—Yo...
—¡Hazlo, maldita zorra! —el hombre calvo da un manotazo en la mesa que me sobresalta—. Deberías aprender a la esposa de Enzo, quien no tiene problema alguno en realizar lo que su hombre pide, eres una puta ¿qué más da una follada aquí?
Suplico a Enzo que detenga esta locura, pero en su lugar, aparta la mirada de mi y besa a Anabelle, la furia que siento comienza a picar mi piel, y llena de rabia hacia toda esta gente. Me levanto abruptamente.
"Bien, si eso quiere Enzo, eso tendrá"
De mala gana me bajo las bragas y se las lanzo a Enzo, quien las atrapa rápidamente. Sus ojos me acribillan, lo ignoro y veo que Corban ya tiene su polla fuera de
ENZO.—¿Estás seguro de lo que haces? —me pregunta Preppy.—Tengo que hacerlo, pienso acabar con los Lebrestoss antes de que ellos vengan a por mi —digo cerrando la cajuela de mi carro.—¿Y por qué mierda tengo que quedarme de canguro? —me mira confundido y resentido—. Es mi deber y mi trabajo cuidar tu culo, no el de Lea.—Lo harás porque es mi esposa, la mujer que me importa, ahora es de nuestra familia, y la cuidarás porque solo confío en ti —espeto con firmeza poniendo una mano sobre su hombro—. Una semana, solo eso tardaré.—
CORBAN—¡No puedo creer que seas tan incompetente! —estalla mi padre en cuanto llegamos a la casa, después del inconveniente.—No me importa lo que pienses de mí, padre, es ella a quien quiero a mi lado, como esposa y...Mi padre me lanza un puñetazo certero en el estómago, sacando el aire y doblándome.—No digas estupideces, tú te casarás con Valantine, y punto, si quieres a esa puta como amante, bien, pero casarte con ella no es una opción —brama mirándome como si fuera una cosa insignificante y no su propio hijo, su sangre—. Está en juego mucho dinero y esa muerta de hambre no arruinará mis planes
LEAHa pasado una semana entera en la que Enzo ha permanecido dormido, en una especie de trance o coma, los doctores que trajo Preppy desde que llegamos a una de las casas que pertenecían a la familia Brzezinski y que, se encontraba escondida en medio de las montañas, dijeron que su estado de salud estaba bien, solo había sufrido algunos hematomas por el impacto del choque, cortadas y el golpe en la cabeza no afectó en nada. Lo que me dejaba meramente tranquila.En cuanto a mí... Esa es otra historia, me costó tres horas convencer al cabezota de Preppy para que me dejara trabajar en el restaurante de Brandon, luego de tanta insistencia, logré que aceptara, así que por las mañanas iba a la Universidad y por las tardes trabajaba en dar clases extras y a las ci
BARCLAYLa puta que salta sobre mi verga, hace que mis problemas solo aumenten, no me hace olvidar, no hace que mi mente deje de pensar una y otra vez en la decisión que tomó Enzo al pasarse por muerto. Ahora que me había convertido en el Boss, había obtenido más respeto y más miedo de la gente.Hablar con Preppy no fue cosa fácil, en especial cuando nuestra charla se basó en estarnos disparando con mierdas de colores que salpicaban nuestros estúpidos trajes. Después del pequeño incidente en el que creyeron que yo lo había mandado matar, cuando en realidad fue Ferguson, Lea aceptó escucharme y por alguna extraña razón, me creyó. Pero no la mano derecha de Enzo, por lo que para que nadie saliera herido, a mi he
ENZOLa adrenalina recorre todo mi torrente sanguíneo, y no puedo evitar sonreír ante los cuerpos desangrados que yacen a nuestro alrededor, hace años que no sentía esta felicidad de matar...—Siento haberte embarrado en mis mierdas, Enzo —la voz melódica de Molly; la mujer que amé en el pasado, o al menos creí haberlo hecho, me mira con cautela y la entiendo.—No te preocupes, son cosas que no se pueden evitar, tómalo como un favor a tu padre —respondo tomando una larga bocanada de aire puro.—Gracias —finaliza.Al igual que yo, ambos no tenemos ánimos de seguir juntos
CORBANRememoro las imágenes de Lea semidesnuda en la fiesta de ese criminal de mierda, y no puedo evitar aumentar la fricción, imaginando que soy yo quien disfruta de su cuerpo, en mi mente la desnudo salvajemente, succiono sus pezones hasta dejarlos rojos del dolor, ella se arquea y susurra mi nombre mientras le meto la polla, sí, mi enorme polla...Hago de mi sueño, una fantasía e imagino que ambos estamos dentro de la habitación de un hotel.—Dame más —me exige Lea, alzando las caderas mientras se muerde el labio inferior—.Métemelatoda.—¿Segura nena? —sonrío con picard&iac
PREPPYHablar con las mujeres del tipo de la peque es tan agotador, que cuando llegamos a casa lo único en lo que pienso es en follar, drogarme y comer, todo en ese orden, a lo lejos escucho como Lea habla por teléfono con mi amigo y dice la palabra más repugnante del mundo "Te amo" las arcadas comienzan a darme e imito vomitar, esas dos palabras nunca saldrán de mi boca, puesto que no existe nadie, ninguna mujer que sea digna de esa palabra o sentimiento... O lo que sea esa mierda.Jamás he sentido algo por una mujer, todas son perras que solo sirven para abrir las piernas, son coños dulces. Mientras me quito la cazadora negra, la imagen de Ariel viene a mi, su cabello morado me hipnotiza, y verle el culo moviéndose de un lado a otro me tiene babeando, joder, jamá
Rodeo su pequeña cintura con un brazo y la estrecho contra mi cuerpo, sus pechos se aplastan y noto un moretón en su hombro, ella se percata de la dirección en la que van mis ojos, intenta apartarse de mi, ahora su mirada parece distinta, ¿es miedo lo que veo en sus ojos? Sí, pero no a mí, miedo a otra cosa, intenta soltarse de mi agarre y es imposible, es tan pequeña para mi...—Suéltame.—Dime —demando.—No —responde y le doy al clavo.—Dije, que hables, Ariel.—No es tu asunto.—No me vengas con pavadas.
Último capítulo