La nueva sesión de preguntas en vivo de EmiCrusher empezó con un público de casi diez millones de personas conectadas al canal de stream, y se iban sumando en la medida en que avanzaba. Tratándose de su segunda sesión en menos de una semana, Emily quiso invitar a más personas a participar con sus preguntas, por lo que escogió a los diez primeros seguidores que subieran una foto en la que enviaran un mensaje de solidaridad a la influencer luego de que tuviera dificultades para concretar el compromiso.
Con el lema “No me quiso dar un anillo”, empezó la transmisión y, después de una introducción en la que explicó lo sucedido, inició una partida en vivo de Candy Crush, respondiendo a las preguntas mientras mostraba sus mejores jugadas.
—AbigailEv
El número de seguidores de EmiCrusher había aumentado un 13% en la última semana, una cifra que no veían desde que Emily quedó entre las diez mejores jugadoras de Candy Crush a nivel mundial.—La última sesión de preguntas tuvo un éxito extraordinario —dijo Marge mientras repasaba los números del canal con su amiga—. Es de los más compartidos y con más visualizaciones, así como comentarios. Sobrepasa los tres millones.—¿Y qué dicen, en general? —preguntó Emily, recostada entre los dos brazos del sillón del estudio de Marge, o su oficina, como a ella le gustaba decirle.—Que están contigo, que te apoyan al mil porciento, que no te rindas,
Antes de enviar el mensaje por whatsapp a Javier, Emily preparó el utilizaría para hacerse pasar por “su” abogada y poner en práctica la sugerencia de una seguidora le había hecho para proponerle matrimonio.De acuerdo con el plan, cuando estuvieran ya reunidos y Javier estuviera convencido de que hablaba con la representante de Emily, ella se descubría, revelándose como quien en realidad era, al tiempo que le pedía que se casara con ella.—En el remoto y muy improbable caso en que Javier acepte, no habrá necesidad de visitar a su abogado —dijo Emily cuando detallaban el plan con Marge—, pero, en el más probable escenario en que él se niegue, tendremos su video como prueba irrefutable de que ha sido él quien se negó a casarse conmigo y, bueno,
Lo que Rubén le contó a Emily y Marge no las sorprendió, no después de que ellas hubieran recibido la carta del abogado Carrara en las que las invitaba a asistir a su oficina para llegar a un acuerdo, y evitarse demandas, a raíz del incumplimiento del contrato de la apuesta.—Ahora sí que no entiendo a mi hermano —dijo Rubén después de que las chicas le hubieran contado sobre la cita que Emily tenía, la próxima semana—. No sé qué le sucedió. Está del todo transformado, no es el mismo que dejamos en el yate.Emily y Marge ya habían especulado al respecto, pero no daban con ninguna respuesta que las satisfaciera. Al menos no ninguna que sonara lógica o no implicara la abducción por parte de extraterrestres.
Era el quinto día consecutivo en que el precio internacional de la criptomoneda de Javier estaba en descenso y el margen de la pérdida de valor se incrementaba cada día. La tendencia estaba inquietando a los inversionistas, que pedían a Javier una reunión general con carácter urgente. Cuando, al sexto día, la moneda volvió a perder fuerza, Javier mismo fue quien citó a sus inversionistas, para una evaluación de lo que podía estar ocurriendo. Reunidos mediante el sistema de teleconferencia, Javier quiso conocer la opinión de sus aliados, antes de dar su propio concepto.—Es un tema de confianza en el mercado —dijo uno de los inversionistas, el primero en hablar—. Creo que hay un clima general de escepticismo hacia la moneda, es como si, por alguna razón, estuviera adquiriendo una imagen negativ
Luego de recibir el mensaje de Javier, confirmando la cita con la abogada Elizabeth García, Emily saltó en la cama, junto con Marge, lanzándose cojines y arrojándose sobre las cobijas.—¡Esto va a ser increíble! ¡Vamos a hacer el video más viral de la historia de Youtube! —gritaba Emily.—¡De verdad que no creí que fuera a aceptar! ¡Y no te reconoció con la foto, es increíble! —respondió Marge.—Pero, ¿si crees que no me reconoció? —dudó Emily, acostada en la cama luego de que Marge la hubiera lanzado con fuerza. —Si te hubiera reconocido, no te habría dado la cita, eso seguro —respondió Marge, de rodillas sobre la cama, con un cojín entre sus brazos, esperando al contraataque de Emily. —¿Y si lo hizo para ser él quien me está planeando tender una trampa?—¡Nah! Los hombres no son así de confabuladores. Solo te habría dicho que no, que no lo siguieras acosando. No se va a poner a perder tiempo con trampas. Aprovechando que su amiga se pasó la mano por la cara, para retirar un flequ
Mientras se colocaba una sudadera, Emily escuchó lo que Rubén acababa de enviarle a Marge y se preguntaba qué tanto cambiaba esa nueva situación los planes de Elizabeth, “su” abogada.—Entonces ha citado a su exnovia a la misma hora —dijo Emily, subiéndose los pantalones de la sudadera—. ¿Y eso se lo dijo esa misma chica a tu novio?Marge simuló molestarse por el hecho de que Emily llamara así a Rubén, solo para ocultar la noticia de que, en efecto, lo era.—...pero sí, me dice que también fue ex de él y que por eso se lo dijo.Con las cejas fruncidas y los labios encogidos, Emily le pidió que le dejara el mensaje.
Las chicas no tuvieron otra alternativa que enviar a Elizabeth sin otra argucia que la que pudiera improvisar de acuerdo con las circunstancias del momento, cuando estuviera enfrentada a Javier, en su oficina, y con quien creían, iba a presentar como su nueva prometida.—¿Qué tal quedé? —preguntó Emily a Raquel y Marge cuando la estilista terminó de peinarla y maquillarla.—Eres otra mujer —dijo Raquel cuando contempló el resultado de su trabajo, de más de tres horas, a una sola de salir a la calle y enfrentarse a aquello por lo que había sido creada—. Pero todavía no sé qué personaje de anime eres.—Es una fusión. —Se apresuró a contestar Marge cuando vio que
Eran más de las nueve de la mañana y Emily no se había despertado. Preocupada por lo que le podía haber pasado -porque ella era siempre muy madrugadora- Marge entró en su habitación y la encontró despierta, mirando al techo como una mujer que acababa de morir y nadie había tenido la gentileza de cerrarle los párpados.Comprensiva de lo que debía estar atravesando, y que tanto le costaría procesar, se sentó a su lado, contra el borde de la cama.—¿Quieres que te prepare algo? ¿O te traigo un croissant de mermelada?Los ojos de Emily, fijos en el techo como los de una poseída, se giraron para penetrar en los más hondo de la mirada de su amiga.&