—Fiorella Licciardi.Liam se tambaleó un poco sobre su lugar al escucharlo.—Amor —musité, sosteniéndolo.—Mu-Muchas gracias por la colaboración signori Valentino, saliendo se le dará lo acordado —este asintió empezando a irse—. Mas a delante lo contactaré, y tranquilo, el asesino de su hijo pagara por lo que hizo.Cuando ya nos encontrábamos solos, respiro profundo y se dispuso a salir de la casa también.—Liam —lo llamé, pero no se detuvo hasta que llego a su automóvil.¿En qué momento lo he traído hasta acá?—Cipriano te llevará a casa.-No.- ¿No? —Se volteó, viéndome con una ceja alzada.—No pienso dejarte, así que no trates de alejarme —respondí seriamente.No te estaba preguntando, te estoy diciendo que Cipriano te llevará a casa.—Y yo te estoy diciendo que no te dejaré en estos momentos.—Estoy bien, ¡¿Acaso no me ves ?! —Preguntó, empezando alterarse.—Sí, y porque te veo sé que no lo estas —me acerqué y agarré su rostro entre mis manos—. Tus ojos me dicen lo herido que esta
Una semana.Ha pasado una semana desde que supe que mis padres y Abdul estaban en Italia, una semana desde que la madre de Liam se comunicó con él, una semana desde que Liam había desaparecido casi por completo.Cuando llegaba a dormir, yo ya lo estaba, y cuando despertaba, él ya no se encontraba. Había días en que ni siquiera llegaba a dormir.Le enviaba cantidades de mensajes que nunca respondía.No sabía que pasaba, y me estaba volviendo loca. Nicole solo pudo decirme que había problemas.¿Pero qué problemas por Alá?Mi hermana, se suponía que llegaría hoy, pero no se había comunicado y Liam no había dicho nada, pero... ¿Cómo lo haría si ni siquiera nos veíamos?Me sentía como la primera vez que llegue acá a Italia, sola y sin nadie.Todos estaban en lo suyo, y al parecer no podía salir aun de la casa, pero me había cansado del encierro, de la soledad, así que por eso mismo, ahora estaba entrando a la universidad. Ya me había retrasado muchísimo en las clases, sabía que había mater
—Te traeré a tu hermana sana y salva, te lo prometo.Lo miré dándome cuenta de que no mentía, sus palabras eran verdaderas, pero no creía en ellas en estos momentos.— ¿Recuerdas lo que le dijiste a Abdul en el hospital? —pregunté, el arrugó su ceño viéndome confundido—. Tu mandas aquí en Italia Liam, pero en Dubai lo hace Abdul. ¿Cómo piensas entrar a un terreno totalmente desconocido para ti?Eso cambiaba completamente todo, incluso su promesa. Él no podría rescatar a mi hermana de las manos de Abdul, solo yo podía. No dejaría que él se arriesgara, nunca me perdonaría que algo malo le pasara por mi culpa, era un problema mío y tenía que buscar una solución sin que nadie saliera herido en el proceso.Cuando iba a responder, la puerta fue abierta y por ella entro Camila.—Acaban de llamar, tus hombres encontraron a mi papá —sonrió, su mirada solo estaba en Liam—. Tenemos que irnos, hay que ir.Se acercó a él y agarró su mano.Adiós a la Dalila estúpida.—Camila —la llamé, me dio una m
POV LIAM—Hermanito —gritó viniendo hacia mí.Tomó impulso y se abalanzó.Por instinto, recordando las cantidades de veces que Leandra lo hacía, la atrape, pero una vez me di cuenta lo que hice, la baje y me separe de ella.—No soy tu hermano —aclaré hostil.—Pero mi mami dijo que lo eres —comento confundida, mientras su ceño se arrugaba.Antes de poder hablar, escuché como Luciana decía uno de sus tantos diálogos de películas.— ¿Tu mami? Es una tonta.— ¡LUCIANA! —gritaron mis padres al unisono.—Y dicen que yo soy la oveja negra ja.—Nadie es la oveja negra Luciano —aclaró Nicole—. Liam y Dalila vengan, Luciana cuida a la niña.La seguimos hasta su oficina en total silencio. Ya casi podía imaginarme que me diría."Tienes que hacerte cargo, es tu hermana"Claro que no lo haría, no cuando no la considero como mi hermana y mucho menos al saber que mi vida era tan incierta.—Ya se lo que dirás y mi respuesta es no —hable apenas cerró la puerta detrás de nosotros—. Existen muchas famili
POV LIAM—No había nadie aparte de nosotros en esa casa Liam, Fiorella no cometería el error de dejar que alguien aparte de nosotros entrara a esa casa.Fruncí mi ceño viéndola confundido.¿Qué era todo esto? ¿Acaso estaban jugando conmigo?— ¿Por qué tendría que creerte? —cuestioné.—Te dije que te contaría toda la verdad —se veía terriblemente sincera—.Te juro que no había nadie más en esa casa... ¿Cómo se llama aquel hombre?¿Sería bueno decírselo? ¿Y si todo era un plan de ella con Fiorella?—Valentino —respondí de todos modos. Le creería únicamente por esta vez.—Valentino —susurró pensativa, pasaron varios segundos hasta que agregó—. Así se llamaba uno de los jefes de seguridad de tu abuela, tal vez sea el mismo.— ¿Por qué ella querría que yo supiera la verdad? ¿Cómo se dio de cuenta que iría hasta allá? No es algo lógico si se piensa bien.—Fiorella Licciardi fue la esposa del ser más cruel que he conocido en mi vida, eso se pega y se aprende. Ella sabe todo y puede ser más pe
Me quedé unos minutos más después de que Liam se fuera. Tenía que pensar en todo lo que estaba pasando a nuestro alrededor.Era como si nuestras vidas fueran dirigidas por una montaña rusa. En un momento estábamos bien, pero en el otro nos veníamos abajo con miles de problemas y situaciones nuevas que no sabíamos cómo afrontar. Solo tenía dieciocho y el veintidós, éramos unos jóvenes inexpertos y la vida se había encargado de darnos aún más peso de lo que posiblemente podríamos cargar, pero, aun no nos rendíamos, aun seguíamos de pie batallando con todo lo que se estaba viniendo, nos hacíamos los fuertes y aunque lo fuéramos, por dentro también temblábamos del miedo, de la preocupación.Liam cargaba con mucho peso entre sus hombros como para que yo le agregara uno más, mi hermana era mi problema, no el de él, yo tenía que ser quien la salvara de las manos de Abdul.Salí y fui hacia las escaleras, necesitaba ir a mi habitación, había apagado el móvil que Abdul me dio con el temor de qu
—Necesitas ayuda, yo...yo ayudare.— ¡Malditasea! —gritó—. Muevan sus culos hacia dentro ahora, no servirían de nada, serian un problemas más.—Ya escucharon, adentro —mandó Luciana—. Soy la única de ustedes capacitada para algo como esto, ahora entraran y tengan esto.Nicole y yo recibimos un arma cada una, cuando estaba por negar agarré su mano entrando a lo que parece ser un refugio y cerré la puerta. Ellos tenían razón, Nicole y yo solo seriamos un estorbo, al menos Luciana sabia como manejar un arma y defenderse.—No puedo quedarme aquí, no cuando mis niños están allá peligrando.—Tenemos que hacerlo, seriamos solo un estorbo para ellos.— ¿Qué está sucediendo? —Leah se acercó a mí con los ojos llorosos.—Nada cariño, todo estará bien —la abracé, intentando con eso calmarla un poco más.Un sonido empezó a sonar de a poco, inundando el lugar con él. Venia de mi saco. Saque rápidamente el celular con una mano.Me estaban llamando.— ¿Hola?—Llegué a pensar que nunca encenderías el
No supe que responderle a Liam con lo que me había confesado de querer matar a Abdul, aunque el en estos momentos quisiera hacerme daño y acabar con las personas que más amaba por su obsesión, aun así no quería que lo mataran, era cruzar la línea para mí, no éramos nadie para decidir sobre la vida del otro, no cargaría con algo como eso toda mi vida.Esperaba que con el tiempo esa pequeña obsesión acabara, y me dejara de una buena vez por todas vivir mi vida con el hombre al que amaba.Ahora íbamos con Liam y Leah en una camioneta siendo escoltada por cinco más, Luciano ya se encontraba en el hospital, seguramente en este momento ya lo estarían operando. Estaba orando entre susurros para que todo saliera bien.- ¿A dónde vamos? -averiguó intrigada la niña, quien se encontraba entre el medio de los dos.-A un lugar seguro -se limitó a contestar, mientras escribía en su celular.Estaba enojado, eso era más que claro, pero no quería que se encerrara en sí mismo, parecía a punto de explot