Dayana se dejó caer en el respaldo de la silla arrugó la frente y comenzó a rascar ligeramente su cabeza, no podía creerlo. — Oye.. Oliver cierto, no se que te hace pensar que yo puedo ayudarte con eso, por si no te has dado cuenta ella y yo no somos amigas además de que no entiendo como quieres casarte con esa loca que esta obsesionada con Alexander.— No esta obsesionada con él, es solo que lo hace porque sus padres la están obligando a casarse con un hombre adinerado. Cuando Esmeralda le contó que sus padres querían que se casara con Alexander por su dinero Oliver empezó a verla con otros ojos y tomarle un cierto de sentido a las cosas que hacía, él también pensaba como Dayana que la chica simplemente estaba loca, pero desde el principio le llamó la atencion, su vida había dado un cambio drástico de 360° desde que la conoció; Dayana levantó una ceja no podía creer que ese chico estuviera tan ciego, le recordó a Leonel.— ¿Y acaso tu eres un hombre adinerado? Porque si es así no s
Las pulsaciones de la música hacían vibrar el lugar, luces de colores bailaban por todos lados, era un ambiente sumamente animado y enérgico, Alexander hizo una mueca en cuanto entraron la música alta no ayudaba con su jaqueca. — ¿No crees que estamos un poco viejos para esto? — ¡Habla por ti amigo! Las jóvenes prefieren a los hombres más grandes y maduros estoy seguro que un viejo como tú conseguirá diversión para esta noche. Con mala cara Alexander siguió a su amigo, Esteban tenía razón apesar de él lugar estar infestado en su mayoría de chicas jóvenes, se convirtieron en el principal foco de miradas, Esteban obligó a Alexander a darse un baño así que a comparación de como lo había encontrado lucia mucho más presentable. Se puso una camiseta de vestir blanca dejando libres y a la vista sus fuertes y musculosos brazos, la tela de la prenda se estiraba al máximo conteniendo sus músculos, llevaba pantalón y zapatos oscuros, su rostro atractivo y serio atraía miradas y levantaba sus
Dayana llegó al lugar en el mejor momento al parecer, llevaba un conjunto de top de tirantes delgados y una falda ajustada que tenía aberturas de ambos lados de sus muslos y un diminuto short en su interior, unos tacones altos negros amarrados a su tobillo; después de mucho tiempo se dejó su cabello completamente suelto, sus rizos caían con naturalidad sobre su espalda y al lado de sus pechos. En cuanto entró empezó a atraer miradas, su conjunto brillaba por las luces del lugar llamando la atención de por donde pasaba, se fue directo a una de las barras con una intensión en mente, embriagarse hasta perder el sentido y sacarse Alexander de una buena vez.Esmeralda notó que la mirada y atención de Alexander estaba en otra parte así que siguió su mirada, a ella sintió que le faltaba el aire al darse cuanta que Dayana estaba en el mismo lugar de espaldas a ellos bebiendo en una barra, la molestia comenzó a crecer en su interior. "Esta maldita es una peste" — Ya vuelvo iré al baño. Esm
Dayana mantenía los ojos cerrados mientras besaba a Tayler lento, él se dejó llevar por uno segundos por la extraordinaria sensación de sus labios, pero cuando apenas cerró los ojos un poco, lo invadió una gran sensación de culpa, recordó que se trataba de Dayana así que rápido la apartó de el y se llevó la mano a la boca para limpiarse, empezó a sentir que sus mejillas ardían de la vergüenza, cuando sus ojos se toparon con Dayana pudo notar una mirada de tristeza mientras lo observaba. — ¡Dayana yo no soy Alexander...! Soy... — ¡Ahh..!. no eres Alexander... lo siento. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro de repente, empezó a sonar una canción más lenta, ella aplaudió y pasó rápidamente al lado de Tayler, él la siguió pero chocó con otra chica por accidente, en los que se volteo a disculparse cuando miró a Dayana nuevamente ella ya se había subido a una pequeña plataforma y estaba bailando abrazada a uno de los tubos. — ¡DAYANA! ¡Bajate! ¡¡¡BAJATE!!! Tayler señalaba al suelo m
En auto salió del estacionamiento y desapareció, la llegada de Alexander fue como un regalo caído del cielo, al darse la vuelta para entrar nuevamente miró salir a Esmeralda sumamente ansiosa, fue ahí a la luz de la luna que notó que ella se había sometido a una cirugía de aumento de pechos, el la observo sorprendido. — ¡Alex! ¡¿Alexander donde esta?!Ella había mirado como Alexander salía del lugar de repente, Esmeralda no podía correr por el dolor en su cuerpo pero aún así hizo el intento. Oliver se puso rígido de repente y mintió. — Llego de repente, me quitó las llaves del auto de Dayana y se marchó con ella.— Ella... ¿bebió el agua que te di?— Si.– El arrugo la frente ante tan extraña pregunta.— ¿¡Que?! ¡No! ¡Carajo! Esmeralda salió corriendo directo a su auto, Oliver ni siquiera fue capaz de reaccionar, simplemente no entendía que era lo que pasaba. ....En el auto Alexander manejaba sumamente serio y molesto, Dayana había puesto música y estaba bailando, el la apagó repe
Alexander se encendió al instante, metió una de sus manos en la parte trasera de la cabeza de ella y con la otra la sostuvo por la cintura, el tener su piel bajo sus manos lo sentir completo, esa semana había sufrido bastante extrañando su piel y aroma en cada momento; Dayana no tenía uso de razón completamente, su cuerpo estaba empeñado en sentir placer y solo eso, las manos de ella empezaron a viajar por el cuerpo de Alexander hasta llegar a su entre pierna donde su miembro ya estaba preparado para lo que seguía. En el interior Alexander quería detenerla, era consiente que había sido drogada y se sentía mal de estar con ella en ese estado, más sin embargo al pensar que ella no estando en sus cinco sentidos lo mencionó a él, pidió que Alexander estuviera con ella y no hizo ningún avanze al pensar que él era otra persona lo hizo sentir que no estaba del todo mal satisfacer los deseos de esa mujer que ansiaba tenerlo especialmente a él y a nadie más. Su mente echa un lío se distrajo
El cielo aún se encontraba algo oscuro, la luz del amanecer aún no había empezado a dar sus primeros rayos, Dayana dormía tranquilamente desnuda entre las sabanas, su respiración era tranquila y relajada; Alexander estaba sentado en la cama completamente vestido contemplando su rostro, él era consiente que cuando ella despertara no recordaría nada, su mente estaría nublada por horas, si no es que días, pero tarde o temprano la niebla se dispersaria y terminaría atando cabos de lo que paso esa noche. Él se marcharía, por el momento mantendría su distancia, pero esta vez no era como antes, estaba completamente seguro que se verían de nuevo más pronto de lo que ella pensaba, con sumo cuidado y amor, Alexander acaricio su rostro, pasando los dedos por la suave piel de sus mejillas. — Te dejé ir porque así tu lo quisiste a pesar de que fue en contra de mi voluntad, lo hice porque te amaba en verdad, llegué a pensar que si mi amor te lastimaba no tenía sentido el quererte, pero ahora que
Ya era lunes, el día anterior Dayana se la había pasado todo el día dormida, ya que no quería pensar en lo sucedido el sábado en la noche, pero había llegado el momento de poner esa cabecita a trabajar no podía seguir ignorando que se había despertado desnuda en su cama al día siguiente con rastros de recuerdos de una noche bastante fogosa y que las pastillas para el dolor de cabeza y el jugo de naranja no habían llegado solos al lado de su cama. El día había transcurrido normal, nuevamente era el tema de habladurías por su noche del sábado, pero ella no le daba importancia, cuando iba rumbo al estacionamiento por su auto se topó con Tayler de casualidad, quién al verla sintió su rostro arder y se puso sumamente nervioso. — Hola Tay...— Ehh... hola Dayana.Él estaba recargado en la reja en espera de unos amigos, Dayana notó rápidamente su incomodidad y como parecía estar nervioso.— ¿Que tienes? ¿Porque estás así? Hasta parece que dormimos juntos. Ella bromeó pero Tayler evitó la