Al terminar la jornada el encargado del concesionario se acercó a ella dándole un sobre con una exuberante cantidad de dólares en efectivo.- Este es tu pago, tuviste una excelente labor – le dijo mientras examinaba el iPhone que tenía en la mano y texteaba – nos vemos mañana, la hora de llegada es a las ocho de la mañana para salir a esta hora.Ella miró el reloj que traía en la muñeca, era las apenas las veintiún horas, había estado allí solo seis horas, se sintió desorientada, aquello debía tener algo de fondo, su sentido común le decía que debía haber algo detrás de aquello, a nadie le pagaban esa cantidad por un día de trabajo.- ¿Tiene algún problema señorita? ¿No está de acuerdo con la hora?– preguntó al ver que ella tenía la mirada perdida.- No, para nada, está bien, aquí estaré. El hombre acertó su respuesta y se retiró dejándola en el portón de la entrada. A pesar de que no había hecho no más que sonreírle a las personas que llegaban al lugar, el estar parte de la mañan
- ¿Qué diablos le pasó? – la miro buscando en ella alguna explicación.Elle ignoró la pregunta que le había hecho — ¿Dónde has estado? Te fuiste sin decir nada — Pregunto ella mirando el reloj de la estancia que daba las cinco y treinta de la mañana.- Me han llamado del bar, Alise estaba alterada, había un intruso en la casa — respondió agachándose al lado del chico — te dije cuando estabas en el baño, también te he dejado múltiples mensajes en el móvil y te hice varias llamadas al ver que no respondías me preocupe y vine lo más pronto que pude dejar a Al tranquila, se pone muy nerviosa.Se sintió estúpida al escuchar la respuesta, estaba tan desacostumbrada a mirar su teléfono que olvidaba que otras personas si lo hacían – lo siento, no he revisado el teléfono – respondió apenada.Él le hizo seña con la cabeza dándole a entender que no importaba, no era la primera vez, sabía que no lo revisaba con regularidad. Le papo los signos al chico en el cuello para verificar la los latidos ca
Pasó el resto del día junto a Tomas paseándose por la casa y hablando, se sentía cómoda estando allí con él, después del medio día él se ofreció a llevarla a su residencia.- Creo que debería renunciar al empleo – le comentó ella mientras iban camino al apartamento.- Si no es placentero para ti estar allí, será lo mejor, de igual manera no me hace mucha ilusión que todos te miren, ahora eres mía. Le tomo la mano dándole un pequeño beso en la parte superior de la mano y continuó manejando. Estaba decidido, ella renunciaría a ese trabajo y el la acompañaría, al llegar a su destino ella fue a cambiarse mientras él la esperaba en la estancia, no quería hacerlo esperara así que se bañó y se arregló muy rápido, se puso un pantalón de tela alto color lila con elástica de pretina color púrpura, una camisa corta maga larga del blanca, se agarró una coleta alta, aplicó solo un poco de labial rojo para no tener el rostro tan pálido y fue a la sala para decirle que estaba lista; al llegar allí
Mientras iban de regreso Dayla no podía ocultar su alegría, el corazón le latía tan fuerte que sentía que le iba a abrir un hueco en el pecho. Viajaban a toda velocidad pasando cada auto que se aproximaba a ellos.- Leila... – dijo después de unos minutos de silencio. Ella giró la cabeza mirándole atentamente, él tenía la vista fija en la carretera, sus manos apretaban fuerte el volante.- Quiero comenzar bien está relación, aunque aún no me has dado una respuesta concreta aceptando nuestra relación, sé que te debo muchas explicaciones – ella paso de estar que explotaba de alegría a sentirse nerviosa - mi vida no es fácil – continuó diciendo él – tengo muchos secretos; aunque siempre parezco estar en calma y feliz no es así, por eso quiero contarte parte de mi vida, estoy completamente enamorado de ti y quiero que estés al tanto de todo lo que sucede, sé que si tú tendrías un secreto me lo contrarias.Ni lo pienses, está jugando contigo — requelló la voz en su cabeza al instante.-
- ¿Tom?- ¿Sucede algo? Ya no tenía la mirada perdida, ahora lo miraba fijamente a los ojos, su mente había viajado hacia aquel momento y recordaba exactamente todo lo que él hacía dicho, se preguntaba como no lo había captado antes.- William es tu hermano ¿no?- Si ¿Por qué?- Ese día le dijiste a esa chica, Katherine, que debía entender que tu hermano fue el causante del accidente, que él había muerto; al oficial dijiste que habían conseguido el cuerpo de la chica y no sabías que había sucedido y ahora me cuentas esto, yo… – se quedó en silencio, le contaba comprender todo aquello, ¿Tom había mentido en todas las veces?Él la miró sorprendido – Quien murió fue la chica, Samantha – titubeo un momento – tenía que… – miró hacia la carretera y exhaló – viví situaciones muy difíciles con mi hermano, a veces me hago películas en mi cabeza, siempre he tratado de defenderlo.El ruido del motor los hizo voltear a ambos instintivamente, se acercaba a gran velocidad, Dayla reconoció a la d
- ¿Están bien? – preguntó él acercándose.Alise le abrazó rompiendo a llorar nuevamente.- Esto tiene que acabar Tom.- Recoge todo lo que tengas aquí es hora de irnos – le ordenó a su prima alejándola de él.- ¿A dónde irán? – preguntó la morena que los había estado a su lado en silencio.- Necesito ponernos a salvo, lamento haberte metido en esto, pero ya no estas a salvo, aunque si no quieres venir con nosotros, no lo hagas, en tal caso deberás irte de la ciudad, William te vio conmigo, ahora también irá por ti, odiaría que te sucediera algo por mi culpa.Su mente debatía entre todo aquello, ¿A caso no tenía suficiente con todo lo que había vivido como para que un sicario estuviera ahora tras de ella? ¿Y qué diferencia tenía? Se corrigió, solo era otro sujeto loco que intentaría acabar con su vida, la pregunta que debía hacerse ahora era ¿Podía confiar en Tomas?- Sé que es muy apresurado – volvió a hablar él – pero ya no tenemos tiempo, tengo un lugar seguro y gente de confianza q
Se encontró con Tomas a la afueras de la ciudad, viajaron poco más de dos horas. Él viajaba en un Toyota Corolla y ella en el auto de Alise. Pasaron un campo con vacas siguiendo una carretera de tierra hasta llegar a una casa de campo, él estacionó el auto junto a la vivienda, bajó seguido por la rubia quien aún seguía cabizbaja, ella estacionó al lado de otro auto y les imitó.- ¿Nos quedaremos aquí? – preguntó dudosaEse no parecía un refugio muy seguro, dado lo peligroso que ellos habían argumentado que era su seguidor, había pensado que el lugar sería más las elaborado.- No – respondió la rubia acercándose con Tomas al matero del auto donde ellos habían llegado para ayudarle con las valijas – iremos a una cabaña, veinte minutos a pie, no podemos llevar auto.Tom le dio a la chica el bolso y a Dayla una de sus maletas, tomó la otra y un pequeño bolso que él había traído y comenzó a caminar. La morena los seguía rezagada, habían empezado a subir una colina, parecía que los dos ten
Tom no volvió al sofá y ella después de lo que había escuchado no pudo volver a conciliar el sueño, aunque permaneció con los ojos cerrados. Cuando amaneció, se ofreció a hacer el desayuno, su fuerte no era hacer comida, no obstante el perico con arepas no salió del todo mal, si le quitaban las cebollas quemadas podían degustar de un buena comida. Tom por otro lado, se dedicó a revisar todas cajas polvorientas que había en un estante, Alise permanecía en la habitación ordenando la ropa. Miren lo que he encontrado en esta caja, anunció Tom avanzada la tarde, saco de una de las cajas un pequeño Radio Tv portátil. - Ay sí que sorpresa – dijo la chica malhumorada levantándose del sofá - debo salir de este lugar o me volveré loca. - Solo trata de no ir muy lejos, no dejes que nadie te vea – le pidió él con tranquilidad mientras dónde enchufar el viejo aparato. Alise salió de la cabaña y la morena quien estaba sentada en la isla de la cocina se acercó a Tomas, esta se había sentado