y se quedó en silencio.—Respóndeme Mía, no tienes que mirar a Cristal, la respuesta la tienes tú.—Sí, Isaac, por supuesto que lo quería, aún lo sigo queriendo.No sentí seguridad y mucho menos percibí honestidad en su respuesta.—Bien, entonces los rumores que me llegaron de abortos que te realizaste son falsos. Mía mírame a los ojos y por el amor que dices sentir por mí, sé honesta.—¿Abortos? Pero qué clase de estupidez estás diciendo Isaac, Mía es una mujer respetable, de clase, jamás podría hacer algo así y mucho menos a un hijo tuyo —protestó mi madre.La ignoré, realicé la pregunta de nuevo, Mía se había puesto pálida. Empecé a discutir con mi madre empeñada en defenderla.—Ya por favor basta —gritó Mía—. Ya no más cristal, lo siento, pero esta vez, como muchas otras veces te equivocas, me he realizado tres abortos y dos de ellos eran hijos de Isaac, estas semanas que
—¿Vamos a tu casa o al estudio, Isaac? —preguntó Arturo.—No lo sé, a donde sea, solo deseo encontrarla, saber que está bien. ¿Tú crees que sería buena idea hacer un comunicado? Tal vez ofrecer una recompensa a quien sepa de su paradero.—No, no estás pensando con claridad, no lo compliques más Isaac, eso no sería buena idea, podrías ponerla en peligro, piensa en ella, en tu hijo, lo haremos a mi modo, déjame contratar investigadores, recurrir a algunos conocidos, ya no cometas más errores.—Tienes razón, es solo que estoy desesperado, Arturo, quiero saber que esté bien, debe estar pasándola muy mal, no solo arruiné las cosas entre nosotros, le he causado muchos problemas, debí escucharla, no debí suponer, no debí.—Ya no seas tan duro contigo, Isaac, por algo pasó lo que pasó, será solo una mala experiencia, Isaac todo sirvió para que tu madre entendiera, descubrir a Mía, no veas solo las consecuencias malas del asunto. Está llamando tu madre, ¿le respondo?—No, no quiero hablar con
Sin su presencia en mi vida, mi inspiración se había ido con ella, lo intentaba, pero no importaba cuántas horas pasara sentado al piano, no conseguía nada, mi bloqueo era más del que hubiera enfrentado a lo largo de mi carrera.Me senté en la cama y suspiré profundo, releí la nota y al girarla, mi mundo se iluminó, había un lugar donde no la había buscado, ese hotel.Tenía la dirección en la nota, con la intención de buscarla en ese lugar, me puse algo cómodo y adecuado para ir al lugar, lograr pasar desapercibido. Edson no estaba, usé uno de mis autos deportivos, mientras conducía pensaba emocionado en esa posibilidad.—Buenas noches, ¿la habitación 18, por favor?—Está ocupada, tenemos otras disponibles, ¿desea para unas horas o toda la noche?—Vengo a ver a la persona en la habitación 18.Me miró extrañado, supuse que si ella estaba le había pedido no revelar su identidad o permitir el paso.—Es confidencial, la persona no dejó dicho, esperaba a alguien, de esa manera no es posibl