Al ver el silencio de Liam continúe con algo que venía preguntándome desde hace horas.— ¿Por qué sabias que iba a casarme con Abdul? Para ese tiempo no era nadie en tu vida.—Te investigue y supe todo sobre tu vida —confesó, manteniéndose quieto en su lugar, no se había movido y al parecer no tenía ganas de hacerlo—. Cualquier persona nueva que llegue a nuestra familia es investigada, no queremos imprevistos.— ¿Por qué ayudarme? —insistí—. Por Alá, no me mientas.—No tenía pensado hacer lo que hice, al contrario, quería que te llevaran lo más pronto posible, pero...supe que eras la chica por la cual estaba perdiendo el juicio, así que tenía que hacer algo para que no te fueras.Sorpresa, decepción y curiosidad eran los sentimientos que albergaban en ese momento en mi interior.— ¿Perdiendo el juicio? —Arrugue mi ceño en confusión—. ¿Yo soy la chica?—Nunca nadie me había atraído tan rápido como tú, no podía dejar de pensar en tu cuerpo y mucho menos en tus hermosos ojos. Después de
LUCIANA Y ALESSANDROPOV. LUCIANAHabía pasado una semana en que faltaba a clases con la excusa que nadie cuidaría mejor a Dalila que yo, pude convencer a mis padres en ese momento, no era difícil, una mirada y ojitos de cachorrita y los tenia, una completa manipuladora, lo sé.Aunque mi subconsciente me jodida a cada momento por eso, el mismo sabía que solo estaba intentado sobrevivir de aquel hombre. Era un hecho de que apenas pisara la universidad moriría, no tan literal, pero de que moriría en la universidad lo hacía, era ley.Pero no podía morir, primero tenía que probar un latino, si o si.—Tranquila, no morirás —susurre para mí misma viendo personas entrar y salir de la facultad de medicina. Había acabado el efecto en mis padres.— ¿Te bajas del auto o te saco? —volteé a ver a mi mellizo con fastidio.—Necesito mentalizarme en que hoy será un buen día, cállate.—Te noto rara desde que salimos de casa, ¿Sucede algo?Evite rodar los ojos cuando se puso en plan hermano mayor preoc
Una semana después.— ¿Necesita algo más? —preguntó la enfermera.—No, gracias —asintió dispuesta a irse, pero cuando estaba por abrir la puerta la detuve—. ¿Sabes si Luciana ya se fue?—Sí, la Srta. Luciana ya se ha ido con el joven Luciano —respondió volteándose.Mi loca amiga, solo esperaba que le fuera bien el día de hoy, y no tuviera ningún enfrentamiento con Alessandro.Cuídala Alá.— ¿Sabes si Liam ha venido hoy? —Su ceño se frunció, lo que me hizo recordar que tal vez no lo conocía—. El hermano mayor.Por alguna razón Luciana no me volvió a decir nada de Liam, y yo tampoco lo nombre, aunque me moría por hacerlo.—Él vive en esta casa —aclaró confusa—. En las mañanas he visto que se encierra en el despacho del signori Licciardi y después sale. Siempre llega pasadas las 10pm. Aunque... ayer una joven muy hermosa vino buscándolo, y después se fueron juntos.— ¿Por casualidad no se llama Camila?—Sí, así se llama.Un nudo se formó en mi garganta, quería llorar, pero eso sería lo ú
— ¿Q-Que es lo que acaba de decir Dalila? —preguntó Leandro, en su mirada se veía el miedo y el horror.—Nada —respondió seco.Vi las expresiones de Liam y sabía que estaba nervioso. Leandro dio un paso hacia delante y Liam retrocedió. Me encontraba en el medio de ellos dos, lo que me hizo hacerme a un lado.— ¿Cómo...Como no... —vi un leve temblor en las manos de Leandro y como sus ojos se ponían vidriosos. En cualquier momento lloraría—. ¿Por qué no nos dijiste? —cuestionó completamente dolido, una lagrima recorrió su mejilla.Ohh Alá.—Por esto —lo señaló, Liam también tenías ganas de llorar, pero se contenía—. Ya han sufrido mucho conmigo, no merecían hacerlo otra vez.—Los quiero en veinte minutos en la sala...a los dos.Salió rápidamente azotando la puerta en el proceso.Me acerque a Liam y lo abrace, sabía que lo necesitaba. Sus brazos me rodearon y enterró su rostro en mi cuello.—No quiero que mi Ángel se dé cuenta...Ella ha sufrido tanto y todo por mí.—Lo siento —musite, sa
.POV NICOLE.En este paso quedaría sin uñas, estaba enojada y muy nerviosa. Leandro me había llamado comunicándome que teníamos que reunirnos toda la familia en menos de media hora.¿Por qué mierdas?Estaba por entrar a una cirugía y el muy idiota me exigió que debía de aparecerme en su casa. Tuve un mal presentimiento, así que por esa única razón estaba en camino para allá.Gracias al cielo Fran estaba de turno y pudo cubrirme. La amaba un poco más por esto.— ¿Puede ir mas rápido? —le pregunté al chofer.—Ya casi llegamos Sra. Licciardi —rodeé los ojos al escucharlo.Leandro y yo estábamos pasando por un mal momento, así que me fui de la casa y terminamos, no oficialmente, pues aun estábamos casados.Ambos acordamos enviarnos nuestros abogados para agilizar el proceso, pero ninguno de los dos estábamos interesados en hacerlo. Lo amaba, claro que lo hacía, pero se negaba en ver las cosas como eran.¿El problema?Su madre.¿Por qué esa mujer sabría en donde vive la madre estúpida de
- ¿Entonces no se puede hacer nada? Tenemos que quedarnos sin hacer nada mientras poco a poco nuestro hijo pierde la visión.El doctor se tensó en su lugar, el tono que había utilizado Leandro podía intimidar a cualquiera.Después de que Liam se despertara, habíamos bajado a desayunar ya esperar a sus padres que no tardaron en llegar para así salir rumbo a la clínica. Le hecho un par de exámenes y ahora nos encontrábamos con el médico especializado que se encargaría de la enfermedad de Liam.—Esta enfermedad no tiene cura Signori Licciardi, pero la ciencia avanza muy rápido, en varios años tal vez haya una cura, es incierto.- ¿Y mientras nos sentamos a esperar? La paciencia no es mi virtud —Liam apretó mi mano e instintivamente lo mire. Se notaba un poco incómodo, pero su rostro estaba sereno.—Ya papá —suspiró, llevando su mano desocupada a la cien—. No existe cura, ¿Tan difícil es que lo aceptes?- ¿Tú ya lo hiciste? —Indagó el médico.- ¿Tengo otra opción?—Siempre hay otra —inter
Asentí a la sugerencia de Nicole, pero al escuchar un motor arrancado con violencia, salí corriendo hacia fuera. - ¡LIAM! —Grité, ya siendo tarde, había pasado los portones.—Mierda. —Maldizione. Dijeron al unísono los dos esposos. —Él no puede manejar, por Alá su visión lateral se ha ido —Comente desesperada, estaba propenso a sufrir un accidente. —Se llevó su auto, el único auto que no tiene rastreador —explicó Leandro, llevando sus manos a su cabello desordenándolo al instante. - ¿A dónde podría ir Liam? tenemos que encontrarlo.Tal vez ...—Creo saber dónde está —anuncié, recordando el lugar a donde había ido después de la discusión que tuvo con su papa hace meses—. Pero iré sola, es un lugar privado para Liam. Necesito un auto.Ambos me miraron por varios segundos, hasta que asintieron.No había otra opción. Caminamos hacia el enorme garaje, que albergaba más de diez hermosos autos últimos modelos. Gracias Luciana por enseñarme a manejar.—Manejaras este lamborghini, está
— ¿Por favor dime que esto no es un sueño? —supliqué.Algo había estallado dentro de mí al escuchar las palabras de Liam, mi corazón se detuvo al igual que mi respiración, todo al mí alrededor pareciera que lo hubiera hecho. Sus palabras aún se repetían en mi mente, acelerando mi corazón cada vez más.Sonreí al saber que había encontrado al verdadero Liam. Derrumbe todas sus barreras y en él me esperaba un tesoro, y dentro del tesoro, el diamante por el que muchas personas buscaron y hubieran matado... coeur de la mer (corazón de mar) yo lo había encontrado, e iba atesorarlo por siempre.—No, no lo es.No tuve tiempo de responder, sus labios atacaron mis labios con vehemencia, arrancándome un pequeño gemido en el proceso. Sentía como sus manos descendían y ascendían por toda mi cintura, yo aún era incapaz de mover las de su cuello, pero cuando las manos de Liam se metieron debajo de mi blusa, y tocaron mi piel, sentí un fuego recorrerme.El gimió, y fue música para mis oídos, había si