No me lo dijo, pero llevábamos varios minutos afuera de su edificio mirándonos en la lluvia. ¡No me agradezcas! ¡Claro que iría a verte! Quise decir. ¿Me habrá escuchado gritar como estúpida? Tampoco pude preguntarle.
Entramos a su departamento en el doceavo piso. Nos quitamos los zapatos y las chaquetas empapadas en la entrada. Cuando prendió la luz lo primero que noté fue un gran ventanal en la sala con vista a la ciudad nocturna. Todo estaba limpio y ordenado. Con un estilo moderno y sencillo, tal y como me imaginé.
–Iré a buscar algo de ropa. –dijo, y se fue por el pasillo a la habitación de al fondo que parecía ser la suya, y también la única. Aproveché de mirar cada detalle. Pero frente a él debía parec
Sus besos fueron lentos y desconfiados al principio. Pero luego fue él, el que tomó mi brazo con fuerza y se puso encima de mío. Buscó mi lengua y me besó apasionadamente. Sus manos recorrieron mis brazos y luego mi espalda, de mi espalda pasaron a mi cintura, de mi cintura a mis pechos y de nuevo a mis brazos. Sostuvo mi rostro con una mano para no dejarme ir. Su rodilla yacía en el espacio que quedaba entre mis piernas, con la que luego presionó contra mí dejando salir un leve gemido. Nuestros besos se hacían cada vez más intensos pero el sonido de la lluvia de fondo los apaciguaba. En un arrebato de calor se quitó la camisa y la lanzó lejos. Fue un acto que duró solo un segundo, pero pude ver al hombre más sensual del mundo encima de mí mostrando su trabajado cuerpo. Y no dude en tocarlo. Hizo una onda con su cadera para llegar hasta mi vientre.
Al despertar me encontré a mí misma postrada en mi cama. Con un paño húmedo en la cabeza y a Maya a mi lado durmiendo. Me sentía fatal. Me dolía todo el cuerpo. Me pesaba la cabeza y tenía unas nauseas horribles.– ¡Emma! –Exclamó mi mamá aliviada entrando a la habitación–. ¡Por dios que me asustaste! ¡Te desplomaste en el pasillo! ¡De suerte estaba allí yo para afirmarte o sino estarías en la clínica en estos momentos! –Se sentó en los pies de la cama y me miró–. ¿Y cómo te sientes?–Fatal… –suspiré con una voz ronca que dio lastima.–Iré ahora a comprarte los remedios. ¿Quieres algo de comer?<
–¿Qué...?Negué con la cabeza varias veces. ¿Pasó entonces? Luego de la pelea de Jack. Cuando recibió una llamada y luego me mandó un mensaje que debía irse enseguida. El Flashback de esa noche vino a mí como una película. Y luego las escenas de cuando yo fui casi violada en esa esquina. Me tomé la cabeza con desesperación. Cuando yo estaba con Jack, divirtiéndonos bajo la lluvia, ¿Él estaba pasando por todo eso? Un doloroso llanto salió de la nada. Mi pecho dolía, mis ojos ardían y mil lágrimas corrieron por mis mejillas. Sentí mis piernas débiles y me quejé caer en el piso.–¡Emma! –Ethan me afirmo y me contuvo con sus brazos–. Tranquila… él ya está me
No hablamos del tema. Yo no pude preguntar nada más que: ¿Estás bien? Él solo asintió con la cabeza. Pasamos horas allí. Sin hacer nada, así como era antes de que pasara todo esto. Me sentí horrible, quería llorar, abrazarlo otra vez y pedirle perdón por todo. Sabía dentro de mí que esta culpa era algo más. Pero no podía mostrarlo. No podía ser así de egoísta, él era el que realmente estaba sufriendo. Luego de conversar de cosas irrelevantes en su habitación, me dispuse a sugerir que saliéramos a caminar, o comer algo. Se demoró en responder, luego accedió y fue a tomar una ducha.Nos detuvimos en el río durante nuestro paseo. Nos sentamos en la banca de siempre y nos quedamos allí, mirando el paisaje. Inventé varias ora
Mientras secaba mi cabello pensé en todos los efectos que el alcohol puede tener en un hombre. Y realmente son impresionantes… me concentré solo en eso para no hacerme falsas ilusiones, ya que ese boxeador borracho que está durmiendo en mi sillón ahora mismo, es el mismo hombre desinteresado y frío que me dejó en la friendzone. Aunque fue más como la “Siszone” Ya que me ve como su hermana pequeña o algo por el estilo. Pero de todas maneras, sabía que al día siguiente, y cuando se le hayan pasado los mágicos efectos del Vodka, todo será igual que antes. Escuché las llaves de la puerta y supe enseguida que era mi mamá. Perfecto, lo que me faltaba.–Mamá… –dije, mientras camina
Al día siguiente nos encontramos en el río. Todo parecía un sueño, y así como todos, en algún momento hay que despertar. Olvidé lo famoso que es realmente Jack, y que se encuentra en un momento crucial de su carrera como boxeador. Tras ganar el título, subiría de categoría. Y su entrenamiento sería aún más intenso. Aquella tarde fue la última que estaríamos juntos por un tiempo.–Iré a verte siempre que pueda. –dijo, sosteniendo mi mano con fuerza. Sonreí mientras cortaba trozos de pasto con mi otra mano.–No te preocupes por mí.Me miró a los ojos y acarició mi mejilla con delicadeza.–Emma&hellip
Dentro de las cosas que no esperaba que sucedieran este año, incluyendo el intento de violación, mi amor a un boxeador profesional y el bullying que sufrí durante meses en el instituto, sin duda esto estaba primero en la lista: mi Papá. Esto, sí que no lo vi venir.– ¡Emma! Estuve esperándote, ¿Por qué estás tanto rato en el instituto?–Papá qué haces aquí. –solté disgustada. Miré su rostro detenidamente, sin duda los años se le habían caído encima. Se veía agotado, llevaba una barba de varios días y llena de canas.–Qué dices, ¿Acaso no puedo venir a conversar con mi hija? –tras decir eso, soltó una risa forzad
Para los que se preguntan, éramos una bella y normal familia, hasta que mi mamá se enteró de que mi papá le era infiel y tenía otra familia. Mi mamá le pidió el divorcio, pero él no quiso, y tuvimos que ir a juicio por demanda. Luego de mucho tiempo, ganamos nosotras y mi papá quedó pobre. Al parecer ahora, se separó de su amante también a la cual trato de estafar y salió perdiendo.–Yo solo quería saber cómo estabas. –dijo, mirándome con esa sonrisa cínica que tanto me molesta. Rodé los ojos. Vino el mesero a dejar nuestros cafés. Tomé un sorbo y suspiré.–Dime la verdad. Te dije que solo tienes una hora, no hay tiempo para formalidades idiotas.S