Después de casi hora y treinta minutos de escucharle la amonestación a "mi suegro" pude salir de la casa de Susan, la noche estuvo fantástica; esa chica sabe lo que hace y lo que me gusta en cuanto a sexo se refiere, estuvo mucho más tranquila luego de ejercerle un poco de presión entorno a su idea fija de que le soy infiel ya que parece que la engañaron, aunque de eso no se nada y no me interesa indagarlo.Sheila llega con una sonrisa encantadora y un rasguño en la mano derecha, temo pregonarle como estuvo su cita con lo del gato porque la herida es evidente y hoy es la fiesta del reencuentro con sus amigas de la universidad, al verme despliega su mejor sonrisa y se acerca ¡Dios, no te pido nada, solo que me protejas, amén!— ¡Hola! ¿que tal estas Rogers? - ¿eh?— ¡Hola linda! estoy bien, gracias ¿tú? - sonr
—¡Me lleva la mierda! – este vestido ya no me cierra, tengo que hacer algo con esta ansiedad ¡carajo!Me deshago del vestid apretado y decido que hoy voy a salir para correr un poco ¡Si me queda la ropa de deporte! Parezco una vaca y es culpa de Miggui porque me deja sola mucho tiempo. Saco un pantalón de yoga a la pantorrilla y un top cruzada en la espalda, todo en color lila, es un buen color para combinarlo con mi sedosa piel morena ¡Ay, necesito un hombre, quiero sexo! Ya mi amigo a pilas no me satisface. Bajo la escalera ya vestida y paso por el espejo de la sala – de cuerpo entero – que me recomendó Miggui para que no comiera tanto y pudiese ver mi culo de gorda que se ve fabuloso embutido en este conjunto deportivo ¡hasta los tenis me lucen! Y eso es porque estoy buenísima.¿Dónde habré dejado las llaves de la casa? Tengo un problema serio
¡Vaguhn, que idiota! Definitivamente no aprendo! Esa mujer me tiene loco y obviamente no quiere nada conmigo, pero por supuesto ¿y que va a querer? Si lo tiene todo: belleza, sensualidad, dinero y experiencia; toda una gama de virtudes que enloquecerían a cualquier hombre solo con verla en ropa de deporte y tenis que se ve ¡uf, fantástica! Nunca me había gustad tanto una mujer, por lo menos no mayor que yo ¿qué edad tendrá? Mi teléfono suena y enciendo el manos libres mientras manejo.—¡Buenos días, por aquí Vaguhn! ¿Con quién tengo el gusto? – respondo no tan formal ya que si me llama al celular es porque debe ser amigo o cercano.—¡Rogers, habla Boris! – ¡el doctor de Max!—¿Qué tal amigo, como estas? – es una pena que sea gay, lo emparejaría con Shei
A fin de cuentas no corrí nada, por el contrario contraté una agencia para que cuatro chicos entre esos dos chicas me ayuden a arreglar el desastre que tengo en este pobre lugar, hice la llamada correspondiente a la peluquería y como la jefa que soy dije que me tomaría el fin de semana para: terminar la mudanza, salir de compras y renovar un poco mis viejas cosas de la casa ya que voy a vender “el mausoleo” donde viví hasta ahora con todo dentro ¡Mmmm, una de mis frases favoritas! Bien el caso es que este fin de semana mi Lester lo pasa conmigo porque Sandra viaja a Oklahoma a la fiesta de aniversario de sus padres ¡Ja, yo gano!—¿Miggui? – respondo el celular después de varios repiques porque ignoraba su existencia.—¡Miggui amor mío! ¿Qué tal estás? ¡Mal amigo! – su jadeo me hi
El Long Chao es uno de los restaurantes más prestigios y concurridos en Manhattan, un lugar donde solo la elite de la zona lo frecuenta, no es solo un sitio para degustar el arte culinario sino que las personas se reúnen en citas de trabajo, para reuniones familiares y de recreación, todo aquí es exclusivo y elegante, desde las altas estructuras de marfil hechas a mano, hasta los hermosos jardines de cultivos Japoneses que se encuentran alrededor con todo tipo de plantas medicinales y de uso alimenticio. Todo aquí es hecho con un excelente gusto y un selecto cuidado en su elaboración, en lo referente al consumo culinario: es el mejor en su estilo, aun cuando yo prefiera otro tipo como por ejemplo la cocina francesa o la italiana. Lo mejor que tiene este lugar es que a pesar de lo concurrido que pueda ser no se encuentra tan expuesto como otros, ya que esta estratégicamente escondido en un rincón de la quinta avenida entre las t
Capitulo Catorce. + 18.Lester recorre todo mi cuerpo con caricias deliciosas, consintiéndome como solo él lo sabe. Es fascinante sentir como conoce mi cuerpo y lo hace vibrar, podría acostumbrarme a esto, pero no puedo porque es un hombre ajeno y los casados nunca abandonan a su familia por la amante. Entonces prefiero disfrutarlo de vez en cuando y sin exclusividad ¡Uno nunca sabe!— ¡Oh Dios siii! Mas por favor – su lengua es experta en arrancarme gritos y jadeos de placer, tiro de su cabello para que no se detenga y me ahogo en la satisfacción que me proporciona.Sube con más besos y lengüetazos, muerde el montículo que es mi pubis, grito su nombre sumido en un oscuro deseo; ansiosa por ser penetrada y disipar este sufrimiento y dolor que siento en el vientre y en mi sexo, sufro porque no lo hace y lo pido a gritos. No me escucha, me ignora y no resisto el deseo de ser poseída por
— No quiero hablar con usted Srta. André – estoy enojado por lo que le dijo a “su novio” aunque no la culpo, el hombre es elegante y distinguido.— ¿Ah no, entonces que explica tu presencia acá? – pregunta y trago el nudo que tengo en la garganta porque acabo de percatarme que está en ropa interior.— ¡Yo-yo estoy acompañando a mi… novio! – hago un mohín y ella descubre que no es así, sonríe y se ve hermosa.— ¡Eh Rogers! – Boris niega y yo también. Ambos reímos, me agrada este tipo.— ¡Ok se ven tiernos haciendo ojitos, pero necesito que aclaremos las cosas! – habla en serio con una sonrisa preciosa — ¡Emborrachaste a Miggui para aprovecharte de él! ¿Cierto? – el jadeo
¿Qué se ha creído ese rubio perfecto? ¡es un altanero! Pienso mientras Miggui duerme plácidamente en el sofá de mi habitación después de haber llorado a cantaros por la vergüenza que paso con Rogers ¡bah, es un tonto! No sabe lo que se pierde. Voy en busca de mi delirio circuncidado, que huele a mi porque al ducharse usó mi gel de baño y lo encuentro aun haciendo su magia en la cocina ¡Uhmmm, huele delicioso! En serio me acostumbraría a esto, termino de bajar la escalera y miro su maravilloso trasero en ese pantalón de deporte y mis pezones se irguen de inmediato ¡ay si lo sé! Soy una pervertida y aun no les cuento lo que voy a hacer al llegar justo detrás de él. — ¿Tienes hambre preciosa? – si que tengo, pero no de comida. — ¡No te muevas! – obedece como el buen chico que es, llego a su parte trasera y nalgueo su precioso y duro culo con ambas manos. Me regala un gemido delicioso y paso mi experta lengua por el centro de su