Lilly Bradley
Apenas pude concentrarme durante las primeras horas de la mañana, dejé todo el tapón de mi pluma mordido, mi estómago tenía un gran nudo, el pensar que volvería a ver a Oliver desde aquel día en terminé nuestra relación de años, me puso algo ansiosa y claro, me hace pensar en la boda. Una boda que era muy deseada por ambas familias. Cerré los ojos y me prometí no seguir yendo al pasado. “Eres primero tú, luego tú y después tú, Lilly”
— ¿Estás ocupada? —Máxima preguntó cuando abrí los ojos y solté un jadeó de sorpresa al verla de pie bajo el marco de la puerta. ¿Qué pasa con ella en aparecer de esa manera? — ¿Estás bien? —preguntó.
—Sí, sí, claro, es que acababa de cerrar
Jackson JohnsonMe pasé una mano por mi barbilla mirando algún punto fijo en el escritorio. Había repasado una y otra vez el informe que me había entregado Richard de Oliver. Luego esa foto. De ellos dos sonriendo felices. Las palabras de Richard me habían hecho pensar detenidamente sobre mis propios sentimientos. ¿Qué si sabía que debía de hacer? Sí. Pero…ella seguía comprometida por lo que había leído, la llegada de Oliver y lo que había dicho su hermana en el restaurante me martillaba con fuerza dentro de mi cabeza y provocaba que ardiera por celos. Tocaron a la puerta sacándome de mis pensamientos.—Adelante. —anuncié para después aclararme la garganta, se asomó Máxima. —Máxima.—Ya me marcho a almorzar, ¿Vas a comer aquí? —pr
Lilly Bradley “Una cita…real” Sus palabras me habían dejado por completo muda, sus ojos oscuros me miraron fijamente en espera a que dijera algo más, ¿Pero qué es lo que estaba pasando? Me aclaré la garganta y desvié la mirada de la suya, esa electricidad volvió a recorrerme de pies a cabeza haciendo que me estremeciera en mi lugar. —Yo…—comencé a buscar las palabras correctas, pero mi atención se fue hacia Richard que rodeó el auto y se subió en el asiento del copiloto, el chófer regresó a su lugar y esperaron a que Jackson dijera algo, cuando lo miré, él siguió mirándome. —Sí. —solo salió de mi boca esa palabra, él abrió un poco más su mirada y sonrió triunfante. Mi corazón latió como un loco, pensé que él podría escuchar como este latía. —Perfecto. —dijo antes de desviar la mirada hacia a enfrente. —Al restaurante de la quinta. —el auto empezó a moverse y yo miré el reloj de mi muñeca, él puso su mano encima p
Jackson Johnson Repasé una y otra vez las palabras de Lilly. “De aquí a China…” sonreí como un tonto en mi lugar de trabajo, sentía una electricidad correrme por debajo de la piel, me había puesto tan emocionado el “si” de tener una cita real. Ella y yo. Sabía que Oliver no se detendría en querer luchar por Lilly. A pesar de la decepción que ocasionó en ella, seguirá usando cualquier medio para conquistarla de nuevo… —Tiene vuelo abierto…—eso me confirmaba que estaría una temporada aquí en la ciudad. —Toc, toc…—escuché la voz de Máxima, la sonrisa se esfumó y entrecerré la mirada, le hice una señal de que podía entrar. — ¿Todo bien? —Sí, todo bien. —le señalé la silla del otro lado frente a mi escritorio. —toma asiento. —cerró la puerta detrás de ella y caminó lentamente, por su gesto, podía imaginar que estaba pensando que pasaba. —Veo que estás tenso. —se sentó y cruzó una pierna con la otra. —
Lilly Bradley—Pensé que era hoy. —comenté a Máxima sorprendida a punto de salir de la empresa.—Lo sé, disculpa, fue mi error. Pero no pasa nada, es mañana a las tres, tienes que estar a esa hora. —el encargado de los autos, me había dejado la llave, pensando que sería hoy el ir a hacer guardia para recibir los muebles en la casa que iban a mostrar.—Entonces ¿A quién le regreso las llaves? —ella se mostró despreocupada.—Llévate el auto, mañana lo usarás de igual manera. —Hizo una pausa—Es más, regrésalo el lunes. Así puedes ir a conocer la ciudad, llevar a tus padres a cenar…—arrugué mi ceño algo extrañada. —Yo me encargo de avisarle a Efraín.—Bueno, —me aclaré la garganta. &mdash
Jackson JohnsonPude ver como arrugó su nariz a mi negativa de dejarla manejar. Le volví a hacer un movimiento con mi mano para que subiera al auto, ella cedió y subió. Rodeé el auto y subí, momentos después, entramos al tráfico de la noche. Puse música instrumental de fondo en un volumen bajo. —Creo que debería de aceptar que me invadieron los nervios. —me sorprendió escuchar su sinceridad.—Se notó en tu mirada, por eso es que insistí llevarte yo. —miré de manera fugaz en su dirección, ella sonrió sin mirarme. — ¿Qué te parece si un día de estos te llevo a practicar? Ya que tengas más confianza puedo disponer un auto de la empresa para que te puedas mover. —me detuve en el semáforo en rojo, ella giró su rostro y mostró que estaba
Lilly BradleySalí del baño y crucé a la habitación, Leah estaba sentada en la orilla de la cama, una sonrisa resplandeciente en sus labios me alertó de inmediato.— ¿Qué haces aquí? —pregunté extrañada.— ¿Por qué no nos habías contado que Oliver estaba en la ciudad? —abrí mis ojos un poco más.—Por qué es mi asunto, no el de ustedes. Hoy lo he visto pero no terminó nada bien. —crucé hacia el otro lado de la habitación para luego sentarme en el banco de mi tocador. Miré en el reflejo del espejo a mi hermana. — ¿Cómo es que se han enterado? —ella presionó sus labios después de que su sonrisa se esfumó.—Ha venido hace unos momentos. —Me puse de pie de un movimiento, —Ya que has lle
Jackson Johnson Mansión de los Johnson Toqué el timbre de la puerta. Esperé impaciente. Al abrirse, estaba la chica del servicio. — ¿Señor Johnson? Disculpe, bienvenido, señor Johnson. —abrió más la puerta y entré, me detuve en el recibidor, entonces apareció mi madre. Pude notar sorpresa genuina en su mirada. — ¡Jackson! ¿Por qué no has avisado que venías? Hubiera preparado algo de cenar…—se acercó a abrazarme, luego dejó un beso en una de mis mejillas. —No es necesario que hagas algo, solo he venido un momento. —ella tomó mis mejillas y las acarició. —Me encanta verte en casa. —bajó sus manos y me guió a la sala. — ¿Quieres café? —asentí y le di las gracias, le dijo a la chica que cortara unos pedazos de pastel de cerezas. Tomamos nuestros lugares. — ¿Estás sola? —asintió. —Es jueves de póker. Tu padre jamás se pierde esta noche. —Oh, qué bien. Pensé que ya no s
Lilly BradleyViernes. Finalmente había llegado el último día de labores de la semana, ya me había hecho una lista de las películas que vería en mi cama, en pijama y con una caja de pizza para mi sola. Ahora sí me llevaría el auto, igual Jackson no se enteraría. Había repasado todo lo de ayer, nuestro beso, luego se vio empañado por la llegada inesperada de Oliver, Leah me había contado el resto de lo que había pasado cuando recién entré a casa, -el momento en el que casi corrí a darme una ducha fría,- entonces me quedé pensando, ¿Oliver estaba esperando quizás? Alcé mis cejas. ¿Habrá visto nuestro beso? Tomé aire bruscamente recordando lo de la hora del almuerzo.— ¿En las nubes, Bradley? —giré mi rostro hacia la entrada, no, esta vez no era