— ¡Aléjate de mi hija! —dijeron. Me sorprendí y volteé levantándome aun con la niña aferrada a mi cuello. —Lo siento —dije, bajándola de mis brazos—. Buscaba algo y ella me ayudó, no le iba hacer absolutamente nada a su hija. Lo menos que quería en este momento eran problemas.Solo quería entrar al cuarto de Dalila, ¿era mucho problema? —No es mi mamá —agarró mi mano y sonrió—. Mi mamá se fue con papá, pronto vendrán por mí. Explicó y asentí. La chica sonrió incómodamente y suspiró.—Soy quien la cuida y está prohibido que alguien que no sea su familia este con ella —explicó, terminando de acercarse a nosotros—. Vamos, tengo que prepararte, pronto vendrán tus padres. —Soy familia —dije rápidamente—. La hija menor de Aryam, Dalila, ella es mi esposa. Su ceño inmediatamente se frunció, al igual que el de la niña. Estaba por hablar, pero se calló cuando la madre de Dalila hizo acto de presencia. —Al parecer te perdiste, por favor baja —señaló las escaleras—. Te estamos esperando
Días después. —No te enojes.— ¡¿Cómo carajos no quieres que me enoje?! —Grité, no aguantando más—. Un día mas y esos malditos aún siguen vivos, ¿enserio quieres que este bien? ¡No sé porque malditamente mandé a su hijo al hospital! ¡Debí dejar que muriera! ¡Si muere uno así saldrá de su escondite! — ¡No lo harás! —gritó Cipriano, era la primera vez que me gritaba—. ¿Cómo puedes seguir pensando en matar a esos niños?, por dios no tienen la culpa, solo es que los veas y cambiaras de parecer. — ¡Es exactamente por eso! ¡Si los llegara a ver, te juro que lo mataría ahí mismo! ¡Debo controlarme!—No te reconozco —confesó. —Yo tampoco —sonreí amargamente—. Solo quiero que este fuego en mi pecho se calme, solo quiero empezar de nuevo o morir, no se la verdad…pero deben morir. Caminé rápidamente, deteniéndome abruptamente en la entrada del hospital. ¿Enserio entraría? Estaba por devolverme, pero la conversación que había tenido por teléfono con Nicole llenó mi mente. FLASHBACK— ¿Suc
POV DALILA Cuatro años antesAbrí lentamente mis ojos mientras los adaptaba a la luz de aquella lámpara, cuando pude abrirlos por completo, miré y pude encontrar a mi madre durmiendo y al lado de ella dos cunas. Intenté llamarla, pero solo salían raros sonidos de mi boca, sentía mi lengua adormecida como el resto de mi cuerpo, no podía mover absolutamente nada. Miré mí alrededor, dándome cuenta que estaba en un cuarto…en mi cuarto.—M…Ma…Mam —intenté pronunciar, las palabras no salían, pero había sido lo suficiente para que despertara. — ¡OH ALÁ! —gritó bastante conmocionada, mientras se levantaba y venia hasta mi—. Despertaste mi niña, sabía que lo harías. Serias fuerte por tu familia. Rápidamente sacó su teléfono y empezó avisar que había despertado. Mi garganta picó, notando que estaba demasiado seca pedí agua. —Ag…Agua —susurré. Fue hasta la mesa de al lado y sirvió en un vaso un poco de agua. Cerré los ojos cuando pasaba por mi garganta, era la mejor sensación. — ¿Te acue
—Los resultados saldrán mañana, el cardiólogo tuvo una complicación así que examinará tus exámenes en cuanto vuelva, por ahora te tienes que alejar de esta situación Liam, las emociones tan fuerte están alterando a tu corazón…debemos evitar algo peor. Suspiré, llevando mis manos a mi rostro. Estaba agotado mentalmente. —Dalila esta con Abdul —dije, sintiendo como mis ojos ardían—. ¿Por qué no me buscó?, ¿por qué dejo que otro criara a mis hijos?… ¿ac-acaso su…su amor no fue sincero? —Por dios, como puedes decir esas cosas —Nicole agarró mis manos y las beso cada una—. Mi amore no te atormentes, Dalila te ama…muchísimo, tu eres su vida. —Siento que el cohibirme durante tantos años a una relación fue en vano, fuera hecho mi vida así como ella hizo la suya con el maldito de Abdul —me levanté decidido. Tenía mucha ira y me sentía traicionado—. La encontraré, encontraré a Dalila y la dejare sin mis hijos… ¡Que haga su maldita vida al lado de Abdul! ¡Yo la haré al lado de Aysel! Me fui
—Ten —me entregó un sobre—. Felicidades, serás papá. Retrocedí un par de pasos estupefacto.¿Qué acababa de decir? ¿Acaso había escuchado mal?Abrí el sobre que tenía en mis manos rápidamente para darme de cara con un positivo en letras grandes y negrillas.Mis manos empezaron a temblar de la impresión.—Imposible —dije, viendo el sobre y a ella una y otra vez. Sentí como un golpe seco aterrizaba nuevamente en mi vida—. Basta ¡Basta! ¡No lo soporto! ¡Es suficiente! —me agarré el cabello desesperado.Mi mundo había dado un giro de 180 grados de un momento a otro, todo se había venido abajo, no sabía qué hacer, estaba en un punto ciego y empezaba a tener muchísima ansiedad, me aterraba de mí mismo en este punto. —No tienes que decir nada —aclaró, desviando su mirada a un punto ciego—. Tal vez no lo tenga…no es mi sueño ser mamá, además recién empiezo en el modelaje y…Un flashback me llegó al oír esas palabras y mi corazón se encogió, inundándome de tristeza. “Perdí todos mis contrat
— ¿Dónde está? —pregunté en cuanto llegué a casa. Había llegado hace poco y lo único que quería era ver a mi hijo, pasar tiempo con él, abrazarlo, besarlo. ¿Se parecería mucho a su hermano?, ¿a Dalila?, ¿a mí? —Está en la sala —señaló Cipriano, yendo junto conmigo en un total silencio. Por su mirada sabía que tenía algo muy importante que decirme. Primero mi... Fruncí mi ceño al verlo. Me detuve en mi lugar tomándome el tiempo de detallarlo gracias a que se encontraba jugando con una de sus niñeras. Si era su gemelo o mellizo, deberían de parecerse…en algo. Su piel era como la de Dalila, pero no tenía rasgos de ella y mucho menos míos…—No es mi hijo —dije, terminando de analizarlo—. No es mi hijo.—Sí Liam, no es tu hijo…es de Abdul —volteé a mirarlo confundido. ¿Qué mierda? —. Dame un día, estoy investigando, pero él es una ventaja que no puedes desaprovechar. Abdul vendrá a nosotros por su misma cuenta. Volteé a míralo, teniendo la necesidad de acercarme, pero solo el pensar q
—Eres tú —dijo. Quedé pasmado ante lo que mis ojos veían, era…era ella, Dalila. Mi amor.Abrí lentamente mi boca queriendo decir algo, lo que sea, pero no había palabras y justo en ese momento, no podía pensar absolutamente nada sino en aquel día donde murió en mis brazos, donde se había llevado todo de mí, desde mis sueños, anhelos hasta la capacidad para mostrar amor…ella se había llevado todo. La había visto dar su último aliento. Lo había dado mientras nuestros labios permanecían en lo que pensaba seria nuestro último beso. Mi pecho dolió, dolió aún más que cuando lo hizo en aquella tarde donde perdía a mi todo. Sin poder contenerme mi vista se nublo por las lágrimas, quería morir justo en ese momento mientras sus ojos me veían. No me miraban con amor, no había ni un rastro de amor en ellos y me quemaba por dentro. “Cuando nuestras miradas conectaron, me sentí morir, sentía como mi alma se iba, como mi corazón se detenía y como un río de lágrimas brotaban de mí al ver como es
Un día después. En cuanto el auto se detuvo salí corriendo hacia la entrada, habíamos tenido problemas en el vuelo y recién ahora llegaba a casa. Estaba tan cansado mentalmente pensando en las posibles personas que podrían tener a mi hermana, eran más de 50 y la lista seguía subiendo. Leandra era mi niña, ella había hecho de mi proceso algo mas llevadero, estuvo conmigo en todo, fue y es mi felicidad, era un nervio que si tocaban explotaba. Todos mis demás problemas estaban en pausa, excepto la enfermedad de mi hijo quien era vigilado las 24 horas. Abrí la puerta y fui rápidamente donde escuchaba los gritos de mi madre, cuando entré toda la familia se encontraba reunida…incluida ella. —Mamá —la llamé, sintiendo mi alma rota al verla en ese estado—. No llores por favor.Se acercó hasta mi desesperada y me agarró fuertemente de los hombros. — ¿Dónde estabas? Tu hermana te necesitabas y no estabas —me recriminó entre dientes—. Eres el rey de esta mafia, nada puede pasar sin que tu l