Edgar estaba en su habitación durmiendo cuando de repente su teléfono empezó a sonar, decidió ignorarlo pero tras cada llamada ignorada a los pocos segundos llegaba otra; cuando el sonido empezó a volverse insoportable tomó el celular conteniendose de maldecir a la persona al otro lado.— ¿Si? — ¿Tan tarde y aún dormido? Eres un completo holgazán. — ¡Abuelo!Edgar reconocía a la perfección esa voz ronca y malhumorada, ya había pasado tiempo desde la última vez que hablaron, ya sabía porque le hablaba se sintió nervioso y temeroso al no tenerle información. — Lastimosamente así es... ¿Y bien? Necesito saber que avances llevas con aquella chica tu novia... espero que tengas información valiosa. — Eee... – Edgar vaciló un poco, su mente trabajaba al mil por hora tratando de encontrar que decirle a su abuelo, pensó en decirle lo que Amanda le había investigado, después de todo no tenía nada más.— Solo pude conseguir una foto familiar, y una persona que entró a su casa me dijo que en s
Edgar estaba en un estado de shock la palabra positivo en el papel en letras negras empezaba a bailar en papel blanco y grabarse en su cabeza.— Espera no... no creas que soy idiota, no quieras encasquetarme tu chamaco cuando estuviste conmigo, Leonel y quién sabe cuántos más.Amanda enojada por tremenda humillación de su parte se acercó a él y lo agarró del cuello de la camiseta, Edgar la observaba con desinterés y frialdad, ni siquiera se molestó en apartarla, a ella le hervía la sangre de mirar su cara de tonto.— A mi no me vaz a estar hablando así, no me metí con nadie más que tu y Leonel en este tiempo.— Entonces podría ser de Leonel ¿Porque estas tan segura que es mío? — Porqué tengo tres semanas de embarazo, el tiempo en que lo hicimos la primera vez, se que es tuyo porque en el transcurso de esa semana y días anteriores no tuve intimidad con Leonel. Amanda apretó los dientes al terminar de hablar, Edgar terminó por creerle lo que ella decía, después de todo las mujeres ten
Alexander estaba en su oficina en una llamada con una persona misteriosa, daba ligeros golpecitos a su escritorio mientras escuchaba la voz proveniente del otro lado. — Quiero que consigas a alguien eficiente que no pida información de más, estoy dispuesto a pagar muy bien, la mitad del dinero será entregada antes como anticipo, la otra mitad cuando el trabajo esté echo y terminado. La voz de Alexander era tan fría e intimidante que se podría decir que parecía un hombre totalmente diferente a lo que él era, terminó la llamada y dejó el celular sobre su escritorio, de repente escucho el sonido de el timbre, miró hacia los monitores y casi se le salen los ojos al mirar a Dayana afuera. Se puso de pie y rápido fue al panel de la puerta para oprimir el botón y abrir, no podía creer que ella estuviera ahí, en cuanto tocó la puerta el abrio rápidamente, ella entro y se le miraba sumamente molesta. — Dayana ¿Que haces aquí? .– Alexander no daba crédito a lo que miraba, ella llevaba un pa
En cuanto la voz chillona de Esmeralda llegó que los oídos de Dayana esta le dio un empujón a Alexander para apartarlo, de un brinco se bajó de el escritorio, se paró frente a las cámaras de seguridad y empezó a observarlas. Por su parte Alexander sonreía travieso mientras se limpiaba las comisuras de la boca con el dedo índice, en eso Esmeralda entró a la oficina de Alexander y se llevó una desagradable sorpresa. No necesitaba ser adivina para saber que la mujer que estaba de espaldas a ella mirando los monitores de las cámaras se trataba de Dayana.Apretó los labios molesta pero eso no haría más que aumentar ya que empezó a echarle un vistazo al rededor; el escritorio de él estaba desordenado y había varias hojas regadas por el suelo, Esmeralda volteo a ver a Alexander y notó que tenía el pelo algo desordenado además su camisa blanca de vestir con el cuello desacomodado. Sus ojos llenos de desesperación se posaron en Dayana y su cabello alborotado eso fue suficiente para confirma
Esmeralda se sintió muy ofendida por la manera en que Alexander le había hablado y corrido de su casa, no había dudas de que él estaba tras Dayana. "Esa maldita mujer... si quiero tener a Alexander para mi ocupo alejarla a ella primero " Dayana se había convertido en más que una simple molestia para Esmeralda, sin duda era la rival más fuerte que tenía y una gran piedra en el zapato para conseguir a Alexander; una idea llegó a su cabeza, quién diría que aquel tipo del que llevaba tiempo escondiéndose sería de ayuda nuevamente.....Alexander estaba en su oficina mirando los vídeos de las cámaras de seguridad y extrayendo aquellos en donde apareciera Amanda, su celular comenzó a sonar al ver el nombre de su madre en la pantalla su humor mejoró un poco. — Madre ¿Como está? — Muy bien hijo gracias ¿Y tu?.– la voz de Georgina se escuchaba muy alegre y emocionada del otro lado, Alexander sonrió al escucharla. — Igual estoy trabajando. — Alexander hijo este sábado va a ser el evento e
Dayana estaba en el cuarto de lavado cuando escuchó el sonido de la puerta, ya eran al rededor de las 8 p.m. la primer persona que llegó a su mente fue que se trataba de Alexander, pero al recordar que lo dejó en manos de otra en su casa lo empezó a dudar. Al abrir la puerta se topó con un hombre con camisa blanca de vestir, pantalones y corbata negra, ojos azul intenso que la observaban con emoción. — Señor Escalante ¿Qué hace aquí? Pensé que tendría una noche ocupada con la chica que llegó a su casa. – Alexander sonrió divertido, y entró haciendo que ella retrocederá ante su acercamiento, después cerró la puerta. — ¿Desde cuándo soy señor Escalante otra vez?... Te dije en la mañana que vendría esta noche ¿Acaso no lo recuerdas?.– Dayana levanto una ceja, en sus ojos verdes no había más que frialdad .— Ooo.. ya entiendo que pasa aqui... estas celosa.Dayana hizo mala cara ente sus palabras, una gran sonrisa se formó en el rostro de Alexander, ella se dio la vuelta y comenzó a ca
Dayana se acomodó sentándose en el sillón al ver como Alexander estiró la corbata con fuerza como midiendo su resistencia. — ¿Que pretendes hacer con esa cosa? .– Dayana lo observó con curiosidad y lanzándole algún tipo de advertencia con la mirada. — Ya lo verás.Alexander con un brazo la levantó y la llevo a la habitación de ella, Dayana empezó a moverse mucho así que le dio una palmada en el tracero.— Estate quieta.El dejó a Dayana en medio de la cama y se subió encima, puso las manos de ella hacía arriba y empezó atar una de sus muñecas paso el otro extremo por uno de los barrotes de madera de su cabecera y ató su otra muñeca.— ¡Oye que te pasa!— Shss...– Alexander se acercó a la cajonera de Dayana y abrió el primer cajón, se sorprendió al encontrar una prenda de ropa interior de encaje negro.— Esta muy lindo... se te a de ver fenomenal.— ¡Deja de rebuscar en mi ropa interior Alexander! ¡Te voy a golpear!El ignoro totalmente los gritos de Dayana y abrió otro cajón en el q
Edgar llegó a su casa ya muy tarde, él y Amanda habían estado ocupados planeando todo lo del robo, aunque en un principio el no quería meter sus manos en todo eso no le quedó de otra ya que se encontraba corto de tiempo, solo hacía falta que Amanda investigara el nivel de seguridad que tenía Dayana en su departamento para dar luz verde a los ladrones. La casa estaba sumida en un profundo silencio, de echo ahora que lo pensaba tenía noches que Alexander no dormía en la casa y se preguntó si estaba en el lugar, como la puerta de su habitación estaba medio abierta y Edgar no se preocupaba en tocar entró solamente.— Alex... ¿Estas aquí? Dentro no había rastro de Alexander, la habitación estaba completamente oscura y vacía, la única luz venía de el estudio de Alexander el cuál curiosamente también estaba abierto, metió la cabeza buscándolo pero no había rastros de el. Había unas cuantas hojas en el suelo así que las levanto y puso en el escritorio, su madre había intentado con desesper