Por fin se conoció al enemigo...
NARRA SUSY—Hija, Alan ha venido y su novia viene con él. ¿Es cierto que pediste verlos a los dos? —me cuestiona mi madre y yo asentí.—Si, ¿Podrías ayudarme con Khoa, por favor? —Contesté. Si, todos se preguntaran porque le pedí a Alan venir con su novia, la verdad es que yo también no deseo que esto me auto destruya en vez de ayudarme. En este tiempo analicé muchas cosas y lo primero es que mi hijo merece y tiene el derecho a un padre. Si deseaba darle eso a mi hijo debía dejar establecidas las medidas y límites. Puede que me esté precipitando al hacerlo de esta manera, pero si ella formaba parte de su vida también debía lidiar con mi hijo y al conocerla me daría la oportunidad de ver y saber, si mi hijo estará en buenas manos. Llegará el momento donde Alan decida llevarlo a algún lugar como el parque y hacer cosas que conmigo por ahora no podrá hacer. No podré estar con él todo el tiempo y lo otro es que al estar ella cerca, Alan no querrá pasarse de los límites conmigo, así como lo
NARRA ALANEstos últimos meses han sido súper estresantes para mí. Tener que aparentar interés en Rebeca, actuar indiferente frente a Susy. Ver a mi hijo solo 3 veces por semana cuando muero de ganas por estar todo el tiempo con él y con Susy. Ella ha avanzado muchísimo en su recuperación, debido a el golpe recibido su lado izquierdo es el lado que más problema le ha dado al momento de volver a recuperar su movimiento. Me siento muy orgulloso de la mujer que es, fui un completo idiota en lastimarla y dejarla sola. Por más que quiero establecer una conversación con ella, es casi imposible. Nuestras madres son las que se ponen de acuerdo con todo. Me mata esta situación, pero también no quiero alterar su recuperación o causarle una crisis que ya no me permita ni acercarme a mi hijo. Sé que tengo muchísimo derecho en poder irme a lo judicial y pedir más tiempo con Khoa, pero mi centro es mantener a Susy tranquila. Ella no tiene ni la más mínima intención de hablar conmigo, pues lo he inte
NARRA ALANNo estaba preparado para hablar con ella sobre eso, pero ya que se dio la oportunidad, necesitaba hablarle con la verdad. Omitiría lo que representaba Rebeca o sus intenciones porque sería contraproducente. Si le digo que ella es el enemigo y que la ha tenido cerca de Khoa, se alterará mucho más.—Está bien. ¿Qué quieres saber exactamente? —pregunté, pues había muchísimo que contar.—¡Todo! Quiero que me cuentes absolutamente todo, Alan. Desde esa noche que estuvimos juntos me he preguntado si verdaderamente siempre fui tan poca cosa para ti. Al punto de utilizarme de esa manera, solo obtuviste lo que querías de mí y dejarme. Jamás hice algo que dañara nuestra relación, al menos que para ti el hecho de amarte haya sido el mayor error que cometí y del cual créeme, me arrepiento completamente. Lo único bueno y puro que me diste fue a nuestro hijo —Sus palabras fueron como un puñal directo al corazón.—¿Si sabes que fue por algo que escuché y malinterpreté que pasó todo esto en
NARRA SUSYSiendo honesta si se me apretó el corazón después de la confesión de Alan. Traté de excusarlo y darle la razón, pero eso no borra o merma toda esta rabia y dolor en mi corazón. Cuando salió de mi habitación me sentí con un peso menos en mí. Debía decirle cómo me sentía y lo que había vivido todo este tiempo. Cosas que él ya sabía por mi madre o por las personas que me rodearon durante todo este tiempo, pero no por mí. Mi madre y las tías de Khoa entran en la habitación. Ella me mira sorprendida, mientras las demás me ven con un poco de pena. —¿Y solo eso? ¿No le darás una oportunidad? —me preguntó mi madre sorprendida. Por lo que no me tiré en los brazos de Alan y acepté darle la oportunidad que me pidió.—¿Que esperabas que hiciera mamá? ¿Que se borre como por arte de magia todo lo que he tenido que sufrir por su culpa? ¿Se te olvida todo lo que pasé después de que él se fue? ¡Casi pierdo a Khoa mamá! Entiendo su actuar, el que desconfiara de mí, una sirvienta ignorante co
NARRA ALAN —¿Qué es lo que quieres? ¿Porque vienes a aquí sin decirme? — le pregunté muy molesto. Ella se cruza de brazos y se ríe. —¿Podemos dejarnos de teatros? Ya sé que sabes sobre mi familia. Tu abuela debería de mandar mejores hombres a espiarnos. Tristemente el hombre no podrá completar su misión ya que posiblemente ya se lo comieron los peces —dice intentando tocar mi rostro. —¿Qué es lo que quieres? —le pregunté y sonríe con ironía. —Tristemente no te han dicho toda la verdad, solo puedo decirte que los Galeano esconden muchos secretos y tienen varios enemigos. Para tu mala suerte fuiste la carnada perfecta para llegar a tu familia y el idiota perfecto en creerte mi teatro. Ahora sé dónde viven, cuantos son, sus nombres, trabajos, pasatiempos y puedo asegurarte que hasta sé de qué lado de la cama duerme cada uno. Sin dejar afuera a Susy, su familia y tu hijo —me dice y antes que se vuelva a reír sujeto su antebrazo y me acercó a ella viéndola directamente a los ojos, in
NARRA SUSY —¡¡Susy, hija!! ¿¡Que pasó!? —preguntó mi madre exasperada al venir a mi lado. Mientras observo como estaban metiendo a Alan en la ambulancia. —¡Khoa, mamá! ¡Secuestraron a mi bebé! —Grité con desesperación. Traté de ponerme de pie y lo logré con un poco de dificultad. —¡Puedes caminar! —me mira sorprendida. Intenté dar un paso hasta ella, pero perdí el equilibrio. Ella no me dejó caer. —Quería correr detrás de mi hijo, creo que solo ocupaba un momento de desesperación para que mi cuerpo despertara del todo. ¡Mi hijo mamá, quiero a mi hijo! —le dije entre llanto. —Pero ¿qué pasó? ¿Quién se lo llevó? —me preguntó y en ese momento un paramédico se acerca a nosotros. —¿Alguien lo acompañará? —me despegué un poco de mi madre y asentí. —Yo voy con él —sentencié y me ayudaron a subir a la ambulancia. Escuchaba y miraba atentamente todo lo que los paramédicos iban haciendo sobre Alan. Sentí que la vida se me iba cuando mencionaron que el disparo había tocado una arteria
NARRA ALAN—¡Estas completamente loca Rebeca! —grité de frustración, no quise mostrar debilidad ante sus amenazas, por un momento pensé que sus acciones y palabras solo eran para amedrentar. Tristemente estaba muy equivocado, mostrando esa sonrisa diabólica que jamás había visto, al menos no hasta ayer jugando con la navaja en su mano.—Esto no le agradará al jefe, señorita —comenta uno de los hombres detrás de ella.—Cállate, mientras anden conmigo su jefa seré yo —le dice al hombre apuntándole con la navaja. Rebeca se acerca hasta mí.—Ahora, Alan. ¿Qué zona es la más sensible del cuerpo? —no le contesté, la verdad que los nervios me estaban ganando, pero no quería darle ese gusto.—¿Ahora sí muy calladito? Parece que eso si te dio miedo. Yo no amenazo sin razón Alan, es mejor que estés preparado. Soporté muchísimas cosas, por culpa de tu familia. Créeme que hacer unas rayas en tu cuerpo, no se compara con las enormes cicatrices que llevo en mi corazón y mente. Vengan aquí y sujétenl
NARRA ALAN —No lo levantes, déjalo que duerma —escucho una voz masculina que no puedo distinguir. —¿Cómo me puedes pedir que me calme después de lo que acabo de ver? —esa definitivamente es mi madre. Voy abriendo de a poco mis ojos. Sentía todo mi cuerpo adormecido, pero comencé a recordar lo que pasó ayer. Digo ayer porque la claridad que entraba por la ventana era muy tenue. Mi mente me gritó los nombres de Khoa y Susy. —¡¿Susy y Khoa?! —exclamé y estaba a punto de moverme, pero mi abuelo me apretó de regreso a la cama. —Cálmate, ellos están bien. Están a salvo, tu padre también está aquí en el hospital. Todo está bien, ahora concéntrate en estar bien —comenta mi madre, algo cabizbaja. Era más que obvio que algo le pasaba y no me lo quería decir. —¿Qué me ocultas? —pregunté viéndola con mi ceja alzada. Ella mira a mi abuelo Manuel, este asiente y sale de la habitación dándome un espacio para hablar con ella. Toma mi mano y suspira, desde ese momento sentí algo de miedo ante lo q