Todo sucede demasiado rápido, Lea mueve la cadera a la izquierda, lo que le da cabida a sacar una de sus piernas y darle un rodillazo en las costillas al mastodonte, aprovecha los dos segundos de queja del tipo, y enrollando sus piernas en su cuerpo, ejerció presión, luego siguió un cabezazo, una vez liberada lo empujó, recogió una navaja del suelo y en menos de un pestañeo se la clavó en el cuello tres veces seguidas, sin titubear.
—Mierda... ¿crees que acepte trabajar conmigo? Mataríamos de lujo —murmura Preppy.
Lea no se ha dado cuenta de nuestra presencia, recorro su cuerpo y comienzo a caminar hacia ella, su trasero parece más firme y estrecho, sus piernas más delgadas y su cabello oscuro lo tiene recogido en una coleta.
LEAObservo a Enzo y siento un espasmo estomacal cuando ancla sus fríos ojos sobre mí, aun en las distancias cortas su olor a loción mezclada con sudor y unos toques de cigarrillo, hacen que algo surja desde mi interior, una sensación que llevaba dormida desde hace tres años y que ahora estaba despertando, tenía que parar este juego del gato y el ratón, por lo que cuando noto que me abre las piernas con toda la intención de enfilar su polla en mi canal, muevo la cadera a un lado, haciendo la misma maniobra que me enseñó Cédric y que me salvó hace unos minutos de ser brutalmente golpeada y asesinada.—Lo siento, no tengo tiempo para ti, Enzo Brzezinski —suelto y con un movimiento rápido logro girar y ahora soy yo quien
Me dirijo a Cédric y entramos a la que era mi habitación, intento cerrar la puerta cuando me aseguro que los dos estamos dentro, pero la mano de Enzo me lo impide.—Largo.—Y una mierda, Lea —empuja la puerta y con ella a mí.—Vete, Enzo.—Ya te dije que no.—Oigan, no quiero interrumpir su encuentro tan amoroso pero tenemos un problema —interrumpe Cédric.—¿Qué quieres decir? —me dirijo a mi amigo, olvidándome de la presencia de Enzo.—Mi contacto me acaba de avisar que la
ENZOLa tensión que recibía mi cuerpo por parte de mis ya alteradas preocupaciones y el aire hostil que se respiraba en aquella habitación, hacía que el pequeño espacio en el que nos encontrábamos Lea y yo, se convirtiera en un campo de batalla, y una de la que no estaba dispuesto a perder. Todo había ocurrido demasiado rápido, sabía que una vez que encontrara a Lea y a mi hija, se convertirían en un blanco perfecto como lo he sido yo en todo este tiempo, pero tenía la ferviente seguridad de ponerlas a salvo antes.Mis ojos no pueden dejar de anclarse en el perfecto cuerpo de Lea, en sus curvas, su vientre está plano a pesar de haber tenido a Ema, su trasero permanece más firme y estrecho de lo que lo recuerdo y sus tetas... joder
—Boss, Cédric, cuiden las entradas de la casa y verifiquen que todo esté asegurado, Preppy —me dirijo a mi mejor amigo, al tipo que asesinaría a cualquiera que intente tocarme a mí, a Lea y ahora a mi hija—. Cuida de Ema.—Pero esa cosa mona llora y putea a todo hombre que... —no permito que termine y se la paso, Preppy la observa como si fuera un cachorro extraño y Ema ríe cuando él enarca una ceja con incredulidad—. Bien, este es el trato minion, si me picas los ojos o te atreves a golpearme, te esconderé todas tus muñecas y me encargaré de asesinar a todos tus novios cuando crezcas.Ema ríe e intenta tocarle el rostro.—No, a Preppy nadie le toca el rostro —br
LEAEra lo mejor para todos, sabía que una vez que Enzo obtuviera lo que por tantos años ha deseado, bajaría la guardia y cedería ante mis encantos, lo cual era un punto a mi favor para llevar a cabo mi plan. El sedante que le había administrado hizo efecto rápido y ahora dormía como un tierno bebé sobre mi cama, sin apartar mucho la vista de él, comienzo a vestirme, para estos minutos Cédric ya debió haber sedado a Barclay y a Preppy, puede que los tres hombres terminen odiándome cuando despierten, pero era lo mejor, estábamos rodeados hasta el cuello, y aunque Enzo y Barclay quisieran entretenerlos, pasar todo ese mar de hombres era realmente imposible sin sufrir daño alguno.Le echo un último vistazo al papá
Le devuelvo el móvil al tipo y este enseguida me da una bofetada que arde, obligándome a caer de rodillas.—Amárrenla —ordena y enseguida se acercan otros dos tipos para sujetarme las manos con cuerdas y ponerme una cinta en la boca.Giro hacia la cabaña y de lejos observo a Preppy, en su mirada hay fuego y sé que muere por ayudarme, pero se detiene por Ema, y porque ambos sabemos que cuando despierte Enzo, todos conoceremos el infierno. Asiento con la cabeza en su dirección como última indicación de que todo está bien y que cuide de mi hija, aparto la mirada cuando el mismo tipo tatuado me sujeta del brazo y me obliga a caminar.Comienzo a alejarme y me obligo a levantar la mirada cuando llegamos a una camionet
ENZOCuando despierto me siento incómodo por la posición en la que me encuentro, lentamente abro los ojos y lo primero que veo es el rostro del Boss, parece serio aunque conserva su mismo aire burlesco. Me incorporo y soy consciente de que estamos en mi avión, el mismo en el que llegamos para recuperar a Lea a mi hija.—Despertaste —dice y siento el deseo imperioso de estampar su rostro sobre el suelo, solo le perdonaba la vida porque era el hermano de Lea.—¿Qué mierda pasó? —Intento moverme y es cuando caigo en cuenta que estoy amarrado de pies, con las manos esposadas a los lados del asiento—. Qué significa esto, Boss.El tipo oscurece s
Observo a todos mis hombres reunidos, hace veinte minutos que llegamos a la fortaleza, hombres meramente capacitados para asesinar a sangre fría, muchos de ellos son expertos en cualquier tipo de arma, los mejores, hombres tatuados, con marcas en la piel, con aspecto que atemorizaría a cualquiera que intente meterse con ellos, fieles a mí, puesto que después de las traiciones que hubo en el pasado, Preppy se encargó de ponerlos a prueba, así que los cincuenta hombres que se encontraban frente a mí, eran leales.—Les presento a Ema Brzezinski —digo con orgullo mientras la cargo entre mis brazos.Mi hija observa en silencio a todos y comienza a mover sus labios.—Hombrrsshhh malossss —balbucea mi pequeña y le