Esto es increíble, ese desgraciado no tiene escrúpulos y me dice fresquísimo que se irá con mi bebé a Canadá para que vea la nieve y pase su cumpleaños esquiando ¡es una mierda! voy a contratar un sicario para que le quite a su mujerzuela de quinta y se la secuestre ¿o esos son los que matan? ¡Ay no sé, quiero llorar!
— ... no me importa Eloín Thompson, porque después se quedará un fin de semana completo conmigo te guste o no! - contuve el sollozo que quemaba mi garganta, no le voy a dar el gusto de verme destruida ¿Dónde encuentro un maldito abogado que no se venda?
— Ella lo pidió y como tu eres tan poca cosa entonces se lo daré yo - acabó con la paciencia que no tengo con su sucio comentario. ¡Ahora si que lo mato!
— ¡Escúchame bien pedazo de porquería, poca cosa es el frijol que llevas entre las piernas ¿y sabes qué más? Dudo que la Zorra estúpida de Madeleine grite o se mueva mejor que yo idiota - le grito en su ... bueno, no le veo la cara pero si le grité.
Levanto la vista a punto de explotar de nuevo y me topo con ese par de cielos despejados a lo lejos ¡guau, que hermoso es! él y sus putos ojos. Sonrío. No dejo ver mi tristeza y ni siquiera es porque sea hipócrita sino que: a él no le interesa, además debo alejarme porque es el chico que le gusta a Boris y si hay algo que respeto, es ese código entre amigos.
— ¡Amor llegaste! - su mirada se va al arreglo en el cabello de la chica y levanta las cejas al cielo.
— ¡Amor wow, estás radiante! - me observa con una media sonrisa y despliego la mía completa ¡Si nene lo sé, soy genial! pronuncia un gracias sin voz, dulce y tierno ¡oh oooh, éste señor es peligroso para mí!
— ¡Siiii, Martha acaba de convertirse en mi favorita! - le dice pegada a su boca ¡Dios mío que labios!
Camina hacia mí y saca la chequera ¡ok, piensa pagarme a mí! yo soy la dueña, no recibo dinero.
— Puede cancelar por caja si es tan amable - asiente y me dirijo a la oficina.
— ¡Martha! - giro y ladeo la cabeza — ¡Mil gracias me encantó! - la sonrisa de la chica continúa siendo plástica y sin vida, pero la mía es honesta y brillante, no me pasa desapercibida la mirada del Adonis ¡Le gusto, lo sé!
— ¡Estamos para servirles preciosa, pasen excelente tarde! - dije adiós con la mano y fui a mi guarida.
Llamo a Boris para que sepa de su cliente buenorro y no me contesta, lo llamaré de nuevo al salir, tengo ganas de tomarme unas copitas pero, no tengo con quien así que me voy al club de mi amiga Selene para compartir un ratito al terminar la jornada laboral ¡total, no tengo más que hacer!. Apenas son las dos de la tarde y mi estómago gruñe por necesidad. Sé que debo ir al gimnasio pero, me canso mucho ya que soy una mujer mayor y Carlos no tiene compasión de mi en lo que se refiere a hacerme polvo en aeróbicos - un polvo es lo que necesito - pero no con ese moreno que no me llena ¡Bah, que se jodan todos! no voy a hacer ejercicios solo para que mi culo adelgace, no tengo a quien lucirle.
Llegaron mil clientes a arreglarse y los chicos se vieron contrariados, los habría ayudado si supiera que hacer, en cinco años de tener estos negocios sólo he aprendido a peinar mi cabello con los dedos ¡es más sencillo, deberían probar! clientes van y clientes vienen y el trabajo es interminable, mi teléfono suena y es mi amigo del alma que no me deja ni a sol ni a sombra ¿pillan por que lo amo?
— ¡Hola Miggui de mi alma! ¿Qué tal tu día? Sorry por no contestar, me encontraba en el quirófano - su tono es triste, melancólico.
— ¡Hola mi amor divino! mi día con trabajo hasta el techo y aún no acaba ¿Que sucede Miggui? te noto triste - pregunto preocupada.
— Un paciente no lo logró, era muy anciano y su cáncer lo superó ¡Me siento triste! - Boris ama los animales, es cariñoso y los toca ¡puaj, yo no! aunque toqué por diez años al animal de uña de mi ex pero aun así ¡me arrepiento a diario de no haberlo atado y dejar que muriera de hambre!
— ¡Lo lamento mi sol! ¿Qué puedo hacer por ti? - pregunto genuinamente interesada. Lo amo.
— Creo que necesito un trago Miggui - ¡bingo, eso es lo que yo necesito también!
— ¿Nos emborrachamos?
— ¿Hoy lunes, Martha?
— ¡Siiii, hoy lunes Boris!
— ¡Excelente! ¿Con Selene?
— ¡Pues claro!
*********
¡La noche pinta buenísima! el Boris triste y melancólico se convirtió en el alma de la fiesta, llamando la atención de todos: hombres y mujeres. Se encuentra bailando en la pista solo una canción de "Vaselina" y se le acerca una chica hermosa con un vestido precioso; juntos dieron el mejor de los shows. Yo estoy bebiendo como un Vikingo y río con las payasadas de mi amigo y un tipazo que decidió sentarse en nuestra mesa. Un rubio desabrido con un cuerpazo, parece Superman considerando el tamaño de sus bíceps y su enorme torso.
— ¿Bailamos belleza? - miro su mano estirada y niego enérgicamente con la cabeza.
— ¿Bailar? créeme cielo, no me llevarías el paso jamás - el chico levanta una ceja y sonríe.
— ¿O tienes miedo que te supere? - escupe con toda esa arrogancia que puede meterse en el C***. El jadeo de mi amigo se escucha por encima de la música.
— ¡Yo no haría eso Frankie, ella es una Vedet, una Diva! - el idiota sonríe con suficiencia.
— ¿A si, pues yo creo que no sabe bailar? - me levanto de un salto y me acerco lo suficiente para amedrentarlo, o por lo menos tratar.
— ¿Sabes qué zopenco arrogante de mierda? - susurro a su oído — ¡Si voy a bailar, pero nunca lo haría contigo. Estúpido! ¿y sabes por qué? - negó mordiéndose el labio inferior ¡já, granuja! — ¡Pues porque te dejaría en la lona! - me giro hacia Boris y encuentro de frente unos ojos azules que semejan el cielo de un día de verano ¡maldita sea, Rogers! — ¿Bailamos Miggui? - le hablo a mi amigo sin dejar de observar la sonrisa del Adonis y me acaloro, lo siento pero soy una zorra en toda regla.
— ¡Siempre cielo, contigo hasta la luna! - Rogers levanta las cejas y yo sonrío a Boris acercándome para besarlo en los labios.
¡Gracias a Dios que tengo un guardarropa en la oficina! cambié mi vestido magenta ajustado y los zapatos por uno mas holgado y cómodo, anudado al cuello, ajustado a la cintura y acompañado de una falda larga semi ajustada con una abertura hasta la parte superior del muslo en un tono beige que resalta mi tono dorado de piel en combinación con unos zapatos de corte español, en el mismo tono del vestido, el cabello en un recogido desordenado y ¡listo, la reina de la noche! Selene le indica al Dj que coloque algo de salsa y al comenzar la música mi cuerpo tiembla ante el furor de la música de mi tierra, mi sangre fluye como lava por mis venas y el calor de mi raza latina sale a flote en un ramalazo de adrenalina, mientras comienza a sonar un repertorio clásico de Héctor Lavoe junto a Willie Colón con la orquesta Fania All Star.
¡Y comienza la fiesta latina señoras y señores!
Mi cuerpo se mueve acompasado al ritmo de la música y me siento en el cielo aunque sé que Miggui me acompaña con los pasos correctos ya que hemos sido amigos por demasiado tiempo y nos conocemos desde dentro y sabe, que yo soy una bailarina profesional. El Adonis se queda boquiabierto al admirar la belleza del baile, más de una chica lo atavía con miradas sensuales y él sólo se encuentra al pendiente de nosotros y la emoción de nuestra perfecta coordinación. Luego de cinco canciones, mi cuerpo entumecido pide ser hidratado. Aún el rubio no sale del asombro y el imbécil hijo de mami que insinuó que no sabía bailar: babea.
Llegué a la mesa buscando una cerveza y Rogers me ofrece la suya en un acto de caballerosidad, de pie junto a la mesa con una sonrisa preciosa.
— ¡Hey niño, búscate tu propia zorra latina que yo la vi primero! - no tengo idea de quien golpeó primero al idiota, si Boris, Rogers o yo. Pero cayó al piso y le propiné un puntapié en la entrepierna que su grito se escuchó sobre la música, aparte de pisarle tres dedos de la mano izquierda por supuesto.
¡Para que no sea cabrón!
Todo se volvió un caos, tal parece que el imbécil es alguien importante y anda no solo armado sino que tiene guardaespaldas ¡Y son gigantes! el negro tira de mi cuerpo por la cintura, la falda se levantó y quedé prácticamente expuesta, pero luché con el gigantón rasguñándole el rostro y pisándolo con mi tacón ¡ups, eso dolió! mi amigo gritaba borracho mientras Rogers trataba arrancarme de los brazos del guarura.
— Con todo respeto Sr. pero el caballero atentó contra el bienestar psicológico de la señorita - ¿quien yo? desde hace mucho que no lo soy Nene.
— ¡Entiendo perfectamente pero, la señorita agredió a mi cliente! - escuché que otro tipo bien vestido le hablaba a mi rubio ¡ups! ¿mío? sigo borracha.
— ¿Perdone? Mi cliente esta en todo su derecho de levantar cargos por difamación e injuria. Y eso Parker, no tendría que recordárselo ya que "su cliente" se ha visto envuelto en este tipo de desavenencias en otras ocasiones - ¡uy, cuanta diplomacia! voy a ponerme cómoda porque al parecer estos dos quieren casarse.
Bueno... estar entre rejas no me sienta tan mal ¡ja! volvería a golpear la madre del idiota ese que me llamo... ¿cómo fué? no recuerdo pero... me llamó como no me gustó ¡hip!
Capítulo cinco.
—¿Martha, Martha? ¡cielos, duerme como un lirón. Martha! - escucho un grito y me incorporo de un salto.
— ¿Ah, ah qué? ¡auch mi cabeza! ¿dónde estoy? - veo al rubio con ojos de cielo y recuerdo todo el espectáculo estilo Brodway que armé. Voy a hacerme la ebria de nuevo ¡no, mejor me hago la muerta! ¿A los perros les resulta, no?
— ¡Levántese por favor, nos vamos! - bueno... esa frase si me agrada.
Levanto mi corpachón del catrecito y sacudo el poquito de dignidad que me quedó para poner mi mejor sonrisa de borracha y ¡listo! me voy a casa sin Boris, ¿sin Boris? ¿dónde está Boris? ¡ay Dios lo dejé, lo abandoné ¡que horrible soy, soy una mala amigaaaaa!
— Disculpe ¿dónde está Boris? - pregunté un poco tambaleante al dirigirme hacia la reja abierta de la celda.
— Está en el auto! Inconsciente aún - instalo mi expresión de asombro seguido de la mano derecha en mi pecho y al mirar la expresión de desconcierto que le queda de pelos a este rubio bello, no detengo la risa y las carcajadas me salían solitas, mi tripa duele y lagrimeo como niña chiquita.
¡Vaya, después de todo si estoy borracha!
Me recompongo como puedo – cosa difícil por la borrachera – y voy como niña buena, detrás de él al fresco de la mañana que aún esta oscura, Rogers abre la puerta de un deportivo muy bonito color rojo sangre ¡guau, a éste chico le gusta lo bueno! me ayuda a entrar y disfruto del olor a cuero nuevo, excitante y dolorosamente prohibido. Este señor debe tener algunos treinta años de edad y yo soy una vieja ¡si, estoy buenísima pero... vieja! miro al asiento trasero y veo a mi Boris profundamente dormido ¡se vé lindo como un angelito gay! Veo entrar al rubio, parece un actor de cine ¡uf, me siento acalorada! en este momento necesito un...
¡Martha, los hombres comprometidos son mujeres!
¿Qué tal eso mi zorrita querida? Puedo luchar contra la tentación.
Pero el señor decide mirarme, hacer un guiño y sonreír para que le resalten unas arruguitas en la piel debajo de los ojos y eso mis amores...
¡No ayuda en nada!
Decido ignorarlo mientras conduce de manera sexy y provocativa, lo disfruta es decir; le gusta el auto, al parecer es su nueva adquisición. Se me cae la cabeza hacia atrás y me repongo pero no puedo abrir los ojos porque como dije... ¡aún estoy borracha!
—¡Martha, Martha despierte! - una voz profunda y sensual susurra mi nombre al oído.
— ¡Mmmmm, más por favor! - la risa, el aliento huele a menta y eso es sexy — Un poco más porf... - abro los ojos de repente y quedo absorta en un par de zafiros preciosos y una boca... ¡mierda! — ¿Dónde estoy y, y qué hace usted aquí? - me hace el gran favor de apartarse para poder llevar el aire que necesitan mis pulmones para no colapsar y poder tranquilizarme.
— Hice desayuno para ustedes y café, perdón si fuí atrevido pero... no podía irme sin... dejar... - creo que al galán se le atoró la lengua ¡es hermoso!
— ¡Gracias, ha sido muy amable! al traernos y bueno... preparar desayuno pues ¡gracias! - se recuesta al respaldo del sillón donde se encontraba sentado. Asintió sonriendo.
Debo verme horrorosa, con el rímel corrido y el cabello como una maraña. Soy una bruja al despertar en la mañana y él me mira como si fuese una Miss World.
— ¡Mierda Martha si que nos pasamos anoche! tengo la cabeza al reventar y ni te cuento lo que dejé en el váter ¡huele a muerto de días, lo siento Nena! - mi amigo baja la escalera con su diatriba sin fijarse quien nos acompaña — ¡Ay Santísima Trinidad Rogers! ¿que haces aquí, tu escuchaste? - el rubio asiente con los labios apretados para no reír y Boris llora con el rostro cubierto — ¡Oh Dios Santo que vergüenza, pensarás que soy un puerco! - dice entre sollozos y el rubio salta del sofá.
— No te preocupes Boris, todos después de una borrachera somos unos puercos ¡olemos horrible! - palmea afectuosamente su hombro ¿no es una ternura?
Pero esta belleza de película de terror tiene hambre y eso la pone de mal humor, eso quiere decir que se acabó el romance entre estos dos por ahora.
— ¡Ven cielo, desayunemos! ¿quieres café? - asiente aún con las manos en el rostro y lo dirijo hacia la barra para que se siente — ¿Vienes? - giro lo más elegante que puedo y el aludido se acerca.
Tiene un aroma exquisito con un ligero olor a tabaco y lleva puesta la misma ropa de anoche ¿cómo puede estar tan fresco luego de una noche así?
— ¡Miggui estás horrorosa! y perdóname el derroche de honestidad - quiero ahorcarlo y a la vez abrazarlo porque sus ojos de cachorro me dicen que le gusta el rubio buenorro.
— ¡Lo sé cielo pero, con una siesta reparadora lo arreglo! - ¿o con Botox? ¡ay lo que sea! estoy hambrienta, me duele horrible la cabeza y creo que no iré a trabajar.
Comimos como cerdos, este tipazo es perfecto, los huevos están deliciosos, y el aderezo que preparó para el pan también, en general todo le quedó perfecto ¿será que es gay? no lo creo, pero si lo es ¡bienvenido al grupo!
Dormiré como un oso y después de descansar, llamo a los chicos reportándome enferma. Espero que ese rubio se vaya rápido para poder quitarme la ropa y darme un merecido baño.
¿O también podría desnudarme delante de él, no creen? De ese modo sabremos si es gay...
Capítulo seis.¡Uf! ¿no entiendo por qué amanece tan rápido? Bueno, tampoco es que haya llegado de noche ¿no? muevo el cuerpo para deshacerme de las sábanas molestas que se enrollan en mis piernas y toco un cuerpo duro y sedoso, es de un hombre tomando en consideración que está bien definido por lo que toco, pero no recuerdo haberme traído al idiota que golp...¡Ay Santa Cachucha!¿A quien tengo en mi cama!¡Ay Martha André! ¿por qué no te comportas y dejas de revolcarte con lo primero que encuentras? Tomo aire y trato de incorporarme para salir de la cama ¡Mi cama! ahora si que tendré cien años de mala suerte. Profané el templo de mi alma, mi alcoba, mi cama. Soy un desastre, una pobre mujer que necesita sexo… y es solo necesidad porque después de esto quedaré sola de nuevo. Las lágrimas corren por mis sienes ya que no me atrevo a quitar la sábana. ¡Torpe, torpe, torpe! si continúo golpeando mi cab
¡Qué imbécil! Rogers deja de meterte en aguas profundas porque no sabes nadar. Me recrimino con las manos en la cabeza, no dejo de pensar en esa mujer. Y ahora debo sacar de donde sea un gato para que Sheila lo lleva a consulta.— ¡No, de ninguna manera! no me agradan los gatos - debo lograr que lleve el gato ya que me averguenza el hecho de haber llamado solo porque sí.— ¡Cariño por favor! seré tu esclavo - me observa con interés, ya tengo su atención y eso me dá ventaja — ¿Queres desayunar? - asiente — ¡Hecho! - ¡já gané!— ¡Serás mi esclavo una semana! - ¿qué? — Necesito una cita para el miercoles, mis amigas de la universidad planearon un encuentro y bueno... yo soy la única que no tiene novio - ¡carajo!— Pero yo si tengo novia ¿recuerdas? - asiente y le resta importancia con la mano derecha.— ¡Cierto, es mala idea olvídalo! - necesito un novio para esta chica.— Pero A
— ¡Oh Dios Lester Farrow te amo! - Boris arruga la cara frente a mi declaración — ¿Sabes qué? me siento en este momento muy excitada y me encantaría... - recibo un golpe en la cabeza con la almohada de plumas que lanza mi amigo — ¡Hey eso dolió! - le lanzo malos ojos y salgo de la cama para poder platicar con Lester.— ¡Dios mío, princesa no puedes decirme esas cosas! no mientras aún me encuentro en la casa con mi mujer e hijos - es un amor ¿no creen?— ¡Y no te he dicho todo amor! pero eso no es importante ahora - hablo urgida por la excelente noticia que me acaba de dar — ¿Cuando me mudo? - ¡este es el mejor día de mi vida!— Bueno princesa, ya tengo las llaves en mi poder ¿tienes tiempo ahora? - ¡oh Dios mío!— ¡Claro que siiii! ¿la inauguraremos, tal vez la cama? - el jadeo casi acabó con mi oído izquierdo.— ¡Sería un placer mi amor, uno muy grato! - lo amo, e
Después de casi hora y treinta minutos de escucharle la amonestación a "mi suegro" pude salir de la casa de Susan, la noche estuvo fantástica; esa chica sabe lo que hace y lo que me gusta en cuanto a sexo se refiere, estuvo mucho más tranquila luego de ejercerle un poco de presión entorno a su idea fija de que le soy infiel ya que parece que la engañaron, aunque de eso no se nada y no me interesa indagarlo.Sheila llega con una sonrisa encantadora y un rasguño en la mano derecha, temo pregonarle como estuvo su cita con lo del gato porque la herida es evidente y hoy es la fiesta del reencuentro con sus amigas de la universidad, al verme despliega su mejor sonrisa y se acerca ¡Dios, no te pido nada, solo que me protejas, amén!— ¡Hola! ¿que tal estas Rogers? - ¿eh?— ¡Hola linda! estoy bien, gracias ¿tú? - sonr
—¡Me lleva la mierda! – este vestido ya no me cierra, tengo que hacer algo con esta ansiedad ¡carajo!Me deshago del vestid apretado y decido que hoy voy a salir para correr un poco ¡Si me queda la ropa de deporte! Parezco una vaca y es culpa de Miggui porque me deja sola mucho tiempo. Saco un pantalón de yoga a la pantorrilla y un top cruzada en la espalda, todo en color lila, es un buen color para combinarlo con mi sedosa piel morena ¡Ay, necesito un hombre, quiero sexo! Ya mi amigo a pilas no me satisface. Bajo la escalera ya vestida y paso por el espejo de la sala – de cuerpo entero – que me recomendó Miggui para que no comiera tanto y pudiese ver mi culo de gorda que se ve fabuloso embutido en este conjunto deportivo ¡hasta los tenis me lucen! Y eso es porque estoy buenísima.¿Dónde habré dejado las llaves de la casa? Tengo un problema serio
¡Vaguhn, que idiota! Definitivamente no aprendo! Esa mujer me tiene loco y obviamente no quiere nada conmigo, pero por supuesto ¿y que va a querer? Si lo tiene todo: belleza, sensualidad, dinero y experiencia; toda una gama de virtudes que enloquecerían a cualquier hombre solo con verla en ropa de deporte y tenis que se ve ¡uf, fantástica! Nunca me había gustad tanto una mujer, por lo menos no mayor que yo ¿qué edad tendrá? Mi teléfono suena y enciendo el manos libres mientras manejo.—¡Buenos días, por aquí Vaguhn! ¿Con quién tengo el gusto? – respondo no tan formal ya que si me llama al celular es porque debe ser amigo o cercano.—¡Rogers, habla Boris! – ¡el doctor de Max!—¿Qué tal amigo, como estas? – es una pena que sea gay, lo emparejaría con Shei
A fin de cuentas no corrí nada, por el contrario contraté una agencia para que cuatro chicos entre esos dos chicas me ayuden a arreglar el desastre que tengo en este pobre lugar, hice la llamada correspondiente a la peluquería y como la jefa que soy dije que me tomaría el fin de semana para: terminar la mudanza, salir de compras y renovar un poco mis viejas cosas de la casa ya que voy a vender “el mausoleo” donde viví hasta ahora con todo dentro ¡Mmmm, una de mis frases favoritas! Bien el caso es que este fin de semana mi Lester lo pasa conmigo porque Sandra viaja a Oklahoma a la fiesta de aniversario de sus padres ¡Ja, yo gano!—¿Miggui? – respondo el celular después de varios repiques porque ignoraba su existencia.—¡Miggui amor mío! ¿Qué tal estás? ¡Mal amigo! – su jadeo me hi
El Long Chao es uno de los restaurantes más prestigios y concurridos en Manhattan, un lugar donde solo la elite de la zona lo frecuenta, no es solo un sitio para degustar el arte culinario sino que las personas se reúnen en citas de trabajo, para reuniones familiares y de recreación, todo aquí es exclusivo y elegante, desde las altas estructuras de marfil hechas a mano, hasta los hermosos jardines de cultivos Japoneses que se encuentran alrededor con todo tipo de plantas medicinales y de uso alimenticio. Todo aquí es hecho con un excelente gusto y un selecto cuidado en su elaboración, en lo referente al consumo culinario: es el mejor en su estilo, aun cuando yo prefiera otro tipo como por ejemplo la cocina francesa o la italiana. Lo mejor que tiene este lugar es que a pesar de lo concurrido que pueda ser no se encuentra tan expuesto como otros, ya que esta estratégicamente escondido en un rincón de la quinta avenida entre las t