NARRA ALAN
—¿No te hizo sentir bien eso que acabamos de hacer? — me pregunta mi padre y la verdad es que sí. Me hizo sentir bien ayudar a esa familia, no conozco muy bien su historia, pero bastaba ver los morados en la cara de la madre de Susy para saberlo. Inevitablemente suspiré al pensar en ella nuevamente. Siempre he sido un hombre con estándares muy altos en las mujeres en especial que sean altas, con bastantes atributos, rubias, ojos de color verde o azules. Susy es todo lo contrario a eso. No me llega ni al hombro, tiene un bonito trasero y muy buenos atributos añadidos a su pecho. Su cabello es castaño oscuro, sus ojos son color miel, sin mencionar que tiene rasgos asiáticos y eso a cierto punto me gusta demasiado. Ella parece una muñeca de porcelana, una bella extraña y hasta cierto punto excitante para mí.
—Si, se sintió bien. — respondí saliendo de mis pensamientos.
—Me alegra, porque a partir de ahora me ayudarás en la fundación. Yo no podré venir tan seguido, quiero estar pendientes de tu hermano Ángel desde que se fue Clara anda que no lo calienta ni el sol. — rodé mis ojos viendo por la ventana. Siempre Ángel se llevaba la atención de mis padres. No haría escándalo, lo único que deseo y quiero es tener la excusa perfecta de verla nuevamente y a cada momento que venga a colaborar.
—Si, esta bien solo me dices en qué y lo hago. ¿Cómo te sientes tú que de todos tus hijos el único interesado en ayudarte con esto soy yo? — le digo devolviendo su pregunta con algo de altanería.
—Podrás decir que no los conozco, pero sé muy bien quienes son ustedes y tú no eres más que un gallo con largas espuelas listo para atacar, pero siempre al final con corazón de pollo. Ojalá te encuentres una novia pronto porque últimamente andas de un humorcito. Qué vuelves loco a cualquiera. —me comenta y ambos reímos hasta llegar a la casa.
Los días fueron pasando y cada vez que iba al edificio a ayudar me encontraba con ella siempre en la cocina o sirviendo la comida con una sonrisa inocente en su rostro. Recuerdo muy bien cuando sin pelos en la lengua me dijo que yo era como había imaginado a su príncipe. Su inocencia me volvía loco y siempre más de alguno de los que llegaban a la hora del almuerzo le decían piropos o la invitaban a salir cosa que me ardía en la punta del estómago sin que pudiera controlarlo. La saludaba y hablábamos de lo bien que se siente ayudar al prójimo. Se me olvidaba un enorme detalle, aquí ella tenía muchos buitres encima. Necesitaba sacarla de aquí o podía perderla antes de siquiera entender porque me estaba provocando todas estas desconocidas sensaciones.
—Gracias por ayudarme hoy, hijo. — comenta mi padre cuando llegue a casa. Se me había olvidado comer, moría de hambre y fue ahí donde se me encendió el foco.
—Papá la joven que ayudamos el otro día, es buena para la cocina, no estaría mal que nos ayude aquí como un trabajo. Muero de hambre y siento que me van a salir plumas de tanto pollo asado que compran. — le comento y el alza la ceja pensando en lo que le estoy diciendo, encoge los hombros.
—Se lo comentare a tu madre, creo que aparte que necesitamos la ayuda se haría algo bueno al ofrecerle un trabajo estable a la muchacha. — dice y yo me dedique a asentir desinteresadamente mas en mi espalda tenía los dedos cruzados deseando que sea un sí de parte de mi madre. Para mi suerte así fue esa misma noche mi mamá al ver que no había nada de comida en la nevera, se frustró al ver que necesitaba ayuda, mi padre le comento sobre mi propuesta y ella dijo que estaba bien. Quería conocerla y hacerle un par de preguntas. Al día siguiente Susy llegó a la casa y la primera en recibirla efusivamente fue mi pequeña y odiosa hermana Alana.
—¡Oh por Dios! ¡Eres muy bonita! — grito al verla. No pude evitar sentirme un poco orgulloso ante ese comentario significaba que Susy no solo ante mis ojos era hermosa, si no que mi hermana también lo notaba. Mi mamá la llamó al despacho y se quedaron ahí por unos minutos luego salieron y mamá se despidió de todos pues se le hacía tarde para su primer paciente.
—Puedo comenzar a preparar el desayuno si me gusta, señor Iván. — le dice parándose casi frente a nosotros, Aitor me la señalaba con los ojos y se mordía los labios. Le di una patada en la pierna.
—Eso estaría muy bien Susy, muchas gracias. — le responde mi padre y ella asiente, hace como una reverencia frente a mi padre y camino hasta la cocina. Aitor va hasta la cocina y antes que siquiera le hablara lo tomé del cuello y lo hago caminar de regreso a la sala para alejarlo de ella.
—Recuerda que tenemos estándares, ella es una sirvienta. Ni lo pienses o dejaras de ser mi hermano y hablo muy enserio. — le dije antes de soltarlo.
—Uy, los lobos están de cacería y encontraron un lindo corderito. Por favor, díganme que ustedes no son como mis primos diabólicos. — dice Alana viéndonos desde la entrada a la cocina.
—Ten cuidado Susy, te están observando. — le comenta haciendo que vea en nuestra dirección. La casa comenzaba a oler a un delicioso desayuno que estaba preparando mi muñequita. Se escucha ruido en las escaleras y es el tonto de mi hermano Ángel. Se encerró en su habitación después de que su amiga Clara se fuera. El estaba enamorado de Clara y creo que ella no había olvidado a su ex Liam. Porque se fue sin despedirse de él y es por eso por lo que vive deprimido desde entonces. Hoy que llega Susy se le ocurre bajar a mi trillizo.
—Bueno, mira salió la momia de su Ka. Susy, este es mi hermano gemelo Ángel. Ángel ella es Susy, nos ayudará aquí en la casa especialmente en el departamento de alimentos, pues ya sabes aquí si no está mamá todos nos escapamos de quemar la casa. — los presenta Alana. Apreté mi puño al ver como Susy le sonrío y este extiende su mano hacia ella. ¿Cómo se atreve a siquiera tocarla? Interactúan más y aunque quise disimular mi molestia miraba a Ángel con ojos de quererlo asesinar. Alana y su creatividad comienzan a hablar sobre que nuestra casa es como un tipo de fábula de cuento.
—Si mira, mis hermanos siempre andan de cacería como dicen ellos, nuestras hermanas sumergidas en su mundo literario de fantasía, David es el príncipe azul, nuestros padres los reyes de la villa, yo soy una hermosa elfa y tú el loco inventor de la villa. Susy con todo respeto, se une a la familia como cenicienta, o no, no, ya sé tal vez como caperucita roja. Porque un lobo desde que bajó no la ha parado de ver. — dice ella mirando hasta la sala en mi dirección disimulo de inmediato tomando mi teléfono en mi mano y haciendo la mímica de estarlo utilizando.
—No le hagas caso a mi hermana Susy, los lobos sólo aúllan, pero no hacen nada. Tu tranquila que tienen cerebros pequeños y posiblemente también otras cosas. — dice el muy desgraciado y mi miraba hasta ellos de nuevo y veo que el muy idiota está poniendo su mano en el hombro de Susy. Estaba que me salía humo de la nariz y los oídos. Aitor pareció notarlo y me ayudó contra atacando a Ángel. Tienen un ligero intercambio de palabras y no fue hasta que mi padre llegó que se calmaron las cosas.
—Todo huele delicioso Susy, muchas gracias por aceptar ayudarnos. Como te habrás dado cuenta todos mis hijos son un tanto peculiares. Si te molestan no dudes en decírmelo. — le dice mi padre acercándose a los sartenes. Alana ayuda a Susy a servir la comida. La comida terminó y me fui hasta mi habitación.
—¿Qué fue esa m****a allá abajo? ¿Por qué me agarraste así? ¿Te gusta esa chica verdad, pero como es la sirvienta no te quieres involucrar con ella verdad? — entra casi gritando Aitor.
—¿Cómo lo puedes pensar siquiera? Te lo dije para que después tus amistades no te quieran dejar de hablar. ¿Te imaginas el encabezado que saldría? “Heredero Galeano, se enreda con la sirvienta” — le digo y él me mira con burla.
—Pues una cogida y ya eso no te hace ni menos ni más. Esta muy bonita y tienes unas tetas que... — con sus manos hace la mímica de grandes senos, pero antes que terminara lo volví a tomar del cuello.
—No vuelvas a hablar así de ella en mi presencia. — dije ganándome una carcajada de su parte.
—Por favor, No me digas que te enamoraste de la sirvienta. — me pregunta y suspiro.
—La conocí hace unos días con mi padre, ella, su madre y sus hermanos. Estaban sufriendo de violencia doméstica y los trajimos a la fundación. La veo todos los días desde entonces. Siento cosas que ni yo sé explicar. — dije inconscientemente, pero arreglé rápido mis comentarios.
—Pero será como tu dices, una cogida y ya.
5. ¿TE IMPORTO? NARRA SUSY —Necesitamos hacer algo, no podemos estar aquí toda la vida. Sería abusar de lo bueno que han sido con nosotros mamá. — le comenté al ver que ya había pasado casi una semana y aún no habíamos salido a buscar trabajo. —Lo se Susy Li, lo se. Hablaré con Mary para saber si podemos salir, recuerda que estamos aquí por protección. No sabemos si tu papá estará buscándonos. — dice y yo negué. —Mi papá ya no es parte de nuestras vidas y parte de lo que tenemos que hacer es seguir nuestra vida sin miedo. — Digo acariciando su rostro. Mi madre hace unos años era la mujer más bella sobre la faz de la tierra. Mis padres se conocieron en una fiesta en Beijing, el emperador había recibido a algunos diplomáticos y miembros de la realeza para celebrar su toma al poder. Entre los invitados estaban mis padres y ahí fue que todo comenzó entre ellos. Mi abuelo no estuvo de acuerdo con su relación y le dio a elegir a mi madre y ella eligió a mi padre no ha tenido contacto con
6. MOSTRAR EL INFIERNO PARA GANARSE EL CIELO NARRA ALANHan pasado casi cuatro meses desde la llegada de Susy a la casa y han pasado muchas cosas entre ellas, la muerte de su padre que pareció no afectarle en lo absoluto, la mire mas seria o callada que lo costumbre en esos días, pero no llorando por su padre. Pensaba que tuvo que ser un mal hombre para que ni su propia hija lo llorara. Luego recuerdo que el día que fuimos por ellos a ese tenebroso pueblo su madre y hermano presentaban golpes, ¿La habrá lastimado? Es más que obvio después de ver su actitud, eso sólo aumentó la ansiedad en mí. Me estaba importando mucho todo lo que tenía que ver con ella. Esto que sentía cada vez que estaba cerca de Susy comenzaba a hacerse más y más intenso. Debo de admitir que tengo mucho miedo a que lo que sienta por ella es amor, me duele muchas veces tratarla indiferente o hasta un poco pesado frente a los demás y cuando estábamos a solas, pero es que siento que si sigo siendo bueno con ella, te
7. EL PRIMER BESO NARRA SUSY—Siguen sin poder dar con el cuándo envió a alguien a buscarlo. — Menciona el abogado Jaime. Ya van tres meses desde que mi madre me dijo del divorcio. Ahora el problema era que mi padre no podía ser encontrado por ningún lado. Hoy era sábado y era mi día y me encontraba con mi madre. —Eso es normal en él, siempre se iba por semanas hasta meses y después aparecía como si nada. — le comento al abogado y él asintió. Como olvidar las andanzas de ese señor. Entiendo que es muy mi padre y le agradezco haberme engendrado, pero de lo contrario fue un horrible hombre, esposo y padre. Por más que mi madre quiera excusarle, yo en lo personal no excuso ninguna de sus acciones. Su estilo de vida y los lujos a los que estaba acostumbrado cambiaron, sí, pero no sus hijos o su esposa. El debió defender a mi madre de lo que le hicieron, pero no lo hizo puso su título y reputación por encima de su familia. Aunque soy una niña para muchos por mi edad, puedo entender que l
8. AHORA JUGARE YO NARRA ALANEstos meses han sido muy buenos. La verdad que decidí no hacer nada para descubrir si Susy es genuina conmigo, todos estos meses compartiendo con ella me han bastado para darme cuenta de que su inocencia me ha cautivado o mejor dicho domado por completo. Susy no es como ninguna otra y estoy dispuesto a gritarle a los cuatro vientos que estoy en una relación con una hermosa chica como ella. Como me había dicho Aitor, tenía que dejar de creer que toda mujer a la que quiera sería igual que Phoebe. Porque si, Susy no solo me gusta, también he aprendido a quererla. Nunca me ha pedido nada, es feliz si estamos tirados en la grama viendo las estrellas, hablando sobre las teorías de las guerras de las galaxias, entre otras cosas que compartimos en gustos. La verdad que, aunque me encantara hurgar más en su pasado, no lo hice para no incomodarla o hacerla sentir mal. Probablemente más adelante tenga el valor de preguntarle un poco de lo que había sido su vida ante
9. UNA SIRVIENTA COMO TÚ NARRA SUSYSentir sus manos, sus labios, su lengua acariciar cada parte de mi cuerpo fue algo muy bonito. Quería guardar este momento como el mejor de los sueños. No creía que esto estaba pasando en realidad, hace una semana nos dimos nuestros primeros besos y ahora estamos llevando nuestro amor a un nivel más alto. Haciendo que nuestro amor se haga más profundo e intenso. Deseaba que nuestro corazón se conectara no solo a nuestros cuerpos. Alan me estaba haciendo sentir muchas sensaciones que jamás había sentido. Pude ver la cara de satisfacción que puso cuando le confirmé que él sería el primer hombre en mi vida. Cada toque era delicado y me sentí morir, cuando su lengua tocó mis delicados pliegues. Yo me retorcia de placer y mordía la almohada para evitar gritar. Los movimientos que hacía con su lengua se hacían cada vez más rápidos y una sensación muy extraña comenzó a formarse en mi bajo vientre. Un calor comenzó a recorrer mi cuerpo y por un instante cr
NARRA ALANEl momento fue demasiado hermoso y sublime para ser verdad. Estar con Susy fue el paraíso y no hay duda de ello. Más quería creer que todos sus gestos, sus palabras y caricias eran sinceras, pero no podía creer en ella, no después de lo que escuché afuera de la habitación de Liz. No estaba preparado para escuchar de sus labios que me amaba, debía de admitir que esa frase me hizo sentir feliz por un momento y más al ver sus lágrimas mi corazón me decía que ella estaba siendo sincera, que esa emoción no se puede fingir. Me envolvió el estúpido sentimiento de culpa, no poder corresponderle y ver sus ojitos llenos de emoción. Me levanté y el completo desastre que habíamos hecho en sus sábanas llamó mi atención. Sentí como un golpe a la realidad, había sido el primer hombre en la vida de Susy. Me había dicho que me amaba y yo no pude, no tuve la capacidad de corresponder. No puedo irme así nada más, necesitaba ayudarla a limpiarse y relajarse. La tomé en brazos y la ayudé a llega
NARRA SUSY Decir que mi corazón se rompió en miles de pedazos sería una expresión que no justifica lo que siento en este momento. No quise darle el gusto de que me viera mal. Al fin y al cabo, ya había entendido su juego. Había sido una estúpida por ser tan ingenua y tonta en haber caído. No puedo creer que todo haya sido falso, me niego a aceptarlo. Luego de recuperar el aliento ante ese golpe en el estómago que sentí por sus palabras. Tome el valor de decirle lo que pensaba y si él así lo quería, yo no tenía ningún problema. Hay cosas que te pasan en la vida que no puedes evitar o controlar. Porque si pasan es porque alguna lección debes aprender y hoy Alan me ha enseñado a no ser confiada. Hoy la Susy tonta, ingenua y que aún creía en los seres humanos se va con estas lágrimas. Ya me cansé de ser la víctima de mi propia historia. Lo viví con mi padre y ahora al vivir de la ayuda de los demás. Regresé a mi habitación y al ver la cama me dio una rabia al recordar cómo caí como una i
NARRA SUSY —Lo que menos quiero es que piensen que esto lo he hecho a propósito para recibir algo a cambio porque no es así. Ellos nos han ayudado muchísimo, mamá. No quiero tampoco que Alan quiera quitarme al bebé. Tengo muchísimo miedo. — Le había contado todo a mi madre, cada detalle. Ahora me encuentro arrodillada en el suelo entre sus piernas. —Perdóname mamá, te he fallado. — comenté mientras ella acariciaba mi cabello. —No tengo nada de que perdonarte Susy, todos cometemos errores por amor. Además, qué clase de madre fuera si te gritara, reprochara, cuando sé que tú eres la menos culpable en todo esto. Tú has sido la que ha mantenido esta familia a flote todos estos años. Sería mal agradecida si comienzo a juzgarte, hija. Por ahora no hablemos más del tema, estás muy alterada y ahora ya no solo debes de pensar en ti, sino que también en tu bebé. Si quieres venir, recuéstate en tu habitación mientras te preparo algo que te ayude con las náuseas. — me ayudó a ponerme de pie y