La tarde de el día siguiente Dayana estaba algo nerviosa caminando de un lado a otro en la cocina, había pedido a Leonel que fuera a visitarla pero sin Amanda ya que quería hablar algo muy importante con el, Leonel acepto y ahora ella no sabía como abordar el tema. Dayana no había olvidado la última platica que tuvo con el doctor Luis, el hombre ya no iba a seguir poniéndole a escondidas la inyección anticonceptiva a Leonel, Dayana pensó que era bueno hacerlo cuando el empezó a salir con Amanda quién sabe si no fuera por eso quizás ya Leonel fuera padre, pero considerando la falta de apoyo de el doctor en esa situación y que ahora la relación entre el y Amanda había escalado a otro nivel les correspondía a ellos decidir si querían hijos y cuando. Así que para no quedar en descubierto sobre lo que había estado haciendo a escondidas de el, dependiendo lo que dijera Leonel se le seguiría suministrando el anticonceptivo o ya no; el timbre de la puerta sonó y el corazón de Dayana empezó
Era casi medio día, hacia un día hermoso con el sol en su punto más alto, el calor no era tan intenso como otros días, más sin embrago Alexander deceo estar dentro de casa; estaba en un restaurante en un desayuno de negocios con dos importantes inversionistas. La familia Escalante era la principal potencia en los negocios del país con el mayor número de empresas y con mayores ganancias, al ser Alexander el único heredero de tal imperio tenía un sin fin de cosas que atender diariamente, al tener negocios por todo el país no contaba con una oficina fija trabajaba siempre desde casa en la oficina que tenía dentro de su habitación.Era una suerte contar con trabajadores sumamente eficientes con la suficiente capacidad de resolver problemas sin necesidad de tenerlo cerca a el, aún así cuando alguna empresa o negocio presentaba algún tipo de problemas e irregularidades hiba a atenderlas personalmente; apesar de que tenia un sin fin de empleados estaba considerando seriamente el contratar a
Curiosamente Dayana sintió que la preocupación la inundaba por dentro, una sentimiento de impotencia de apoderó de ella, dio prácticamente un brinco de su silla. — ¿¡Alexander?! ¡Esta internado desde ayer! ¿¡Que le paso!? Luis jamás había visto a Dayana perder la compostura de esa manera por alguien que no fuera familiar de ella, podía ver claramente la preocupación en su mirada, se quedo totalmente sorprendido, tardo un poco en responder a Dayana, para ella cada segundo que espero por su respuesta fue largo.— Tranquila, no fue tan grave, un hombre ebrio casi lo atropella cuando el iba saliendo de un restaurante de desayunar, el reacciono rápido y se arrojó hacia un lado, pero aún así se fracturó un brazo y el auto lo golpeó en la cadera, pero por suerte no sufrió ningún daño irreparable.— ¿En qué habitación está? Puedo verlo.— Claro solo tengo algo más que decir hay una mujer a estado con el desde que llego.— ¿Como es ella? .– Dayana pensó en que posiblemente era la madre de Al
La pequeña herida en la mejilla de Alexander le recordó una vez hace varios años atrás cuando Leonel se había caído de su bicicleta, eran tan solo unos pequeños, Dayana estaba tan asustada ya que su hermano estaba llorando y no sabía que hacer, una caricia suya en la mejilla lo hizo sesar el llanto y sentirse mejor. Cuando Dayana aterrizó de nuevo en la realidad miro que tenía su mano en la mejilla de Alexander acariciando su piel delicadamente con su dedo índice; ella aparto la mano rápidamente como si la piel de el le quemara, la hizo un puño que acercó a su boca y empezó a toser levemente de una manera algo forzada, sus mejillas se empezaron a teñir un poco de color rosado, Alexander sonrió, pero agachó la mirada para no hacerla sentir incómoda.— ¿Que fue lo que te pasó?Después de aclarar la garganta Dayana dijo lo primero que se le ocurrió, ella ya sabía lo que le había sucedido ya que el doctor Luis le comentó un poco pero sin lujo de detalles.— Ayer hiba saliendo de un desay
Dayana arrugó la frente y se hizo unos pasos atrás, recordaba que cuando ella se bajó de el autobús este siguió su camino y el hombre frente ella debió de haberse hido también a no ser que se bajaran en donde mismo y ella no se dio cuenta, aunque aún así la idea de que ese tipo pudo quedarse afuera esperando que saliera le puso los nervios de punta y todos los sentidos en alerta.— ¿Si? — Soy Raúl, mucho gusto veníamos en el mismo camión ¿me recuerdas?— Si claro el acosador... ¿Qué quieres? Dayana le contestó con su característica hostilidad y frialdad con la que trataba a todos, el hombre simplemente sonrió pasandolo por alto e ignorando su desprecio por el. — Lo lamento pero me llamaste mucho la atención no todos los días te topas a una chica tan bella como tu en el transporte, lamento si te incomode la discreción no es mi fuerte, soy nuevo en la ciudad me dijeron que había un gimnasio por aquí pero no lo encuentro, ¿Tu sabes donde está?Dayana se quedó seria y pensativa, si sab
Ambas se sostenían la mirada, pero apesar de que Esmeralda tenía una ira creciente en sus ojos está se fue apasiguando llenandola de incertidumbre al tener frente a ella la mirada fría de Dayana. — ¿¡Te gusta Alexander no es asi?! ¡Me lo quieres quitar!Esmeralda dio un fuerte pisotón al caer en cuanta que la actitud y comportamiento de Dayana se debían a que también estaba tras de ese hombre que ella quería, pero Dayana retrocedió al notar la hostilidad de Esmeralda.— La verdad es que no, te agradecería que me dejaras en paz, desperdiciar mi tiempo peleando con otra mujer por un hombre es algo que jamás haría.— ¡Eso es porque tu no lo quieres como yo! ¡Yo lo amo! Y lucharía por el con quién fuera— Eso es porque yo no estoy enferma de la cabeza, si fuera mi novio o esposo quizás lo haría incluso por un familiar, pero yo no me pondría a pelear con otra mujer por un hombre que no es nada mío, que podría estar conmigo un día así como abandonarme por otra al día siguiente, si eso pasa
El sábado temprano Alexander había sido notificado que en la tarde sería dado de alta y podría irse a casa, estaba más que deseoso de salir de ese hospital y no porque el lugar fuera malo si no que ya no soportaba la compañía de Esmeralda, desde la visita de Dayana se había vuelto más intensa y ostigosa.— Oo... y Alex recuerdas cuando íbamos juntos al cine, me tomabas de la mano siempre cuando bajaba las escaleras...– Esmeralda suspiró y miró al techo fantaseando con aquellos días.— Eras muy torpe siempre te doblabas el tobillo cuando llevabas zapatillas, bueno hasta la fecha...Alexander recordó el día de la fiesta en que hizo caer a Dayana junto con ella, la voz de Alexander era apagada y sin energías, Esmeralda pensaba que se sentía mal y cansado aún, ignoraba totalmente que estaba cansado pero de ella, de repente el teléfono de Esmeralda empezó a vibrar. — Disculpa un momento... Esmeralda salió de la habitación, el por fin pudo recostarse tranquilo disfrutando del silencio po
Conforme ambos se acercaban a la puerta de la casa, Alexander se sentía ansioso, tenía en mente que Dayana haría algo o diría algo que haría enfurecer a Edgar y terminaría corriendola, sea lo que sea el quería ver. El sonido de la puerta abrirse llegó a los oídos de Samantha quién estaba bajo el cuerpo de Edgar envueltos en las sabanas, ella puso sus manos sobre el pecho de el haciéndolo que se apartara. — ¿¡Que pasa?!. – Pregunto Edgar sorprendido por la manera brusca en que lo alejó.— La puerta de tu casa... alguien entró— Es mi padre seguramente, tu tranquila.Edgar se volvió a inclinar para besar a Samantha mientras en medio de él salón de la entrada Dayana se había quedado parada observando hacia el pasillo que iba al cuarto de Edgar. — Podrías llamar a Edgar y decirle que estoy aquí porfavor.Alexander arrugó la frente nuevamente ante tal petición extraña, aunque el sabía que ella nunca entraba a la habitacion de el, quizás quería evitar que Edgar terminara arrastrandola de