Capítulo 4

Sara fue inmediatamente a su casa y se encerró en su cuarto tratando de asimilar todo lo que había pasado. No podía entender cómo es que fue capaz de hipnotizar a un vampiro cuando ella era una Cead de nacimiento. Es que no tenía sentido.

Comenzó a buscar por internet si había casos documentados para saber si ya había pasado antes y quizás obtener soluciones. Pero no consiguió nada llamativo ni tampoco nada útil, a lo mucho foros de internet con teorías conspiranoicas sin sustento. Aun así, no quería rendirse porque necesitaba encontrar lo que sea.

Para despejar su mente decidió darse un baño porque no podía soportar recordar el olor de esa antigua casa y ese extraño vampiro. El baño de Sara tenía azulejos con un diseño de colores azul, negro y banco y a pesar de eso era bastante iluminado porque tenía ventanas bastantes grandes (con persianas por supuesto). El baño tenía una tina y a Sara le encantaba porque era lo suficientemente espaciosa para que su cuerpo entrara completo siendo capaz de estirar sus piernas y relajarse como corresponde.

Estuvo un buen rato perdiéndose entre la espuma, el agua caliente y sus pensamientos y la verdad es que hubiera seguido así si no fuera porque su madre le golpeó la puerta ferozmente alterando su concentración diciéndole que saliera luego. Que el agua es cara y no se paga sola, ya saben, de lo que se suelen quejar los adultos funcionales.

Al salir del baño se colocó pijama y tomó su celular.

-Oliver- ¿Llegaste bien a tu casa? Perdóname por haberme ido corriendo a pesar de que me defendiste para que lo hiciera. Sé que soy un humano inútil pero no puedo evitar sentirme culpable. Llámame cuando leas esto.

Al leer tal mensaje Sara comenzó a temblar, pero más que nada porque recién habían reaccionado tanto su cuerpo como consciencia hacia el peligro que se había expuesto porque pudo no haber salido de esa mansión con vida. Era una posibilidad bastante grande y eso lo hacía extremadamente aterrador.

Lágrimas comenzaron a caer descontroladamente por sus ojos manchando su cara y partes de su pijama, sin embargo, eso no la detuvo para llamar a Oliver. No era la primera vez que la escucharía llorando de todos modos.

-Uff que bueno que llamaste - contestó Oliver.

-O-Oliver...- sollozó Sara.

-¿¡HA PASADO ALGO?! ¿¡SIGUES CON ESE VAMPIRO?! - se alteró Oliver.

- ¡NO!... es solo que...

Sara no sabía cómo explicárselo quizás sonaría tonto decirle que hasta muy poco le dio realmente terror la situación por la que pasaron, sin embargo, ella sabía que Oliver siempre trataría de entenderla y eso la reconfortaba.

-Es que recién me di cuenta de que pudimos haber muerto y... me asustó como no tienes idea- confesó.

-Es normal, la adrenalina del momento te afectó y ahora recién pudiste tomar consciencia.

-Me di cuenta lo difícil que sería si tu no estuvieras como ahora hablándome por teléfono.

-No me iré a ninguna parte a menos que tú lo decidas así. Aunque seas "jerárquicamente" mejor que yo eh. No me da envidia para nada.

-Jerárquicamente...

Sé que Oliver se refería a que yo soy una vampira y él un humano, pero no pude evitar recordar lo que pasó con el vampiro enigmático ¿Oliver se habrá dado cuenta de que lo hipnoticé?

- ¿Oliver?

- ¿Que sucede?

-Tú... ¿Viste lo que le hice a ese vampiro?

De repente Oliver se quedó mudo lo cuál era bastante extraño porque hablaba demasiado y nunca se quedaba sin tema de conversación.

-Mira Sara...no entiendo porque me ocultaste que en lugar de una Cead eras una Ocaratis, pero todos tenemos secretos y de verdad que yo respeto eso.

Espera ¿QUÉ? No solamente Oliver se percató de lo que sucedió, sino que además creía que le había mentido todo este tiempo.

-Oliver no, yo no te he mentido, yo si soy una Cead de nacimiento ¿Cómo carajos crees que entraba a propiedad privada contigo sin necesitar la invitación del dueño de casa?

-Tienes razón, no había pensado en eso, pero ¿Que más querías que pensara? No puedes tener dos habilidades activadas, es legalmente imposible y yo sé lo que vi.

-Lo sé y no puedo explicarlo. Nunca pude hipnotizar antes no sé porque ahora fue diferente. No fue algo que planeé.

-Quizás en realidad no pasó. Quizás de lo asustados que estábamos creamos esa salida como salvación creyendo tener un "as bajo la manga"

-Pero entonces ¿Por qué el vampiro si se detuvo?

-Sugestión quizás

-Eso no tiene sentido

-No tanto como que una vampira tenga dos habilidades activadas.

-Buen punto

Luego de que estuvieron horas hablando se convencieron de que por el calor del momento vieron cosas que no son y que el miedo puede ser el protagonista de muchos eventos sin explicación. Quizás tenían razón, pero ¿sería suficiente para Sara?

Desafortunadamente para ella, su mente no dejaba de navegar en incertidumbre a pesar de que sabía que lo más sano era pretender que nada malo sucede.

A la mañana siguiente Sara amaneció con unas ojeras de mejilla a mejilla marcadas, de esas que, puedes ver desde muy lejos, muy oscuras.

- ¡Que cara traes! - le dijo su madre.

Sara no tenía el humor ni para contestar ni para seguir una conversación amable así que se limitó a comer y no llegar tarde a clases.

Durante su estadía en la universidad no podía parar de pensar en todo lo que habló con Oliver así que en su hora libre se dirigió a la biblioteca de la universidad para usar un computador y averiguar todo lo que pudiera. Llámala paranoica, pero si le rastreaban tales búsquedas sospechosas como "dos habilidades activadas" siempre podía decir que era sobre una investigación universitaria.

Lamentablemente no encontró nada que le pudiera servir de verdad y quizás era una señal para que volviera a su vida rutinaria y normal. Volvería a salir con Oliver como si nada (quizás evitando casas abandonadas para siempre), se enfocaría en sus estudios, amistades y quizás le comenzaría a gustar alguien, quien sabe, era joven.

Ordenó todo y se levantó para salir de la biblioteca. Se dirigía a la salida de la universidad cuando metió las manos a los bolsillos de su chaqueta sintiendo en una de sus manos el roce de una textura como el papel.

Al sacarlo se dio cuenta que era una tarjeta. La tarjeta que le dio el vampiro misterioso paracontactarlo. Él dijo que la podía ayudar ¿pero será verdad? ¿valía la pena el riesgo?

... ... ...

- ¿Hola?

- ¿Richard? Soy Sara.

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