Rose los recibió en su gran mansión. Aquella mujer se veía muy delicada y fina, en el cual lucía un cabello largo y ondulado rubio, con apariencia suave y brillante. Vestía una prenda de ropa muy sutil pero elegante, ya que, portaba un vestido blanco y largo, acompañándolo de unas botas largas color marrón con tacón y gran parte de las botas eran cubiertas por el vestido, dándole una apariencia estilizada, pero cómoda. Su piel era pálida, aunque eso no le sorprendía a ninguno de los presentes, después de todo, la única diferencia entre ellos era la diferencia de rangos.
Sara se encontraba tensa porque no sabía exactamente lo que harían ahí ¿Quién era ella? ¿Era pareja de Richard? ¿Hace cuanto se conocían? ¿Por qué le tuvo que contar su caso? ¿Por qué se ve tan tranquilo?
Se sentaron en unos sillones que también eran completamente blancos y la sala de estar era iluminada por una gran ventana y al fondo el ambiente lo adornaba una gran escalera muy hermosa y estética. Sara se sentó en frente de Rose, donde una pequeña mesa del té las separaba, sin embargo, Richard se sentó al lado de la vampira rubia.
- ¡Querida! Gracias por recibirnos. La traje.
¿La traje? Cada minuto que pasaba Richard hacia algo que colocaba incomoda a Sara y no se sentía en un equipo, se sentía un producto. No podía describir con palabras exactamente como se sentía porque, para empezar, jamás se había sentido así antes. Era extraño y confuso.
- No me trajiste. Hubiera venido de todos modos incluso si te hubieras arrepentido. Después de todo la que tiene dos habilidades en esta habitación, soy yo -dijo decidida.
No sabía si era buena idea mostrarse imponente en un lugar que no conocía en una ciudad que no era suya, después de todo, le gustara o no, dependía de Richard en ese ámbito, pero no quería sentirse tan inferior.
Rose la miró de pies a cabeza y luego sonrió. Se acomodó el vestido y tomó un sorbo de su taza de té.
- Es tal cual como la describiste -dijo mirando a Richard.
-Preciosa, yo siempre cumplo.
-Entonces... ¿Puedes demostrar que tienes dos habilidades, aquí y ahora? - dijo Rose dirigiéndose a Sara.
-Supongo que a eso he venido -contestó seria.
-Típico de Richard, no me sorprende que no haya querido contarte los detalles -dijo mientras se levantaba del sillón.
- ¿A dónde vas muñeca? -dijo Richard.
-Tú te quedarás aquí, en cuanto a Sara, ven sígueme -dijo mientras se disponía a subir las escaleras.
-Yo no haría eso si fuera tú. Tienes que estar a mi lado -dijo Richard tomando el brazo de Sara de manera decidida.
-Sé cuidarme sola.
En realidad, Sara si tenía miedo, porque no sabía la razón por la cual Rose quería verla a solas y se notaba a leguas que tenía un rango más alto que ella, por lo tanto, presentaba mayor experiencia también. Aun así, Sara no dejaría que ese lado vulnerable saliera expuesto, al menos, no ahora.
Rose de repente se detuvo en una puerta.
-Escucha Sara, algo me dice que no te atreverías a venir aquí si lo que me dices no fuera cierto. Pero conozco como puede ser Richard y no puedo darme el lujo de creerle a ciegas. Dos habilidades activadas es algo que no puedes ver todos los días, así que discúlpame, pero dudar de ti, es bastante fácil.
-Lo entiendo, para mí también es extraño y no me gustaría estar viviendo esto. No tengo problemas en demostrarte que digo la verdad.
-Para eso, estamos aquí -dice mientras abre la puerta a una biblioteca hermosa y muy espaciosa.
- ¿Una biblioteca? -dije sorprendida.
-Resulta que, solo existe una sola persona en todo el mundo, en la cual confío ciegamente, con los ojos cerrados. Y a esa persona es a quién le mostrarás tu habilidad. Si pasas ese filtro, entonces confiaré en lo que me dices.
- ¿Por qué no simplemente me pides que aplique mi habilidad en ti misma?
-Por dos razones. La primera, es porque odio la incertidumbre, y me pondría extremadamente nerviosa esperando si tu habilidad tiene efecto y segundo... estas cosas también fortalecen mi confianza en Dánan -dijo riendo.
Rose, es una mujer muy hermosa, de ese tipo de belleza estereotípico que no puedes dejar de ver y es difícil que alguien diga que no la encuentra hermosa. Sí, a ese nivel. Al sonreír, resaltaba aún más esa belleza incalculable y Sara solo podía preguntarse quién era esa tal Dánan que la hacía reír de esa manera.
De repente, de una montaña de libros salió una mujer. Tenía el cabello color rosa, largo y liso, complementándose con unos ojos color miel extremadamente tiernos que resaltaban con pequeñas pecas por todo su rostro. También era una vampira y traía puesto un cárdigan blanco y pantalones cafés complementándolo con unos botines cafés muy cómodos. Ella era Dánan y su estilo era muy estético, de biblioteca, intelectual. Arriba de su cabeza tenía unos anteojos redondos que asumo usa para leer.
- ¡Rose! ¿Ella es la anomalía? -dijo apuntándome.
- ¡Así es! usará tu habilidad contigo.
- ¡Hola! soy Dánan -dijo estrechando la mano con Sara.
-Mucho gusto -respondió Sara.
-Bueno, vayamos al grano. Me colocaré frente a ti y me mirarás a los ojos. Haz lo mejor que puedas -dijo en un tono tranquilizador.
Sara pensó que debía relajarse y solo dejar fluir lo que sintiera, sin embargo, sería la segunda vez que usaba su "segunda" habilidad y no sabía cómo resultaría eso. Era como volver a nacer y aprender todo de nuevo, o al menos, así se sentía.
-¡Detente! -gritó Sara mientras miraba a los ojos a Dánan.
Pero nada pasó.
-Lo siento cariño, no sentí nada ¡otra vez! -animó Dánan.
- ¡Camina! -volvió a dar otra orden para saber si eso ayudaba.
- ¡Lo sabía! maldito imbécil, estafador -comenzó a vociferar Rose mientras su ira comenzaba a aumentar.
- ¡Te juro que es cierto! -gritó Sara.
- ¡Silencio! ¿Creíste que me podrías ver la cara de estúpida? ¡Largo de mi casa! -gritó más fuerte Rose.
-Rose, cálmate, todo estará bien -dijo Dánan mientras se disponía a acercarse a Rose.
De repente, justo en dirección por la cual comenzó a caminar Dánan una pila de libros inestable amenazaba con caerse rotundamente.
- ¡Dánan! -gritó Sara para llamar su atención.
- ¿Que sucede? -volteó Dánan para mirar a Sara.
- ¡No te muevas! -dijo mirándola a los ojos.
Aquella acción provocó que Dánan se detuviera abruptamente y la columna de libros cayera solo a metros de distancia evitando que se dañara puesto que, esa pila de libros era bastante grande y la dimensión de estos bastante gruesa. Se notaba que eran libros muy antiguos y pesados.
Sara, ahora más segura de lo que hacía, caminó directamente hacia Rose.
-¿Qué te parece? Ya no piensas que es una e****a ¿o sí?
-Primero, deja que Dánan se mueva y luego hablamos.
Y así como Rose lo pidió, Sara volvió hacia la peli rosa y mirándola a los ojos le indicó que podía moverse nuevamente, logrando que la chica pudiera nuevamente reanudar sus acciones.
-¿Si se sintió como un hipnotismo? -Rose preguntó Dánan.
-Totalmente, me sentí igual que cuando tú los haces -respondió Dánan.
-Espera ¿Qué? -dijo Sara sorprendida.
Acto seguido, Rose le releva que ella es una Ocaratis y que por eso no le pidió que la hipnotizara a ella, ya que no hubiera funcionado de todos modos y que por esa misma razón Richard la trajo, porque le puede ayudar con esa habilidad.
-¿Y tú Dánan? ¿Qué tipo de vampiro eres? -dijo Sara con curiosidad.
-¡Una Horen!
Sara estaba sorprendida con todo lo que pasó. No se esperaba para nada que Rose fuera una Ocaratis y que por otro lado conocería a otra vampiro con una habilidad curiosa, sin embargo, una Horen es un vampiro de rango medio. ¿Como es que una vampiro de rango alto como Rose, conoció a una vampiro de rango medio como Dánan y de paso a un Letjetis como Richard?
Sara comprendió que no podía quedarse atrás y debía adentrarse cada vez más, a este mundo.
Y así, de esa manera, Sara iba todos los fines de semana a la casa de Rose para entrenar su nueva habilidad. Practicaba con Rose, Dánan y Richard. Durante la semana asistía regularmente a la universidad como si nada pasara y tenía momentos familiares como cualquier otra persona sin jamás mencionar sus dos habilidades. —El examen estuvo muy difícil, ojalá poder aprobar —dijo Kaya.—Calma, estamos en ese momento del semestre donde nadie duerme y solo hay exámenes finales pero nuestro esfuerzo valdrá la pena —tranquilizó Sara.La vida universitaria de Sara era tranquila y cada vez que podía tenía momentos con su mejor amiga Kaya para que no sospechara de sus ausencias, aunque no era necesario esforzarse tanto, puesto que Kaya que suele viajar mucho con sus padres y termina estando más ausente que Sara, sin embargo, Sara tomaba sus precauciones de vez en cuando. —Este fin de semana iré a la ciudad capital junto a mis padres ¿Quieres venir? —preguntó Kaya.—¿Que? —se exaltó Sara.Ella ta
Sara Fellowes era distinta a Sara Price. La primera era refinada, de casa aristócrata, nunca le faltó nada y no conoce la realidad de los humanos, es más, no le interesan los humanos, porque tienen cosas más importantes inundando su mente y por, sobre todo, ella no conoce la desesperación, porque es una vampira de rango alto y por lo tanto nadie se metería con ella sin razón alguna. Por otro lado, la segunda, es una vampira simple, sin destacar, llegando a cruzar la línea de lo corriente y ser confundida con una humana. Sabe lo que es sentirse inferior, incluso ese sentimiento se lo han provocado otros humanos. No le temen. Ahora tenía dos personalidades totalmente opuestas ¿Cuál de las dos terminará consumiéndola? ¿La que se le ha impuesto desde nació o la novedad que se le presentó como un juguete nuevo? Los juguetes nuevos divierten mucho, pero no para siempre ¿Lo tendrá en cuenta Sara?—Tiene una presencia muy refinada señorita —dijo una vampira de clase alta al pasar por el lado
—¡Que apetitoso se ve ese sirviente! le preguntaré más tarde donde lo consiguió.Eso fue lo último que escuchó Sara antes de que cerraran la puerta y la dejaran a solas con Oliver. Le daba escalofríos. —¿Fellowes? Ese no es tu apellido.—Oliver, eso ahora es lo menos importante ¿Qué haces aquí? —dijo Sara mientras se apoyaba en la puerta detrás de ella.—Es obvio, vine por ti. —¿Como me encontraste?—Tuve que seguirte un tiempo. Me evitabas y hace tiempo que no te comunicabas conmigo. Necesitaba saber qué hacías durante algunas tardes y ahora sé que venías a la capital.—No tenías derecho a hacer eso —decía Sara mirándolo a los ojos.A Sara no le molestaba ver a Oliver, al contrario, lo extrañaba más que nunca, pero, la capital no era para un humano como él ni tampoco era apto para la estafa que estaba haciendo Sara. No quería que él también se viera envuelto en el plan que tenía con Richard. Quería protegerlo. Nadie lo tacaría mientras ella pudiera evitarlo.—Me importa tu segurid
Vampiros de rango alto ------Ocaratis (hipnotizar, encantar) -----Pretvoritis (convertir en vampiros a otros) -----Letjetis (pueden volar)Vampiros de rango medio ------Asinis (no necesitan sangre para vivir) ------Horen (escuchar conversaciones de lejos)Vampiros de rango bajo -------Slunces (resisten al sol) -------Cead (no necesitan permiso para entrar a lugares) ---------Garlics (resisten el ajo, agua bendita y otras)Hechiceros de rango alto ------Lenindas (pueden hacer todo lo que hacen los de otros rangos y otras habilidades desconocidas)Hechiceros de rango medio ------Menindas (se encargan de reprimir las habilidades y crear/vender productos que ayudan a los vampiros a ser resistentes al sol y otras que por sí solos no pueden)Hechiceros de rango bajo -----Bejindas (atienden en centros de salud curando o tratando múltiples patologías)
Era una mañana cálida pero nublada. Sara es una vampira de nacimiento, pero eso no implica que sus padres también lo sean, de hecho, la ciencia aún no puede explicar la razón de que algunos nacen con estas habilidades que puede ser un don o una maldición dependiendo de tu punto de vista.En esta mañana cálida, la televisión que suena de fondo habla sobre los nuevos nacimientos y cuántos vampiros han llegado al mundo. En realidad todos los días hablaban de lo mismo porque todos los días nacen nuevas vidas y mueren otras.En este mundo también hay personas que nacen con habilidades de hechicería pero esas no se consideran al momento de la llegada de nuevos bebés porque estos poderes no se manifiestan al momento de nacer si no que durante la adolescencia.Mientras la televisión sigue sonando con las noticias matutinas, Sara se encuentra en su cuarto preparándose para un día más de universidad. Por supuesto que el tema de la educación también influye dependiendo de tus genes y en este cas
Sara tomó el autobús de regreso a casa mientras hablaba por chat con Oliver. Se bajó una parada antes de llegar y caminó entusiasmada hacia un bosque luminoso que se encontraba cerca de donde vivía. Sus vecinos eran humanos ya que como hemos mencionado antes, ella y su familia no es vista como un peligro para ellos y el lado bueno de eso es que gracias a ese factor es que pudo conocer a Oliver.Como siempre antes de explorar lugares abandonados, Sara se dirigió a un lugar específico del bosque ya que es el punto de encuentro que tiene con su mejor amigo y ha sido así desde hace un tiempo. Ahí estaba Oliver esperándola.- ¿Tú no tienes tareas u obligaciones que hacer? - le habló Sara.- Lo mismo diría de ti y yo no te critico tu tiempo libre.- Lo digo porque hay veces que yo no puedo salir a explorar, pero tú siempre puedes por lo que he podido ver - lo decía mientras veía su celular.- Sabes que siempre dejo mis tareas universitarias para último momento.- ¿Por qué?- Es más satisfac
Sara tomó el autobús de regreso a casa mientras hablaba por chat con Oliver. Se bajó una parada antes de llegar y caminó entusiasmada hacia un bosque luminoso que se encontraba cerca de donde vivía. Sus vecinos eran humanos ya que como hemos mencionado antes, ella y su familia no es vista como un peligro para ellos y el lado bueno de eso es que gracias a ese factor es que pudo conocer a Oliver.Como siempre antes de explorar lugares abandonados, Sara se dirigió a un lugar específico del bosque ya que es el punto de encuentro que tiene con su mejor amigo y ha sido así desde hace un tiempo. Ahí estaba Oliver esperándola.- ¿Tú no tienes tareas u obligaciones que hacer? - le habló Sara.- Lo mismo diría de ti y yo no te critico tu tiempo libre.- Lo digo porque hay veces que yo no puedo salir a explorar, pero tú siempre puedes por lo que he podido ver - lo decía mientras veía su celular.- Sabes que siempre dejo mis tareas universitarias para último momento.- ¿Por qué?- Es más satisfac
Sara fue inmediatamente a su casa y se encerró en su cuarto tratando de asimilar todo lo que había pasado. No podía entender cómo es que fue capaz de hipnotizar a un vampiro cuando ella era una Cead de nacimiento. Es que no tenía sentido.Comenzó a buscar por internet si había casos documentados para saber si ya había pasado antes y quizás obtener soluciones. Pero no consiguió nada llamativo ni tampoco nada útil, a lo mucho foros de internet con teorías conspiranoicas sin sustento. Aun así, no quería rendirse porque necesitaba encontrar lo que sea.Para despejar su mente decidió darse un baño porque no podía soportar recordar el olor de esa antigua casa y ese extraño vampiro. El baño de Sara tenía azulejos con un diseño de colores azul, negro y banco y a pesar de eso era bastante iluminado porque tenía ventanas bastantes grandes (con persianas por supuesto). El baño tenía una tina y a Sara le encantaba porque era lo suficientemente espaciosa para que su cuerpo entrara completo siendo