Lilly Bradley
—Pensé que era hoy. —comenté a Máxima sorprendida a punto de salir de la empresa.
—Lo sé, disculpa, fue mi error. Pero no pasa nada, es mañana a las tres, tienes que estar a esa hora. —el encargado de los autos, me había dejado la llave, pensando que sería hoy el ir a hacer guardia para recibir los muebles en la casa que iban a mostrar.
—Entonces ¿A quién le regreso las llaves? —ella se mostró despreocupada.
—Llévate el auto, mañana lo usarás de igual manera. —Hizo una pausa—Es más, regrésalo el lunes. Así puedes ir a conocer la ciudad, llevar a tus padres a cenar…—arrugué mi ceño algo extrañada. —Yo me encargo de avisarle a Efraín.
—Bueno, —me aclaré la garganta. &mdash
Jackson JohnsonPude ver como arrugó su nariz a mi negativa de dejarla manejar. Le volví a hacer un movimiento con mi mano para que subiera al auto, ella cedió y subió. Rodeé el auto y subí, momentos después, entramos al tráfico de la noche. Puse música instrumental de fondo en un volumen bajo. —Creo que debería de aceptar que me invadieron los nervios. —me sorprendió escuchar su sinceridad.—Se notó en tu mirada, por eso es que insistí llevarte yo. —miré de manera fugaz en su dirección, ella sonrió sin mirarme. — ¿Qué te parece si un día de estos te llevo a practicar? Ya que tengas más confianza puedo disponer un auto de la empresa para que te puedas mover. —me detuve en el semáforo en rojo, ella giró su rostro y mostró que estaba
Lilly BradleySalí del baño y crucé a la habitación, Leah estaba sentada en la orilla de la cama, una sonrisa resplandeciente en sus labios me alertó de inmediato.— ¿Qué haces aquí? —pregunté extrañada.— ¿Por qué no nos habías contado que Oliver estaba en la ciudad? —abrí mis ojos un poco más.—Por qué es mi asunto, no el de ustedes. Hoy lo he visto pero no terminó nada bien. —crucé hacia el otro lado de la habitación para luego sentarme en el banco de mi tocador. Miré en el reflejo del espejo a mi hermana. — ¿Cómo es que se han enterado? —ella presionó sus labios después de que su sonrisa se esfumó.—Ha venido hace unos momentos. —Me puse de pie de un movimiento, —Ya que has lle
Jackson Johnson Mansión de los Johnson Toqué el timbre de la puerta. Esperé impaciente. Al abrirse, estaba la chica del servicio. — ¿Señor Johnson? Disculpe, bienvenido, señor Johnson. —abrió más la puerta y entré, me detuve en el recibidor, entonces apareció mi madre. Pude notar sorpresa genuina en su mirada. — ¡Jackson! ¿Por qué no has avisado que venías? Hubiera preparado algo de cenar…—se acercó a abrazarme, luego dejó un beso en una de mis mejillas. —No es necesario que hagas algo, solo he venido un momento. —ella tomó mis mejillas y las acarició. —Me encanta verte en casa. —bajó sus manos y me guió a la sala. — ¿Quieres café? —asentí y le di las gracias, le dijo a la chica que cortara unos pedazos de pastel de cerezas. Tomamos nuestros lugares. — ¿Estás sola? —asintió. —Es jueves de póker. Tu padre jamás se pierde esta noche. —Oh, qué bien. Pensé que ya no s
Lilly BradleyViernes. Finalmente había llegado el último día de labores de la semana, ya me había hecho una lista de las películas que vería en mi cama, en pijama y con una caja de pizza para mi sola. Ahora sí me llevaría el auto, igual Jackson no se enteraría. Había repasado todo lo de ayer, nuestro beso, luego se vio empañado por la llegada inesperada de Oliver, Leah me había contado el resto de lo que había pasado cuando recién entré a casa, -el momento en el que casi corrí a darme una ducha fría,- entonces me quedé pensando, ¿Oliver estaba esperando quizás? Alcé mis cejas. ¿Habrá visto nuestro beso? Tomé aire bruscamente recordando lo de la hora del almuerzo.— ¿En las nubes, Bradley? —giré mi rostro hacia la entrada, no, esta vez no era
Lilly BradleyJackson estaba muy molesto, terminó la llamada y miró en mi dirección.— ¿Cómo es posible que no tengas tu celular contigo? Es una falta de responsabilidad, Lilly, ¿Si te pasara algo como me ibas a llamar? —alcé las cejas con sorpresa a su pregunta.—“¿Cómo te iba a llamar?” —pregunté confundida. —Si me pasara algo le llamaría a mis padres.—Quise decir que a quien llamarías. —se sonrojó. —Bien, me dice que el cliente potencial vendrá en unos minutos más, así qué, —me miró. —Espera en el auto.—No, me iré en el auto a casa, así que “jefe” hasta el lunes. —lo esquivé y me alcanzó del codo para evitar que bajara las escaleras del pórtico.—E
Jackson Johnson Mi corazón se agitó con fuerza cuando tomó la iniciativa de besarme, mis manos se fueron a su cintura e intensifiqué más el beso, ella se separó un poco, pensé que la había abrumado. —Lo siento, —susurré jadeando, ella negó rápidamente. —No lo sientas, es solo que…—sus mejillas estaban sonrojadas, —…si lo haces así, puede que no nos podamos detener. —no entendí rápidamente a lo que se refería. —Y creo que siendo nuestra primera cita real, no sé si podamos cruzar esa línea… — ¿Cruzar? —entonces entendí. —Hablas de sexo. —Sí. —no nos separábamos aún, solo habíamos detenido el beso, nos miramos y en mi caso, era algo extraño de hablar. Ya que yo nunca…había intimado con una mujer. —Pero es lo que dicta la sociedad, pero nosotros podemos…decidirlo. —entonces pasé saliva con dificultad, mi corazón se aceleró mucho más rápido entendiendo que ella deseaba ir a la cama. — ¿Y la cen
Casa de Jackson Johnson -santuario- Los HamptonsJackson Johnson¿Cómo poder detenerme después de lo que acababa de experimentar? ¿Cómo decirle a mi corazón que no siguiera latiendo así por ella? Sabía los riesgos que tendría si dejaba que todo fluyera sin poner mis barreras.— ¿Qué piensas?—ella se había acurrucado en su mismo lugar, pero con su cabeza recostada sobre mi pecho. —Tu corazón sigue latiendo a toda prisa. —no pude decir algo en este momento. —Sé qué es demasiado pronto, que yo vengo de una relación de años y tengo solo cuatro semanas desde que soy soltera. —entonces se removió y asomó su mirada desde su escondite. —No quiero que pienses que soy fácil. —cerré los ojos empezando a irritarme, al abrirlos ne
Casa de Jackson Johnson -santuario- Los HamptonsJackson JohnsonFinalmente a mis treinta años, había encontrado de manera inesperada a Lilly y aunque fuese solo un poco el tiempo que la he conocido, sin duda, había llegado arrasando en mi vida. Era distinta a todas las mujeres que había conocido, ella fue la única hasta hoy, que había puesto a temblar mi mundo.Tenía la mano en la manija de mi habitación, escuché por un momento como mi corazón latió a toda prisa, cargado de emoción, deseo y muchas sensaciones más que no podía descifrar. ¿Acaso así se sentía cuando estabas a punto de perder tu virginidad? ¿Y si no salía como lo imaginaba en mi cabeza? Los vídeos xxx, solo mostraban lo físico, pero… ¿En alguno mostraba la delicadeza, la pasión,