Cierro la boca.
—No pienso darte el divorcio, ya lo sabes, eres mía —espeta con crueldad—. Creí habértelo dejado claro.
La furia me invade al notar lo apacible que se encuentra y como lo hace ver todo tan fácil.
—¡Es que no lo entiendes! —estallo, cansada de su actitud arrogante—. Esto es una puta locura, no pertenezco a tu mundo, te quisieron dañar y por eso tuvimos el accidente, por eso perdí a mi bebé, no nos conocemos, mi hermano es claramente alguien que no es tu amigo, y solo... Solo...
Joder.
La voz se me quiebra, mis pulmones se colapsan y nuevamente los ojos se me llenan de agua.
<El placer pulsa, flotando fuera de mi alcance, nublando todos mis sentidos y adormeciendo mi buen juicio.—Me perteneces legal y espiritualmente Lea —continua suave pero con un deje de amenaza—. Yo soy el único que te folla, nadie más, ni ahora ni nunca.Enzo no me permite hablar, mueve con más destreza sus dedos, ante sus palabras y movimientos volqué el borde, gimiendo mientras estrellas estallaban dentro de mi, colapso contra él, sintiendo mis mejillas arder, Enzo rápidamente como todo un maestro, saca su enorme polla y la desliza sobre mi muy húmedo coño, se adentra y chillo ante su grosor, no tenía idea de si sus hombres o Preppy pudieran escucharme, pero no me importa en absoluto.Envuelvo mis brazos
ENZOMi pulso se acelera, no puedo evitar tener los deseos latentes por arrancarle los ojos a Brandon, se atrevió a ver a Lea como algo más, y encima me toca los huevos aceptar que será su jodido jefe. Tenía muchas cosas en mente, y una de ellas era la reunión, y por supuesto el castigo para Anabelle y Alicia. Corban estaba incluido pero él tenía que esperar. Acelero sin apartar la mirada de la carretera y el sabor amargo que nada en mi paladar, no desaparece.—Tienes que tranquilizarte —me dice Lea en un intento fallo por hacer que deje el tema fuera—. Solo son flores, lo hizo por amabilidad, es un buen chico y mi jefe, es un alivio saber que tus arranques no harán que me despida antes de haber empezado.
Estamos solos, Lea se ha marchado, y es momento de dar inicio al plan que entre Preppy yo hemos formulado.—Enzo —la voz con exceso dulzón de Anabelle me hace dar arcadas, pero me trago las ganas de asesinarla y me acerco hasta ella.—Ahora que estamos solos, creo que es momento de aclarar algunas cosas —sonrío rodeando su cintura con la mano, atrayéndola hasta mi cuerpo.—Soy toda oídos, cariño —lame mi cuello y lo succiona con fuerza—. Siempre supe que seguías siendo mío.«Maldito Preppy, solo espero que tu plan salga a la perfección»—Y tú siempre mía &
ENZO—Más vale que tu plan salga bien —espeto con dureza hacia mi mejor amigo, mientras juego nervioso con un cigarrillo en mis manos, decidiendo aun si lo quiero fumar para calmar mis putos nervios.—Tranquilo, Anabelle funciona así —Preppy saca el humo de su rollo de marihuana, desganado y una actitud despreocupada—. Con una verga en el coño.—¿Por qué no mejor te la tiraste tú? —termino deshaciendo el cigarrillo con mis manos y lanzo los restos de un manotazo—. Haberla follado fue lo más degradante que he hecho en la vida, y fui infiel a Lea, lo sabe y ahora no tengo ni puta idea de lo que va a ocurrir.—Uno; le e
PASADO...—Vamos Enzo, cariño, este es el último paso para demostrar que ya eres un hombre —dice mi madre, la mujer que me parió, deslizando su mano por mi espalda en un dulce intento por tranquilizarme.Trago duro, con siete años de edad, una parte de mí sabe que debería estar jugando en mi cuarto, haciendo amigos en la escuela, jugando a patear la pelota o incluso haciendo los deberes de la escuela, pero no tengo nada de eso, no voy a la escuela como los niños normales, no tengo amigos porque me odian, y mis juegos básicamente consisten en entrenar tiros, estudiar la anatomía del cuerpo, saber mediantedestripamientode animales, los puntos más fáciles para desangrar a una persona, estudiar
CORBANRespiro el aire puro y lleno mis pulmones no solo del oxígeno, sino, de la libertad, aun me dolían las jodidas costillas y la espalda por la incomodidad que me regalaba la cama de piedra de aquella mazmorra de mierda. Cuando llegué a casa mi madre me había recibido con los brazos abiertos y con la mejor noticia que pudiera ponerme de tan buen humor en esos momentos, al parecer Lea si había mentido y había decidido tener al bebé, pero según las palabras de mi madre, un reciente accidente de auto provocó que perdiera al engendro, lo que hizo que mi polla se levantara y proclamara de nueva cuenta su coño, saber que ya no estaba embarazada la hacía apetecible para mi.Termino de vestirme con ropa nueva cuando llaman a mi puerta.
LEA—¿Qué haces aquí? —le pregunto a Enzo cuando noto su presencia al salir de la regadera, doy gracias a Dios por haber enrollado la toalla a mi cuerpo a tiempo—. No quiero verte.Enzo no dice nada, permanece callado, recargando su peso sobre el marco de la puerta bajo el umbral. Va vestido con unos jeans desgastados que lo hacen ver apetecible, pero me niego a seguir pensando en su sexy apariencia. No tiene una camiseta puesta y eso lo hace un torbellino tortuoso de sensaciones que me ahogan.—Preppy me ha contado todo —su voz es ronca, gruesa y tiene ligeros destellos de vergüenza.—No son mis asuntos —replico ajustando más la toalla a mi cu
ANA—¡Maldito Corban Smith! —berreo al tiempo que golpeo el volante con furia.Llevo manejando poco menos de media hora, y con lo que detesto ser yo quien lo hace, pero ese hijo de puta se había atrevido a no solo amenazarme con arruinar y romper los contratos con mi familia, sino, a golpearme.—¡Maldito, maldito, maldito! —doy un nuevo golpe que lo hace pitar.Ese hijo de puta, me conocería después, por ahora lo mejor era seguirle el juego, en especial cuando nuestra posición en la sociedad y situación económica estaba en juego. Había estudiado la zona en la que se hallaba la fortaleza Brzezinski, gracias a los planos que robó