Solloza y se remueve entre mis brazos, lo que me hace deshacer un poco el agarre, sin embargo la mantengo pegada a mi pecho para que sienta mi piel y que estoy aquí para ella sin reservas aunque eso sea peligros incluso para mí. Me aparto un poco al sentir que se remueve nuevamente incómoda, levanta la cara y veo su piel mojada por las lágrimas y me siento un terrible ser. Articula un “perdóname por favor” y eso es todo lo que necesito para caer nuevamente a sus pies, cautivado por su belleza y enajenado por la tristeza que reflejan esos preciosos ojos color caramelo que hacen de mi vida un infierno y me devuelven al cielo cuando me observan de ese modo. Su nariz roja y los labios hinchados por el llanto me provocan un dolor en el pecho que me hace olvidar cualquier rastro de molestia e incomodidad que pueda haber albergado por ella en las ultimas doce o trece horas. Estoy enamorado, eso es un hecho. Y aunque siempre me he cuidado de al
Despierto sola en la cama con un dolor delicioso en las extremidades y… ¡uf, ese hombre es una delicia! Tierno, dulce. Este ha sido el mejor sexo de mi vida. En definitiva, Rogers es perfecto, es que hasta su pene es perfecto grande, vigoroso. Me levanto y voy al baño, no porque desee quitarme su olor, sino porque necesito vaciar mi vejiga y de paso poder caminar ya que me siento hinchada y aunque es delicioso, es algo incómodo. Ya duchada cubro mi piel con una loción que huele delicioso y además ha servido muchas veces de afrodisíaco para ciertas ocasiones en la que he necesitado alguna ayuda para motivar. Sonrío. Rogers no necesita de esas cosas, pero soy engreída y petulante así que… la loción va. No me visto, solo me envuelvo en un camisón blanco transparente de seda y encima mi bata azul cielo de la misma tela, con la diferencia de que no es transparente. Observo y lo escucho desde lo alto
Madeleine sigue prófuga…Es como si la tierra se la hubiese tragado…El despliegue policial que tiene alrededor de un mes y medio. Nada, esa mujer es una aguja en un pajar y continúo sin pruebas para incriminar a Alice Right, sabiendo que está implicada en todos y cada uno de los delitos que se le imputaban a la maldita Madeleine. Con Eloín tras las rejas y la Jueza en la mira de todos, la única que debe conocer su paradero es ella: la Jefa.El comisario Albert Arrow, me explicó en la última llamada que hicimos hace dos noches que el problema con la Doroty Garrett es que no encuentran como implicarla, solo sabemos que existe un expediente negro – que está en mi poder – de ella, pero es imposible vincularla ¡maldición, estoy atado de manos! Y de paso no me concentro lo suficiente.La imagen de Martha entre mis brazos ayer todo el día me distrae y deseo tenerla de nuevo. Debe estar cansada y dolorida porque pr
Encuentro a Rogers sentado en el piso alrededor de un montón de papeles, folios y expedientes, aun así es el sujeto más sexy y arrebatadoramente sensual que conozco. Estos últimos dos días y casi medio – el reloj marca las once de la mañana – han sido más que delirantes para mí en cuanto a sexo se refiere, este hombre sí que sabe mantener a una mujer saciada y satisfecha ¡Dios, pensé que yo era la pervertida! Sucede que no lo conocía a él. Conoce perfectamente el cuerpo de las mujeres – y el mío en particular – sabe qué hacer y donde exactamente tocar para enloquecer hasta el límite y luego dejar caer en ese maldito remolino delicioso de las más excitantes y arrolladoras sensaciones ¡uf, me duelen hasta los músculos que ni siquiera sabía que tenía! Y aun así él se ve fresco como una lechuga, desgraciado
Dejé a Martha con Boris y Rick en contra de mi voluntad. Verla así de frágil me fragmenta el corazón aun cuando sabía que este momento iba a llegar, las cosas se complican y ya han pasado varios días, es normal que su razón se nuble y la histeria se haga presente. Las personas no son tan fuertes ante una situación de riesgo y menos cuando sus seres queridos se encuentran involucrados. Martha se puede considerar como una de las personas con mas temple que conozco, claro que quien está en peligro es su hija y obviamente eso la iba a descontrolar en cualquier momento. Debo encontrarla. La promesa que le hice se me diluye como agua en las manos; a una semana de haber capturad a Eloín: Madeleine, aun no aparece y eso, hace tambalear la operación y mi seguridad en cuanto a su paradero.El taxi se detiene justo enfrente del callejón en el que me cité con Edward Rose, un fiel amig
El miedo me atenaza y tiemblo incontrolablemente, mi cuerpo solo responde a su calor, a su consuelo. Rogers me aprieta contra su cuerpo tratando de sosegar mi dolor, necesito que me la devuelvan, la necesito conmigo… necesito a mi hija. El teléfono suena y él salta en ese preciso instante de la cama corriendo a buscarlo, mi piel duele al dejar su contacto y mi cuerpo lo reclama al instante, sollozo nuevamente con las manos cubriendo mi rostro de rodillas en la cama.—¡Vaguhn, dime! – responde casi con un grito sin apartar la mirada de la mía.Escucha atentamente lo que le dicen a través del aparato y sonríe casi imperceptiblemente, mi corazón late a un ritmo desesperado estrellándose contra mis costillas, haciendo estragos en mi. Trato de bajar y levanta una mano deteniéndome, se acerca intimidándome con su cuerpo desnudo y observo absolutamente tod
—¡Rogers, envío una furgoneta por ti! ¿se halla ella contigo? – llegó la hora, mi equipo se encuentra cerca y aún están ahí, escondidos.—¡Entendido y si, está aquí conmigo! – instintivamente caminé unos pasos separándome de ella para que no escuche mi conversación con Elmer, él es mi esbirro en realidad, mi Jefe de Seguridad. Solo que no podía decirle a ella, la cuidó muy bien e incluso – según él – hubo rechazo de su parte cuando ella quiso intimar.En realidad no me importa porque Martha era el objetivo a exterminar y yo no lo podía permitir, ¡si lo sé! Suena cruel y pervertido, pero debía alejarme lo más que pudiera de ella para que Elmer pudiese hacer su trabajo con tranquilidad y aprovechando su rabia hacia mi actitud pues, hice lo q
Seis meses después…La vida te entrega las cosas como una gran masa de arcilla, nosotros nos encargamos de darle forma y ajustarla a nuestro antojo es decir; como nos parezca o como nos acomode tal como diría la única mujer que he amado en mi vida: Martha André ¡sí, una despampanante morena! De ascendencia Colombiana y con una personalidad que sacaría de quicio a cualquier hombre que se apreciara de cuerdo. Yo caí en sus redes y puedo decir que morí de rabia y desesperación al igual que de deseos y excitación gracias al temperamento y tozudez de esa preciosa mujer.—¡Hola Rogers! ¿se puede? – giro sin despegar las manos del barandal que enreja el balcón de la habitación principal en la Mansión donde vivimos en el 515 Park Ave, New York, Ny 10022.—¡Hola mini Nena,
Lo vi en lo alto de la escalera y todo mi cuerpo tembló de excitación, amor y necesidad.Me perdí en esa preciosa mirada azul claro y en la magnífica imagen que muestra el hecho de que lleve cargado al pequeño Marlon en brazos y a Susset de la mano como todo un padre. Justo después del rescate, fue amor a primera vista por parte de todos, a medida que baja las escaleras siento como el piso tiembla bajo mis pies y me produce un mareo que ¡a Dios gracias! Me encuentro cerca de mi padre porque de otro modo habría caído al piso por el poder de su sola mirada. Mis ojos se humedecen en el momento que sonríe al escuchar algún secretito que ese precioso niño pronuncia entre susurros a su oído. Es su héroe y el Príncipe Encantador de como él mismo se refiere a ella: su mini Nena. Somos una familia, ya no estamos solos y nos amamos con locura. Aun cuando tengo claro que Rogers detesta este tipo de celebraciones y fiestas, en tras palabras… la ostentación.—&n