NARRADOR OMNISCIENTE
El avión había aterrizado con éxito, puso su mochila sobre sus hombros y se colocó los lentes mientras caminaba hacia la salida, un auto ya lo estaba esperando, entró y enseguida lanzó la mochila al lado, golpeando el hombro de Boss Hawer, quien de forma inmediata lo fulminó con la mirada.
—No juegues conmigo, estúpido —espetó con firmeza.
—No, tú no juegues conmigo o juro que te vuelo la cabeza en este momento, te recuerdo que si llegaste a ser el Boss, fue gracias a mí, pijo de m****a que juega a ser el rey de la mafia.
Boss cerró la boca.
—Así me gusta, calladito te vez menos feo.
Hawer
ENZO —Bromeas ¿cierto? La mirada impaciente de Preppy solo confirma lo que ya sabía que iba a pasar, pero no me importa, la deseaba, quería follarla tan duro, que jamás recordaría el nombre de Corban Smith, pero me conocía, si lo hacía, no solo serían palabras de dientes para afuera, Lea me pertenecería, incluso su hijo y esta vez los dos ya no tendrían escapatoria, eso era algo seguro. —¿Acaso tengo rostro de diversión? —enarco una ceja con incredulidad. —No, pero... —Dilo —pongo los ojos en blanco. Hago mi conteo mental, esperando a que mi mejor amigo suelte uno de sus comentarios inocentes pero con más vene
—Sabía que esa zorra no te la había mamado bien —arguye sacando mi grueso tronco—. Nadie tiene la garganta tan profunda como yo para recibir todo esto. Lame la punta de mi verga como si fuera un chuche, pero para mí jodida suerte, cuando Alicia está a punto de meterse mi verga a la boca, levanto la mirada y un par de ojos azul zafiro me miran con asombro, Lea está estática observando como Alicia está de rodillas con mi polla en la boca, siento la imperiosa necesidad de aventarla, correr hasta donde está ella y ponerla de rodillas para que siga con lo que Alicia ya no estaba haciendo bien. Pero me quedo quieto, observando los jeans oscuros que se le ajustan al cuerpo como una segunda piel, a sus flats blancas de niña, que hacen juego con la blusa de manga larga con escote que trae puesta, su cabello oscuro cae en largas ondas sobre sus hombros y el ligero maquillaje que trae puesto solo
—Bien, ese no es mi problema —hago bola el pedazo de papel y se lo lanzo en la cara—. Recoge tus mierdas y vete a buscar al padre de ese jodido crío, ya me buscaré una nueva puta. Me sabe amargo lo último, porque con Lea bloqueando mi sistema, comienzo a creer que será algo imposible. —¡Es tuyo, maldito desgraciado, tú hijo! Me detengo antes de cruzar el umbral. —No me vengas con esas m****as, Alicia, lanzando mentiras para retenerme solo aceleras tu muerte, se inteligente, agarra tus cosas y vete a la m****a. —¡No he estado con nadie desde que me follas! Sus mentiras están colmándome la paciencia, así que la encaro y rodeo su
BARCLAY Amaba el ruido que emitía el péndulo, ese sonido era anestesia para mis odios, tranquilizaba mi sistema y la adrenalina dejaba de correr por mi torrente sanguíneo. El tic toc del reloj es lo único que se escucha en la habitación, camino lento, con las manos entrelazadas por detrás y observando a detalle los retratos que descansaban pulcros sobre la chimenea, en ninguno estaba Lea o yo, solo aparecían mis asquerosos progenitores y la zorra de mi hermana mayor. —Interesante —susurro—. Muy interesante. Sigo caminando repasando el pasado, uno que mi tío, hermano de mi padre me contó con apenas ocho años de edad, mi tío Leonel había sido el único familiar que tuve cerca de mi cuando la zorra de mi madre me separó de Lea cuando teníamos tres años, era pequeño, ind
LEA Mi mirada no se podía apartar de Preppy, el tipo raro que no paraba de m****r a la m****a a toda chica de las tiendas departamentales que nos encontrábamos, y que al verlo no dudaban en hacer un par de intentos fallidos por llamar su atención, aunque en mi opinión, creo que las náuseas solo incrementaban por su conveniente coqueteo. —Ni de broma —frunzo el ceño y aparto mi mirada del par de tangas de encaje que me muestra. —¡Ay, vamos peque! —Exclama pisándome los talones mientras intento buscar otro tipo de bragas con las que me sienta bien—. Con estas ten por seguro que Enzo te follará en cuanto te vea. —Estoy embarazada, no pienso follar con él ni con nadie —suelto con irritación, mordiendo mi labio al tiem
—¡Mierda! —brinco al escuchar su voz, giro y lo veo detrás de mí, con una sonrisa de oreja a oreja. —¿Terminaste de jugar a las charadas? —No quiero ir contigo —doy un paso hacia atrás—. No quiero regresar a ese sitio, ustedes son malos, matan... —Sí, no me gusta maquillar la verdad, somos mafiosos, matamos, descuartizamos y desmembramos a nuestros enemigos, yo incluso me drogo y he matado a una que otra puta en mis viajes mentales por no mamármela bien —encoge los hombros optando una actitud desenfadada, como si su declaración no fuera nada. —Una razón más para que me dejen libre, no voy a permitir que le hagan daño a mi bebé. Un brillo de malicia se aloja en los ojos de Preppy
ENZO Saco el humo de mi cigarrillo que estaba reteniendo en mis pulmones y extiendo mi vista hacia el chico que está sentado frente a mí, su parecido es tan idéntico al de Lea que aún me cuesta trabajo entender cómo es que Preppy no investigó bien acerca del gemelo que tenía. Había escuchado hablar de él, y solo en dos ocasiones lo había visto y joder... ¿cómo es que no nos dimos cuenta antes? Preppy debió saber que eran gemelos, ya que traían pleito cazado desde antes, o tal vez mi estúpido amigo no me los quiso decir porque le encantan esas mierdas de las sorpresas. —Y bien ¿te quedarás viendo cómo fumo? —Apago mi cigarrillo con dos dedos—. O me dirás qué hace un crío caga pañales en mi fortaleza. —Ten cuidado con tus palabras, Brzezinski, porque puede que tenga s
LEA Me cuesta trabajo procesar lo que Barclay; mi hermano gemelo me dice, en especial cuando no ha parado de hablar, solo se toma unos dos o hasta tres segundos para detenerse, tomar aire y seguir con el parloteo. Y ahora me encuentro en la misma mesa, con Enzo a mi lado fulminando con su mirada más amenazante, a Brandon, quien a su vez lo ignora y sigue con lo suyo en la barra de comida para llevar, Preppy seguía sin aparecer y frente a mí, un par de ojos azules tan idénticos a los míos, me estudiaban con detalle. —Entonces mamá y papá te entregaron con el tío y te convertiste en un criminal —las palabras que brotan de mi boca me parecen absurdas—. Y el dinero que mandabas a nuestros padres ellos se lo gastaron... Tu eres mi hermano mellizo, un asesino y criminal y ahora el Boss...
Último capítulo