ENZO
La paciencia no es una de las cosas que manejo mejor, en especial cuando se trata de ver a Lea haciendo muecas después de despertar en una camilla, el doctor que la atiende es joven, y no soy idiota, sé que le mira los pechos discretamente. Cierro los puños estando a punto de estampar su cráneo contra el suelo, cuando de pronto termina de vendar el hombro de Lea y la indica que se ponga la blusa.
—Estarás bien, afortunadamente la bala no era de largo calibre y no te dio en otra parte del cuerpo —le dice ignorando totalmente mi presencia y la del pendejo de Barclay—. Te daré algunos analgésicos.
—Doctor, estoy embarazada —dice Leah con voz dulzona y siento la necesidad de girarla y clava
LEA —¡Embarazada! Exclama Alan y enseguida la doy un codazo en el hombro. Alan era uno de mis más queridos amigos, lo había conocido al inicio de la Universidad, pero justo hace dos años tuvo que marcharse a Londres porque sus abuelos estaban muy enfermos, no tenía padres debido a que ambos murieron en un accidente de auto cuando era apenas un niño, y todo lo que era se lo debía a que los ancianos que hace tres meses habían fallecido. —Joder, Lea —musita al tiempo que se mete una papa frita a la boca y mastica con ansiedad para luego rematar con una hamburguesa doble queso—. No puedo creer todo lo que me has contado. —Pues es real —asiento lentamente, viendo de soslayo como Enzo y Barclay nos miran desde la mesa a
LEACuando despierto, lo primero que veo es el techo blanco que se presenta ante mi, con ojos llenos de miedo comienzo a inspeccionar el sitio; un cuarto de hospital. Es donde me encuentro, intento moverme pero me duele todo el cuerpo, a mi lado hay un gotero y estoy conectada a un montón de cables y mangueras, una de ellas va dirigida a mi nariz, llegando a un respirador. Con manos temblorosas y el corazón comprimido me la quito, hago una mueca cuando me incorporo.—Lea.Una voz ronca me eriza la piel, giro a mi derecha y mis ojos conectan con los de Enzo.—¿Qué ha pasado? —trago duro al tiempo que observo como se acerca hasta mi, tiene un ligero vendaje en el brazo y alg
PREPPYEnzo sale abatido de la habitación de la peque, no hace falta que me diga algo o me mire para saber que las cosas entre ellos se fueron a la jodida mierda.«Por eso el amor no es bueno, las mujeres empeoran todo»Me pongo de pie y lo sigo en silencio, como una puta sombra, camina derecho y cuando pasa manda a todo el mundo al infierno, de donde venimos todos los mafiosos, quiero decirle que se lo advertí, la peque no pertenecía a nuestro mundo, puta madre, éramos asesinos, joder, ninguna chica con una vida normal lo aceptaría.Salimos del puto hospital y cuando se dirige al carro nuevo que le he traído, se detiene y le da una patada al cofre.
LEACuando abro los ojos, me permito respirar hondo e incorporarme, la noche había sido demasiado larga como para querer rememorar todo por milésima vez, necesitaba un respiro de Enzo, de todos, y quería vivir mi duelo. Toco mi vientre y el labio inferior comienza a temblarme, pensar que dentro de mi estaba creciendo una vida y ahora nada, estaba vacía, me sentía hueca por dentro, me había hecho ilusiones. Esa era mi realidad.—¡Buenos días!La voz de Brandon hace que de un respingo, anoche, cuando me escapé del hospital su restaurante fue el primer lugar que se me vino a la mente, debo agradecer el hecho de que no me acribillara con grandes preguntas, y que aceptara darme alojo, ir con Alan no era una
Cierro la boca.—No pienso darte el divorcio, ya lo sabes, eres mía —espeta con crueldad—. Creí habértelo dejado claro.La furia me invade al notar lo apacible que se encuentra y como lo hace ver todo tan fácil.—¡Es que no lo entiendes! —estallo, cansada de su actitud arrogante—. Esto es una puta locura, no pertenezco a tu mundo, te quisieron dañar y por eso tuvimos el accidente, por eso perdí a mi bebé, no nos conocemos, mi hermano es claramente alguien que no es tu amigo, y solo... Solo...Joder.La voz se me quiebra, mis pulmones se colapsan y nuevamente los ojos se me llenan de agua.<
El placer pulsa, flotando fuera de mi alcance, nublando todos mis sentidos y adormeciendo mi buen juicio.—Me perteneces legal y espiritualmente Lea —continua suave pero con un deje de amenaza—. Yo soy el único que te folla, nadie más, ni ahora ni nunca.Enzo no me permite hablar, mueve con más destreza sus dedos, ante sus palabras y movimientos volqué el borde, gimiendo mientras estrellas estallaban dentro de mi, colapso contra él, sintiendo mis mejillas arder, Enzo rápidamente como todo un maestro, saca su enorme polla y la desliza sobre mi muy húmedo coño, se adentra y chillo ante su grosor, no tenía idea de si sus hombres o Preppy pudieran escucharme, pero no me importa en absoluto.Envuelvo mis brazos
ENZOMi pulso se acelera, no puedo evitar tener los deseos latentes por arrancarle los ojos a Brandon, se atrevió a ver a Lea como algo más, y encima me toca los huevos aceptar que será su jodido jefe. Tenía muchas cosas en mente, y una de ellas era la reunión, y por supuesto el castigo para Anabelle y Alicia. Corban estaba incluido pero él tenía que esperar. Acelero sin apartar la mirada de la carretera y el sabor amargo que nada en mi paladar, no desaparece.—Tienes que tranquilizarte —me dice Lea en un intento fallo por hacer que deje el tema fuera—. Solo son flores, lo hizo por amabilidad, es un buen chico y mi jefe, es un alivio saber que tus arranques no harán que me despida antes de haber empezado.
Estamos solos, Lea se ha marchado, y es momento de dar inicio al plan que entre Preppy yo hemos formulado.—Enzo —la voz con exceso dulzón de Anabelle me hace dar arcadas, pero me trago las ganas de asesinarla y me acerco hasta ella.—Ahora que estamos solos, creo que es momento de aclarar algunas cosas —sonrío rodeando su cintura con la mano, atrayéndola hasta mi cuerpo.—Soy toda oídos, cariño —lame mi cuello y lo succiona con fuerza—. Siempre supe que seguías siendo mío.«Maldito Preppy, solo espero que tu plan salga a la perfección»—Y tú siempre mía &