Dejaré esto por aquí y me iré corriendo .. ☺️
9. UNA SIRVIENTA COMO TÚ NARRA SUSYSentir sus manos, sus labios, su lengua acariciar cada parte de mi cuerpo fue algo muy bonito. Quería guardar este momento como el mejor de los sueños. No creía que esto estaba pasando en realidad, hace una semana nos dimos nuestros primeros besos y ahora estamos llevando nuestro amor a un nivel más alto. Haciendo que nuestro amor se haga más profundo e intenso. Deseaba que nuestro corazón se conectara no solo a nuestros cuerpos. Alan me estaba haciendo sentir muchas sensaciones que jamás había sentido. Pude ver la cara de satisfacción que puso cuando le confirmé que él sería el primer hombre en mi vida. Cada toque era delicado y me sentí morir, cuando su lengua tocó mis delicados pliegues. Yo me retorcia de placer y mordía la almohada para evitar gritar. Los movimientos que hacía con su lengua se hacían cada vez más rápidos y una sensación muy extraña comenzó a formarse en mi bajo vientre. Un calor comenzó a recorrer mi cuerpo y por un instante cr
NARRA ALANEl momento fue demasiado hermoso y sublime para ser verdad. Estar con Susy fue el paraíso y no hay duda de ello. Más quería creer que todos sus gestos, sus palabras y caricias eran sinceras, pero no podía creer en ella, no después de lo que escuché afuera de la habitación de Liz. No estaba preparado para escuchar de sus labios que me amaba, debía de admitir que esa frase me hizo sentir feliz por un momento y más al ver sus lágrimas mi corazón me decía que ella estaba siendo sincera, que esa emoción no se puede fingir. Me envolvió el estúpido sentimiento de culpa, no poder corresponderle y ver sus ojitos llenos de emoción. Me levanté y el completo desastre que habíamos hecho en sus sábanas llamó mi atención. Sentí como un golpe a la realidad, había sido el primer hombre en la vida de Susy. Me había dicho que me amaba y yo no pude, no tuve la capacidad de corresponder. No puedo irme así nada más, necesitaba ayudarla a limpiarse y relajarse. La tomé en brazos y la ayudé a llega
NARRA SUSY Decir que mi corazón se rompió en miles de pedazos sería una expresión que no justifica lo que siento en este momento. No quise darle el gusto de que me viera mal. Al fin y al cabo, ya había entendido su juego. Había sido una estúpida por ser tan ingenua y tonta en haber caído. No puedo creer que todo haya sido falso, me niego a aceptarlo. Luego de recuperar el aliento ante ese golpe en el estómago que sentí por sus palabras. Tome el valor de decirle lo que pensaba y si él así lo quería, yo no tenía ningún problema. Hay cosas que te pasan en la vida que no puedes evitar o controlar. Porque si pasan es porque alguna lección debes aprender y hoy Alan me ha enseñado a no ser confiada. Hoy la Susy tonta, ingenua y que aún creía en los seres humanos se va con estas lágrimas. Ya me cansé de ser la víctima de mi propia historia. Lo viví con mi padre y ahora al vivir de la ayuda de los demás. Regresé a mi habitación y al ver la cama me dio una rabia al recordar cómo caí como una i
NARRA SUSY —Lo que menos quiero es que piensen que esto lo he hecho a propósito para recibir algo a cambio porque no es así. Ellos nos han ayudado muchísimo, mamá. No quiero tampoco que Alan quiera quitarme al bebé. Tengo muchísimo miedo. — Le había contado todo a mi madre, cada detalle. Ahora me encuentro arrodillada en el suelo entre sus piernas. —Perdóname mamá, te he fallado. — comenté mientras ella acariciaba mi cabello. —No tengo nada de que perdonarte Susy, todos cometemos errores por amor. Además, qué clase de madre fuera si te gritara, reprochara, cuando sé que tú eres la menos culpable en todo esto. Tú has sido la que ha mantenido esta familia a flote todos estos años. Sería mal agradecida si comienzo a juzgarte, hija. Por ahora no hablemos más del tema, estás muy alterada y ahora ya no solo debes de pensar en ti, sino que también en tu bebé. Si quieres venir, recuéstate en tu habitación mientras te preparo algo que te ayude con las náuseas. — me ayudó a ponerme de pie y
NARRA ALAN —Y el premio al más idiota es para Alan Galeano. Espero que tus asunciones sean ciertas porque si no son reales quedarás como un completo idiota lo cual para mí ya eres. El detalle es que no solo la hiciste sufrir a ella, si no que sufrirás tú porque después de lo que hiciste ya no hay vuelta atrás. Lo más probable es que ya hayas perdido el amor de Susy. — me dijo Aitor mientras manejaba a la universidad ese día. No dejé que sus palabras entraran a mi sistema. Como ya lo dijo ya estaba hecho y equivocado o no, ya la había alejado de mí. Este mes se me había hecho eterno. La tortura de verla todos los días y no poder acercarme a ella. Tampoco podía hacer contacto visual con ella porque se negaba a verme a los ojos. Su actitud sí que me sorprendió, no esperaba que todo quedara hasta ahí, creí que al decir que me iba ella se acercaría a mi o insistiría en querer algo conmigo. Sin embargo, es todo lo contrario ella solo me ha evitado. Ahora no sé qué me duele más, si esta indi
NARRA ALAN No entiendo qué es lo que está pasando en este preciso momento. ¿Por qué lo único que recuerdo es estar besando a Rebeca? ¿Ella me besaba a mi o yo a ella? No recuerdo nada. Los llantos a mi lado me están haciendo sentir miserable, no sé qué hacer ante una situación como esta. Había tomado antes, pero jamás había perdido la conciencia. Haciendo recuento de tragos no fueron tantos como para ponerme en ese estado. —Yo estaba muy mareada, Alan. No recuerdo más, solo que me trajiste aquí —comenta llorando, apretando la cobija en su cuerpo. Cubriéndose su rostro con sus manos. —No era así como quería recordar mi primera vez. Apenas somos amigos, no es justo —dice levantándose de golpe de la cama, pero se queja como si tuviera dolor y vuelve a sentarse en la cama. Busco mi ropa y rápidamente me pongo la camisa y demás. Voy hasta el lado donde ella está sentada y me arrodillo frente a ella. —Te juro que no recuerdo nada de lo qué pasó entre nosotros, te pido perdón por esto. De
NARRA SUSY —Es un varoncito y está bien sano. Tiene medidas perfectas para su edad gestacional, sigue así Susana y tendrás a un sano y hermoso bebé en tus brazos en dos meses —me dice la doctora con una sonrisa. Tomé la mano de mi madre y miré a la abuela Jimena y a señora Patricia detrás de ella. Todas están sonriendo y me imagino que yo también porque hasta me duelen las mejillas. Mi pequeño bebé ya no es tan pequeño, está enorme o al menos es lo que dice mi doctora, pero mi barriga es pequeña o al menos es lo que pienso al recordar la barriga de mi madre con Tiam. Me bajo de la camisa después de secar mi vientre con el papel que me dio. Estaba muy feliz porque ya me había confirmado que por fin mi bebé era un hombrecito. El mes anterior mi pequeño no se dejó ver y era como si esperara por la abuela Jimena porque ella no pudo estar en la cita anterior. La señora Patricia nos contrató a las dos, Aitana me enseñó a costurar con la máquina y no me costó mucho aprenderlo. De hecho, que
NARRA ALAN —¿Me estás mintiendo no es así? —pregunté tartamudeando. Esa verdad me ha golpeado dejándome completamente noqueado. No puedo creer que esto esté pasando. Las palabras de Sol me han dolido en el alma. No concibo que Susy sufriera y esté sufriendo por mi culpa. Tenemos un hijo, esta posibilidad se había instalado en mi pecho hace unos días, confirmar solo trae mucho más dolor. Había no solo dejado a Susy, sino también a nuestro bebé. Ella debió de haber sufrido y pasado por mucho. —Es la verdad Alan, le pedí a Susy que me ayudara a interpretar a uno de mis protagonistas y como acabas de escuchar eso era solo parte de uno de los diálogos de ese personaje. No tiene nada que ver contigo, ni siquiera sabía que tú y Susy estaban juntos. Ella jamás me dijo nada, nunca me imaginé que pasara todo esto. ¿Por qué no me preguntaste? Te lo hubiera aclarado ese mismo día y nada de esto estuviera pasando. Por favor, Dios, cuida a Susy y a su bebé —Dice Liz y eso me sacó de mi aturdimient