Pasó el resto del día junto a Tomas paseándose por la casa y hablando, se sentía cómoda estando allí con él, después del medio día él se ofreció a llevarla a su residencia.- Creo que debería renunciar al empleo – le comentó ella mientras iban camino al apartamento.- Si no es placentero para ti estar allí, será lo mejor, de igual manera no me hace mucha ilusión que todos te miren, ahora eres mía. Le tomo la mano dándole un pequeño beso en la parte superior de la mano y continuó manejando. Estaba decidido, ella renunciaría a ese trabajo y el la acompañaría, al llegar a su destino ella fue a cambiarse mientras él la esperaba en la estancia, no quería hacerlo esperara así que se bañó y se arregló muy rápido, se puso un pantalón de tela alto color lila con elástica de pretina color púrpura, una camisa corta maga larga del blanca, se agarró una coleta alta, aplicó solo un poco de labial rojo para no tener el rostro tan pálido y fue a la sala para decirle que estaba lista; al llegar allí
Mientras iban de regreso Dayla no podía ocultar su alegría, el corazón le latía tan fuerte que sentía que le iba a abrir un hueco en el pecho. Viajaban a toda velocidad pasando cada auto que se aproximaba a ellos.- Leila... – dijo después de unos minutos de silencio. Ella giró la cabeza mirándole atentamente, él tenía la vista fija en la carretera, sus manos apretaban fuerte el volante.- Quiero comenzar bien está relación, aunque aún no me has dado una respuesta concreta aceptando nuestra relación, sé que te debo muchas explicaciones – ella paso de estar que explotaba de alegría a sentirse nerviosa - mi vida no es fácil – continuó diciendo él – tengo muchos secretos; aunque siempre parezco estar en calma y feliz no es así, por eso quiero contarte parte de mi vida, estoy completamente enamorado de ti y quiero que estés al tanto de todo lo que sucede, sé que si tú tendrías un secreto me lo contrarias.Ni lo pienses, está jugando contigo — requelló la voz en su cabeza al instante.-
- ¿Tom?- ¿Sucede algo? Ya no tenía la mirada perdida, ahora lo miraba fijamente a los ojos, su mente había viajado hacia aquel momento y recordaba exactamente todo lo que él hacía dicho, se preguntaba como no lo había captado antes.- William es tu hermano ¿no?- Si ¿Por qué?- Ese día le dijiste a esa chica, Katherine, que debía entender que tu hermano fue el causante del accidente, que él había muerto; al oficial dijiste que habían conseguido el cuerpo de la chica y no sabías que había sucedido y ahora me cuentas esto, yo… – se quedó en silencio, le contaba comprender todo aquello, ¿Tom había mentido en todas las veces?Él la miró sorprendido – Quien murió fue la chica, Samantha – titubeo un momento – tenía que… – miró hacia la carretera y exhaló – viví situaciones muy difíciles con mi hermano, a veces me hago películas en mi cabeza, siempre he tratado de defenderlo.El ruido del motor los hizo voltear a ambos instintivamente, se acercaba a gran velocidad, Dayla reconoció a la d
- ¿Están bien? – preguntó él acercándose.Alise le abrazó rompiendo a llorar nuevamente.- Esto tiene que acabar Tom.- Recoge todo lo que tengas aquí es hora de irnos – le ordenó a su prima alejándola de él.- ¿A dónde irán? – preguntó la morena que los había estado a su lado en silencio.- Necesito ponernos a salvo, lamento haberte metido en esto, pero ya no estas a salvo, aunque si no quieres venir con nosotros, no lo hagas, en tal caso deberás irte de la ciudad, William te vio conmigo, ahora también irá por ti, odiaría que te sucediera algo por mi culpa.Su mente debatía entre todo aquello, ¿A caso no tenía suficiente con todo lo que había vivido como para que un sicario estuviera ahora tras de ella? ¿Y qué diferencia tenía? Se corrigió, solo era otro sujeto loco que intentaría acabar con su vida, la pregunta que debía hacerse ahora era ¿Podía confiar en Tomas?- Sé que es muy apresurado – volvió a hablar él – pero ya no tenemos tiempo, tengo un lugar seguro y gente de confianza q
Se encontró con Tomas a la afueras de la ciudad, viajaron poco más de dos horas. Él viajaba en un Toyota Corolla y ella en el auto de Alise. Pasaron un campo con vacas siguiendo una carretera de tierra hasta llegar a una casa de campo, él estacionó el auto junto a la vivienda, bajó seguido por la rubia quien aún seguía cabizbaja, ella estacionó al lado de otro auto y les imitó.- ¿Nos quedaremos aquí? – preguntó dudosaEse no parecía un refugio muy seguro, dado lo peligroso que ellos habían argumentado que era su seguidor, había pensado que el lugar sería más las elaborado.- No – respondió la rubia acercándose con Tomas al matero del auto donde ellos habían llegado para ayudarle con las valijas – iremos a una cabaña, veinte minutos a pie, no podemos llevar auto.Tom le dio a la chica el bolso y a Dayla una de sus maletas, tomó la otra y un pequeño bolso que él había traído y comenzó a caminar. La morena los seguía rezagada, habían empezado a subir una colina, parecía que los dos ten
Tom no volvió al sofá y ella después de lo que había escuchado no pudo volver a conciliar el sueño, aunque permaneció con los ojos cerrados. Cuando amaneció, se ofreció a hacer el desayuno, su fuerte no era hacer comida, no obstante el perico con arepas no salió del todo mal, si le quitaban las cebollas quemadas podían degustar de un buena comida. Tom por otro lado, se dedicó a revisar todas cajas polvorientas que había en un estante, Alise permanecía en la habitación ordenando la ropa. Miren lo que he encontrado en esta caja, anunció Tom avanzada la tarde, saco de una de las cajas un pequeño Radio Tv portátil. - Ay sí que sorpresa – dijo la chica malhumorada levantándose del sofá - debo salir de este lugar o me volveré loca. - Solo trata de no ir muy lejos, no dejes que nadie te vea – le pidió él con tranquilidad mientras dónde enchufar el viejo aparato. Alise salió de la cabaña y la morena quien estaba sentada en la isla de la cocina se acercó a Tomas, esta se había sentado
Aquello asemejó la muerte para ella. Había confiado parte de su vida a un traidor, comenzaba a hiperventilar, la habitación en donde estaba le pareció más pequeña de lo que era realmente, se llevó la mano al pecho, se dio cuenta de que sus manos estaban temblando, necesitaba coger aire.- Ali – por la falta de aire las palabras no le salían –Ali... Alise.La rubia fue hacia donde ella estaba sentada.- ¿Qué sucede? – Estaba alarmada – ¿Ataque de ansiedad?- Necesito aire – logro decir – no puedo...- Vamos fuera, levántate – la tomo del brazo dejándola justo a la puerta – ire por mi teléfono.El estar afuera no mejoro nada. Dayla se sentía traicionada, herida, desconcertada, sentía rencor e ira. Alise la tomó del brazo para que la acompañase a caminar, luego de haberse alejado unos metros de la casa la morena no pudo más su mente estaba colapsada, su cuerpo apenas respondía, tragaba la saliva que producía su boca por el no poder respirar, necesitaba su medicina. La rubia le propuso l
El teléfono de Dayla comenzó a vibrar en sus manos, miró la pantalla, era Tomas.- aló – escuchó un momento – te hemos estado llamando durante toda la tarde ¿Dónde estás? Casi nos matan – lo último lo dijo con voz elevada, estaba furiosa.Le pasó el teléfono a Alise con fastidio poniéndole en lata voz, ella comenzó a hablar con su primo contándole lo que les había sucedido, estaba atenta a todo lo que Tomas decía. Sobre la colcha el teléfono de la chica se iluminó, llamada privada decía.- Tom –dijo la rubia nerviosa mirando la pantalla - William está llamando.- No contestes, voy para allá.La llamada finalizó y la de Tomás también, luego la pantalla del teléfono de Alice se volvió a encender.- ¿Por qué no contestas?- Tom dice que es peligroso.- ¿Y confías en todo lo que dice Tom?La rubia la quedó mirando, nunca se había detenido a pensar aquello. Sin embargo no tenía ninguna duda de ello, de ella si podía hacerlo.- No tengo por qué desconfiar, me ha cuidado desde hace mucho.-