- Maestro todos los vuelos han sido suspendido,por la guerrilla- dijo nervioso el asistente del hombre misterioso.

Este levantó la mirada y una sonrisa siniestra apareció en su rostro.

- No te preocupes...mi familia quiere que vaya a norteamérica...por eso está tarde un jet privado nos llevará a Dubái, prepará todo..- dijo mientras sacaba de su gaveta una piedra de inox de color rojo, se la puso en su cuello, la piedra al ser contacto con su piel provocó una transformación en el hombre.

En el aeropuerto de Dubai lo esperaba una limosina, una mujer joven de treinta años vestida con la vestimenta musulmana y un hombre de edad esperaba en la loza del aeropuerto.

Cuando llegó el jet privado, primero bajo el asistente llamado Matt Stevens, un joven de veinte y cinco años, trabaja con Assim desde los veinte, sabe casi todo sobre su jefe, sobre todo ese poder que tiene de transformarse en dos personas distintas, un arqueólogo de mediana edad y la otra en un joven millonario de las familias más ricas de Arabia Saudita. 

Después de bajar Matt, un joven de treinta años, alto de un metro ochenta, pelo negro, ojos del mismo color, una barba corta, típico de los árabes, una sonrisa perfecta, un hombre realmente guapo, baja del avión con un traje oscuro , zapatos de marca, y un desplante extraordinario.

Cuando ve a las personas que lo están esperando, se inclina ante el hombre de edad y le besa la mano.

- Baba!! que gusto volver a verte- dijo con respeto Assim.

- Abn!! por fin estás con nosotros... tu esposa y yo te hemos extraño - dijo con nostalgia.

Assim miró a la mujer que acompañaba a su padre, está le hizo reverencia y beso la mano de su esposo.

- Alegra mi corazón el que estés con nosotros..- dijo emocionada la mujer.

Assim la miró fríamente y inclino su cabeza.

- Que bueno que estés bien Leyla - dijo cortante.

Los cuatro se fueron en la limosina a la mansión Ali, al llegar el padre de Assim quiso hablar de inmediato con él.

- Hijo... necesitamos tu ayuda..tu hermano mayor tuvo un accidente, no es nada grave, pero estamos negociando con los norteamericanos , pero con el accidente de tu hermano, él no podrá ir .. sé que no es tu área pero no confío en nadie más..- dijo complicado el padre.

Assim lo miró con satisfacción.

- Claro padre ... cuando debo viajar? para poder tener tiempo de preparar y estudiar todo sobre la propuesta.- dijo Assim interesado.

Su padre sacó unos documentos del escritorio y se los paso a Assim, esté comenzó a revisar el contenido de los papeles.

- Tienes dos días para interiorizar todo sobre la propuesta de BlackCia y poder llegar a un acuerdo con los norteamericanos.- dijo el padre .

- Entiendo...y con quién me reuniré en Norteamérica?- preguntó mientras revisaba los documentos.

- Con el dueño de la compañía... James Black - dijo su padre .

Assaim al escuchar el nombre sintió un escalofríos recorrer su cuerpo, nunca había escuchado ese nombre, pero ahora le parecía un peligro.

- Tienes un foto de él? - preguntó intrigado Assim.

- No, por qué tendría una foto de él? - preguntó confundido su padre.

- No, nada..solo me pareció interesante saber quién es este tal James Black..- dijo nervioso Assim.

- Bueno...puedes retirarte y ir a ver a tu esposa que la has tenido mucho tiempo abandonada y así nunca me podrás dar nieto - le reprochó su padre.

Assim lo miró con frialdad.

- Ella no puede engendrar , es estéril, ya lo sabes , no sé porque insiste con eso!!- le reclamo Assim 

Su padre le dió una mirada de reproche.

- Hay tratamientos!! no sé porque no lo quieres intentar Assim !!?- preguntó intrigado su padre.

Assim se puso incómodo, era que no quería tener hijos con ella y había inventado la escusa sobre la infertilidad de su esposa.

- Abba ... déjame resolver este asunto, es entre ella y yo.. ahora sí me disculpas la voy a ver..- dijo dandole una reverencia a su padre.

Assim subió las escaleras con pesadez no quería ver a su esposa, no le atraía ni un poco, se casó con ella solo por negocios.

Cuando llegó al cuarto la vió sin su hiyab, su cabellera rizada era hermosa, le encantaba las mujeres de cabello largo y bien cuidado.. Leyla al verlo hizo una reverencia de respeto.

- Esposo... que bueno que estés aquí..- dijo nerviosa.

Era una mujer delgada, hermosa con unos ojos de color miel, su pelo negro como el azabache.

Assim se acercó a ella y tocó su cabellera, al principio fue una caricia suave pero después se volvió violento con ella y comenzó a tirar de su cabello.

- Dime esposa...has estado hablando con mi padre sobre tener hijos? - preguntó entre dientes.

La mujer se asustó por la violencia de Assim.

- Esposo yo...no he dicho nada y tampoco me he quejado - dijo apunto de llorar.

Assim tomó con más fuerza su pelo.

- Escúchame...te lo diré una vez más... tú y yo ... nunca tendremos hijos... sabes porque ? - le pregunto desafiante

Leyla lo miraba aterrada.

- Porque tú no eres digna de tener un hijo mío.. nos casamos solo por conveniencia , el solo pensamiento de estar contigo en la cama me repugna - dijo mientras la soltaba con violencia.

- Pero yo soy tu esposa...no puedes tratarme así...yo...puedo cambiar, solo dime qué debo hacer para ganar tu respeto y amor? - preguntó humillada Leyla.

Assim la miró con desprecio y burla.

- Cómo te puedes rebajar de esa manera mujer... nunca tendrás nada de mí.. entiende de una vez por toda... tú no eres nada para mí - dijo mientras la empujaba al suelo.

Leyla comenzó a llorar por la humillación de su esposo, ella que era la consentida de su familia, siempre tuvo lo que quiso, hasta logró convencer a su padre que le ayudará a casarse con el hijo menor de la familia Ali, la primera vez que lo vió se enamoró profundamente de él, pero el siempre le dijo que no la amaba y que nunca lo haría, se lo dijo en la noche de boda, dónde ella pensaba que sería la mejor noche de su vida, pero Assim nunca la miró ni siquiera la tocó, su matrimonio no ha sido consumado, desde esa noche su vida se convirtió en una triste historia donde no puede escapar de lo que siente por él.

- No seas patética mujer!!! no llores más... mira tendré que ir a norteamérica y quiero que me acompañes - dijo indiferente.

Los ojos de Layla se iluminaron.

- En serio quieres que te acompañe?- preguntó incrédula.

- Si... así te tendré vigilada y mi padre no me molestará más con lo del hijo- dijo con desprecio Assim.

- Puedo preguntar algo?- dijo con timidez.

Assim la miró de pies a cabeza.

- Que quieres?- preguntó fríamente.

- Porque no soy digna de tí? yo soy como una princesa para las personas... pero para ti no soy nada, por qué?- preguntó inquieta.

Assim le dió una sonrisa burlesca.

- Ese es el problema...eres una princesa... pero yo busco a una Reina...