- ¿Entonces no se puede hacer nada? Tenemos que quedarnos sin hacer nada mientras poco a poco nuestro hijo pierde la visión.El doctor se tensó en su lugar, el tono que había utilizado Leandro podía intimidar a cualquiera.Después de que Liam se despertara, habíamos bajado a desayunar ya esperar a sus padres que no tardaron en llegar para así salir rumbo a la clínica. Le hecho un par de exámenes y ahora nos encontrábamos con el médico especializado que se encargaría de la enfermedad de Liam.—Esta enfermedad no tiene cura Signori Licciardi, pero la ciencia avanza muy rápido, en varios años tal vez haya una cura, es incierto.- ¿Y mientras nos sentamos a esperar? La paciencia no es mi virtud —Liam apretó mi mano e instintivamente lo mire. Se notaba un poco incómodo, pero su rostro estaba sereno.—Ya papá —suspiró, llevando su mano desocupada a la cien—. No existe cura, ¿Tan difícil es que lo aceptes?- ¿Tú ya lo hiciste? —Indagó el médico.- ¿Tengo otra opción?—Siempre hay otra —inter
Asentí a la sugerencia de Nicole, pero al escuchar un motor arrancado con violencia, salí corriendo hacia fuera. - ¡LIAM! —Grité, ya siendo tarde, había pasado los portones.—Mierda. —Maldizione. Dijeron al unísono los dos esposos. —Él no puede manejar, por Alá su visión lateral se ha ido —Comente desesperada, estaba propenso a sufrir un accidente. —Se llevó su auto, el único auto que no tiene rastreador —explicó Leandro, llevando sus manos a su cabello desordenándolo al instante. - ¿A dónde podría ir Liam? tenemos que encontrarlo.Tal vez ...—Creo saber dónde está —anuncié, recordando el lugar a donde había ido después de la discusión que tuvo con su papa hace meses—. Pero iré sola, es un lugar privado para Liam. Necesito un auto.Ambos me miraron por varios segundos, hasta que asintieron.No había otra opción. Caminamos hacia el enorme garaje, que albergaba más de diez hermosos autos últimos modelos. Gracias Luciana por enseñarme a manejar.—Manejaras este lamborghini, está
— ¿Por favor dime que esto no es un sueño? —supliqué.Algo había estallado dentro de mí al escuchar las palabras de Liam, mi corazón se detuvo al igual que mi respiración, todo al mí alrededor pareciera que lo hubiera hecho. Sus palabras aún se repetían en mi mente, acelerando mi corazón cada vez más.Sonreí al saber que había encontrado al verdadero Liam. Derrumbe todas sus barreras y en él me esperaba un tesoro, y dentro del tesoro, el diamante por el que muchas personas buscaron y hubieran matado... coeur de la mer (corazón de mar) yo lo había encontrado, e iba atesorarlo por siempre.—No, no lo es.No tuve tiempo de responder, sus labios atacaron mis labios con vehemencia, arrancándome un pequeño gemido en el proceso. Sentía como sus manos descendían y ascendían por toda mi cintura, yo aún era incapaz de mover las de su cuello, pero cuando las manos de Liam se metieron debajo de mi blusa, y tocaron mi piel, sentí un fuego recorrerme.El gimió, y fue música para mis oídos, había si
POV LIAMDos días después. Escucho ruidos a mi alrededor que me hacen querer despertar, frunci mi ceño al darme cuenta que otra vez me había quedado dormido. ¿Y si ya quedé ciego por completo? Mierda, ¿por qué me tuve que dormir?Dalila es la culpable, si no fuera tan cálida y su pecho no fuera tan cómodo no me hubiera dormido.Pero, ¿A quién quiero engañar? Amo con mi alma que estemos durmiendo juntos. Mi semblante cada vez está mucho mejor, poder dormir diariamente nueve horas está ayudando mucho en ello.Salgo de mis pensamientos cuando escucho una dulce voz cantar.Estas son las mañanitas Que cantaba el rey David Hoy por ser día de tu santo Te las cantamos a tiDespierta, mi amor, despierta Mira que ya amaneció Ya los pajaritos cantan La luna ya se metióAbro los ojos con un poco de temor, pero al notar que sigo igual, me levanto quedando recostado en el respaldar de la cama. Al frente mío, se encuentra Dalila con una bandeja de comida entre sus manos.Me trajo el desayun
POV LIAMTrague fuerte e hice exactamente lo que había dicho mi amada esposa.Una adrenalina comenzó a recorrerme mientras estaba sentado en aquella silla ... esperando, mientras la ansiedad y ganas crecían cada vez más en mi interior, este era un gran regalo de cumpleaños y lo recordaría por siempre.Dalila bailaba espectacular, la forma en que hace mover su cuerpo es atrayente y excitante, tan excitante que debo calmarme o tendré una erección con solo recodar las veces en que la he visto hacerlo.Suspiré, intentando guardar la calma.Las personas a mi alrededor empezaron a sentarse y acomodarse. Busque con la mirada a Luciana pero no estaba, al igual que Leandra y Lía.¿Bailarían ellas también?Una melodía de flauta me saco de mis pensamientos, estaba atento ya la expectativa de que saliera.—Vamos mi amada, hazlo —murmuré.Y como si me hubiera escuchado, salió por aquella puerta dejándonos a todos deslumbrados.Su traje era blanco y tenía la mitad de su rostro cubierto dejando sus
Habíamos llegado hace varios minutos, ahora nos encontrábamos dentro de la casa en donde había sucedido todo, era demasiado bella y constaba de dos niveles, su patio trasero sin duda era lo mejor de esta, había una piscina y hermosos arboles al rededor.Amaría vivir en un lugar así.- ¿A quién esperamos? —Pregunté, observando a mi alrededor.Un señor mayor nos había recibido y desaparecido al instante, no tenía la menor idea de a donde podría ir. Liam aprovechó y me dio un breve recorrido por toda la casa, ahora que ya había terminado de mostrármela, nos encontrábamos sentados en uno de los muebles de la sala.Se notaba ansioso, muy ansioso. Yo también lo estaba, no podía creer que después de tanto tiempo Liam podría saber la verdad de lo que sucedió. Teníamos que dejar su pasado atrás, él tenía que hacerlo, y vivir el presente sin ninguna preocupación o rencor, pero antes, tenía que saberlo todo, todas sus preguntas tenían que ser resueltas.—A que lleguen —respondió distante.Sé que
—Fiorella Licciardi.Liam se tambaleó un poco sobre su lugar al escucharlo.—Amor —musité, sosteniéndolo.—Mu-Muchas gracias por la colaboración signori Valentino, saliendo se le dará lo acordado —este asintió empezando a irse—. Mas a delante lo contactaré, y tranquilo, el asesino de su hijo pagara por lo que hizo.Cuando ya nos encontrábamos solos, respiro profundo y se dispuso a salir de la casa también.—Liam —lo llamé, pero no se detuvo hasta que llego a su automóvil.¿En qué momento lo he traído hasta acá?—Cipriano te llevará a casa.-No.- ¿No? —Se volteó, viéndome con una ceja alzada.—No pienso dejarte, así que no trates de alejarme —respondí seriamente.No te estaba preguntando, te estoy diciendo que Cipriano te llevará a casa.—Y yo te estoy diciendo que no te dejaré en estos momentos.—Estoy bien, ¡¿Acaso no me ves ?! —Preguntó, empezando alterarse.—Sí, y porque te veo sé que no lo estas —me acerqué y agarré su rostro entre mis manos—. Tus ojos me dicen lo herido que esta
Una semana.Ha pasado una semana desde que supe que mis padres y Abdul estaban en Italia, una semana desde que la madre de Liam se comunicó con él, una semana desde que Liam había desaparecido casi por completo.Cuando llegaba a dormir, yo ya lo estaba, y cuando despertaba, él ya no se encontraba. Había días en que ni siquiera llegaba a dormir.Le enviaba cantidades de mensajes que nunca respondía.No sabía que pasaba, y me estaba volviendo loca. Nicole solo pudo decirme que había problemas.¿Pero qué problemas por Alá?Mi hermana, se suponía que llegaría hoy, pero no se había comunicado y Liam no había dicho nada, pero... ¿Cómo lo haría si ni siquiera nos veíamos?Me sentía como la primera vez que llegue acá a Italia, sola y sin nadie.Todos estaban en lo suyo, y al parecer no podía salir aun de la casa, pero me había cansado del encierro, de la soledad, así que por eso mismo, ahora estaba entrando a la universidad. Ya me había retrasado muchísimo en las clases, sabía que había mater