LEA
Era lo mejor para todos, sabía que una vez que Enzo obtuviera lo que por tantos años ha deseado, bajaría la guardia y cedería ante mis encantos, lo cual era un punto a mi favor para llevar a cabo mi plan. El sedante que le había administrado hizo efecto rápido y ahora dormía como un tierno bebé sobre mi cama, sin apartar mucho la vista de él, comienzo a vestirme, para estos minutos Cédric ya debió haber sedado a Barclay y a Preppy, puede que los tres hombres terminen odiándome cuando despierten, pero era lo mejor, estábamos rodeados hasta el cuello, y aunque Enzo y Barclay quisieran entretenerlos, pasar todo ese mar de hombres era realmente imposible sin sufrir daño alguno.
Le echo un último vistazo al papá
Le devuelvo el móvil al tipo y este enseguida me da una bofetada que arde, obligándome a caer de rodillas.—Amárrenla —ordena y enseguida se acercan otros dos tipos para sujetarme las manos con cuerdas y ponerme una cinta en la boca.Giro hacia la cabaña y de lejos observo a Preppy, en su mirada hay fuego y sé que muere por ayudarme, pero se detiene por Ema, y porque ambos sabemos que cuando despierte Enzo, todos conoceremos el infierno. Asiento con la cabeza en su dirección como última indicación de que todo está bien y que cuide de mi hija, aparto la mirada cuando el mismo tipo tatuado me sujeta del brazo y me obliga a caminar.Comienzo a alejarme y me obligo a levantar la mirada cuando llegamos a una camionet
ENZOCuando despierto me siento incómodo por la posición en la que me encuentro, lentamente abro los ojos y lo primero que veo es el rostro del Boss, parece serio aunque conserva su mismo aire burlesco. Me incorporo y soy consciente de que estamos en mi avión, el mismo en el que llegamos para recuperar a Lea a mi hija.—Despertaste —dice y siento el deseo imperioso de estampar su rostro sobre el suelo, solo le perdonaba la vida porque era el hermano de Lea.—¿Qué mierda pasó? —Intento moverme y es cuando caigo en cuenta que estoy amarrado de pies, con las manos esposadas a los lados del asiento—. Qué significa esto, Boss.El tipo oscurece s
Observo a todos mis hombres reunidos, hace veinte minutos que llegamos a la fortaleza, hombres meramente capacitados para asesinar a sangre fría, muchos de ellos son expertos en cualquier tipo de arma, los mejores, hombres tatuados, con marcas en la piel, con aspecto que atemorizaría a cualquiera que intente meterse con ellos, fieles a mí, puesto que después de las traiciones que hubo en el pasado, Preppy se encargó de ponerlos a prueba, así que los cincuenta hombres que se encontraban frente a mí, eran leales.—Les presento a Ema Brzezinski —digo con orgullo mientras la cargo entre mis brazos.Mi hija observa en silencio a todos y comienza a mover sus labios.—Hombrrsshhh malossss —balbucea mi pequeña y le
LEAEl pecho me arde, la cabeza me estalla, estoy al borde del colapso y siento como si cada una de mis articulaciones estuviera a punto de estallar, como si cada gota de mi sangre la estuvieran drenando y yo no pudiera hacer nada para detener el mar rojo que tiñe mi piel y mi ser. No escucho nada, mis ojos están fijos en el hombre que más deseo matar, porque si hubo algún día en el que pensé que nunca llegaría a tanto en contra de un ser humano, estaba equivocada.Cédric tenía razón cuando me dijo que el día en el que Ema naciera, mataría por ella y pensaría de un modo distinto, era cierto, lo comprobé desde el momento en el que me encerró con aquellos hombres, y ese hijo de puta no se atrevería a tocar un so
ACTUALIDAD...Eso era lo que realmente había pasado, si bien no me sentía orgullosa de haber asesinado, tampoco sentía remordimiento, y ahora estaba en medio del tipo que casi me mata y del hombre que iba a morir conmigo hoy; Ferguson Smith. Él me tiene sujeta por la cintura, apuntándome con un arma, me obliga a ver al frente y es cuando lo veo, mi mundo se derrumba, mi corazón palpita frenético, mis ojos hacen contacto con el hombre que más amo y odio al mismo tiempo; Enzo.Sus ojos verdes, tan idénticos a los de Ema, son dos llamaradas que me intimidan.—Lea —dice y su tono gélido me encoge.—¡Enzo Brzezinski! &mda
—¿Puedo saber qué te resulta tan gracioso? —me pregunta Ferguson y se atreve a tocar mi rostro, haciendo a un lado un mechón suelto de mi cabello, cubierto con la sangre de sus hombres.Alzo la mirada y le muestro los dientes.—Lo gracioso aquí es que no debiste haber embarrado a mi hija en tus porquerías.—¿Por qué?Encojo los hombros con inocencia.—Porque vas a morir, hijo de perra.Saco la navaja que tenía escondida entre el liguero debajo de mi vestido, y se la clavo en el cuello, le doy un cabezazo y lo hago rodar por las escaleras, mientras
ENZOA lo largo de mi vida he matado, descuartizado, follado a cuanta mujer se me antojara y se pusiera en mi camino. He probado sustancias que a cualquiera ya hubieran matado, mi vida nunca fue color de rosa, desde que era niño supe que mi destino había sido trazado, que mi muerte era algo que ya tenía tatuada con tinta en la frente, imaginé que el día que muriera sería en manos de un criminal, o en medio de alguna batalla dentro del mundo de la mafia, pero jamás imaginé que moriría protegiendo a una mujer, a la mujer que más he amado en la vida.Lea, la chica que una vez vi por casualidad y de la que quedé tan impresionado con su belleza que no cedí hasta lograr que nuestros caminos se cruzaran, por mucho tiempo estuve convencido que y
Observo la hora que marca el reloj y comienzo a impacientarme, Lea no aparece por ningún lado y Ema comienza a ponerse de mal humor porque tiene sueño, son las diez de la noche, hace una puta hora que debió haber llegado y siento que la poca paciencia que ya me queda se acaba con cada segundo. Estamos en mi despacho y la luz que emite la chimenea hace que le de un aspecto lúgubre al lugar.-Maldita sea -tomo a Ema, la cargo y estoy a punto de abrir la puerta para buscar a su madre, cuando esta aparece con la misma ropa, sus ojos están rojos, ha estado llorando, sus manos sufren ligeros espasmos y parece que vuelvo a ver a la misma Lea del pasado, y no a la asesina que meses atrás defendió a su hombre y a su hija.-Siento la demora, acabo de llegar -dice y espera a que le de paso.