TEMOR

María José

La bienvenida no ha sido la mejor, pero trato de que el ambiente fluya y no crear silencios incómodos.

Mi padre abre la puerta y el manojo de crespos rojos es lo primero que veo.

—Vamos para el lago ¿Quieres venir?

—La verdad es que me siento un poco indispuesta.

—¿Como? ¿Que te duele? —se termina de adentrar preocupado.

—Solo es dolor de estómago, pero si puedo quisiera quedarme.

—Claro que puedes cariño, todos irán, así que si empeoras quiero que me llames ¿Esta bien?

—Si  — Mi padre vuelve a salir y escucho como todos se preparan para irse. La bruja de mi madrastra pregunta por mi, como si verdaderamente le importará.

Cuando me aseguro de que la casa esta sola, decido levantarme e ir a explorar la casa como se debe.

Comienzo por las habitaciones, principalmente la de mi herma