CORBAN
Rememoro las imágenes de Lea semidesnuda en la fiesta de ese criminal de mierda, y no puedo evitar aumentar la fricción, imaginando que soy yo quien disfruta de su cuerpo, en mi mente la desnudo salvajemente, succiono sus pezones hasta dejarlos rojos del dolor, ella se arquea y susurra mi nombre mientras le meto la polla, sí, mi enorme polla...
Hago de mi sueño, una fantasía e imagino que ambos estamos dentro de la habitación de un hotel.
—Dame más —me exige Lea, alzando las caderas mientras se muerde el labio inferior—. Métemela toda.
—¿Segura nena? —sonrío con picard&iac
PREPPYHablar con las mujeres del tipo de la peque es tan agotador, que cuando llegamos a casa lo único en lo que pienso es en follar, drogarme y comer, todo en ese orden, a lo lejos escucho como Lea habla por teléfono con mi amigo y dice la palabra más repugnante del mundo "Te amo" las arcadas comienzan a darme e imito vomitar, esas dos palabras nunca saldrán de mi boca, puesto que no existe nadie, ninguna mujer que sea digna de esa palabra o sentimiento... O lo que sea esa mierda.Jamás he sentido algo por una mujer, todas son perras que solo sirven para abrir las piernas, son coños dulces. Mientras me quito la cazadora negra, la imagen de Ariel viene a mi, su cabello morado me hipnotiza, y verle el culo moviéndose de un lado a otro me tiene babeando, joder, jamá
Rodeo su pequeña cintura con un brazo y la estrecho contra mi cuerpo, sus pechos se aplastan y noto un moretón en su hombro, ella se percata de la dirección en la que van mis ojos, intenta apartarse de mi, ahora su mirada parece distinta, ¿es miedo lo que veo en sus ojos? Sí, pero no a mí, miedo a otra cosa, intenta soltarse de mi agarre y es imposible, es tan pequeña para mi...—Suéltame.—Dime —demando.—No —responde y le doy al clavo.—Dije, que hables, Ariel.—No es tu asunto.—No me vengas con pavadas.
BARCLAY—¡Debe ser una jodida broma! Eres buena —exclamo al ver como llevo toda la noche intentando ganarle a Mandy o como le gusta que le digan; Miny, en el póker.Cuando la azoté en el callejón el trato para meterle mi polla era que ganara, era bueno pero ella, joder, era una maestra. Y ahora estaba en su departamento de mierda a solo dos calles del restaurante de su primo Brandon. ¿Cómo es que el Boss llegó a esto?—Lo siento macho, has perdido, lo que indica que te quedas sin meter tu verga en mi coño.La muy orgullosa se pone de pie y gira, restregando su culo en mi visión.—Co
LEANo puedo evitar lanzarle miradas envenenadas a la azafata que no le quita los ojos de encima a Enzo, la muy arpía le hace ojitos aun en mi presencia y siento ganas de estrangularla, él la trata y le habla normal, evita verla pese al escote que se carga la zorra, lo hace por respeto a mí, y algo se retuerce en mi interior cuando un pensamiento vano me llena, ¿y si no estuviera aquí, él la follaría? Joder, cada vez que estaba con Enzo me entraban unas ganas inmensas de permanecer a su lado toda la vida, y al mismo tiempo de estrangularlo por cabrón.—Desea algo más, mi señor —dice la puta con voz dulzona.—Es todo, retírate —Enzo asiente con la cabeza.
PREPPY"Juro solemnemente que mis intenciones de matar a estos dospeliagudos, son ciertas"Repito algo que vi en una película de magos de mierda cuando era más joven, perdiendo una puta apuesta con Enzo, solo que he modificado la frase. Cuando llegué a donde me dijo el cojonudo de Boss, él y la puta rubia que lo acompañaba me obligaron a quedarme escondido como pijo en una esquina.—Ya pasaron cinco minutos —espeto y comienzo a sacar mi pistola—. Hoy muere ese cabrón.Doy un paso pero el hermano de Lea me lo impide y me apunta con su pistola, yo reacciono y hago lo mismo, ambos nos desafiamos, vamos, el odio es mutuo.
LEAHan pasado cerca de dos días en los que Enzo y yo no hemos salido de la habitación del hotel, todo el tiempo quiere hacerme suya y en cualquier oportunidad no deja de penetrarme, tanto, que siento que en verdad va a partirme en dos, por lo que deseosa de lo que me va a mostrar hoy, decido ponerme un vestido negro, entallado, sin mangas y con un escote cuadrado que realza mis pechos, dejo mi cabello suelto y me coloco un difuminado oscuro en los ojos, me veo en el espejo y aún no creo que sea yo.Mi mirada desciende hasta el anillo que rodea mi dedo y no puedo evitar alzar una sonrisa en dirección al cielo. Pero el recordar a mi bebé solo acrecienta la tristeza que habita en mi interior.«Te extraño»
BARCLAY—Tiene que ser una jodida broma —exclamo.Frente a mi se encuentran Ariel; la chica de cabellos morados y Mandy, la rubia que estuve a nada de follar, después de comentarme lo que Corban, ese hijo de puta le dijo, no me queda otra opción que eliminarlo, sin perder tiempo me pongo de pie y me dirijo a la salida. Fingir ser un desamparado para llegar a mi hermana, era lo más bajo del mundo.—¿Qué piensas hacer? Ya han pasado dos días y... —Mandy me detiene, su tacto me quema y la aparto mediante un movimiento brusco.—Eso no es tu asunto, Barbie.—Claro que es mi asunto, Lea es nuestr
BARCLAYNo puedo dejar de ver a Ariel, joder, esta chica había tenido la confianza para contarme sobre su pasado oscuro, haciéndome jurar que no le diría nada a nadie, no le daba miedo el Boss, las mafias y mucho menos estaba aterrada con las historias que le conté sobre cómo maté a algunos pendejos, mientras esperábamos entrar al lugar de mala muerte al que me trajo.—¿Cómo puedes estar segura de que está ese idiota aquí? —pregunto sin perder tiempo.Mis ojos recorren su cuerpo, trae puesto un vestido negro, sin mangas y con un escote que solo realza sus tetas, el cabello suelto y su maquillaje hacen el conjunto perfecto para ponerme duro.
Último capítulo