FaithNoah vino furioso hasta mi tomando mi brazo y jalándome hasta la casa, no tuve ninguna reacción, no tenía sentido negarlo cuando ellos creerían lo que querían.—¡Noah, suéltala! —le pidió su prometida viniendo tras nosotros —Ella no es la única culpable, Jake era quien la tenía acorralada, no sabemos si...—¡No la defiendas! Estoy harto de esta situación —entramos a la casa deteniéndose en la zona donde mis padres se levantaron confundidos al ver cómo mi hermano me traía, me soltó como si mi tacto le quemara —pregúntenle a su hija qué estaba haciendo Lauren apareció con Jake atrás, este último pidiéndole que lo perdonara que había sido mi culpa. Me mantuve erguida mirando a las dos personas frente a mí que pasaban sus ojos de Jake a mi, seguramente cuestionándose si hija había sido capaz de volver a hacer lo mismo.—Hizo lo mismo otra vez papá —lloró señalándome —¿Por qué te empeñas tanto en querer quitarme a mi esposo? ¿No ves que está casado conmigo? ¡Basta, estoy cansada de
Faith Me aparté de su pecho para poder mirarlo dudosa sin saber a qué se estaba refiriendo. —Si tú lo deseas puedo investigar qué sucedió, tengo el poder y los contactos necesarios para volver a ese día. Sólo necesito tu consentimiento y tu colaboración al brindarme los nombres de los sitios y las fechas.Limpié mis lágrimas con la esperanza resurgiendo en mi ser, sintiéndome preparada para enfrentar lo que me atormentaba y poder demostrar mi inocencia. Porque si de algo estaba segura es que era inocente. —¿Harías eso por mi? —pregunté en un hilo de voz —Haría lo que fuera por ti, Faith —me lancé a sus labios conmocionada con todo, cerré mis ojos disfrutando del placer que me daban sus labios y en la manera tan instantánea de corresponderme de la misma manera, su mano se aferraba a mi cintura y su lengua acariciaba la mía en un perfecto compás. —Tengo mucho qué agradecerle esta noche, señor McConnell —murmuré contra su boca.—Demasiado, y aún no olvido el asunto de tu noviecito —
Faith Desperté sintiendo sus enormes brazos rodear mi cintura, con sumo cuidado me deshice de ellos para apresurarme al baño a vaciar mi estómago, desde que me desmayé en la empresa he quedado débil y teniendo algunos episodios de mareos y náuseas. Debía ir al médico a chequearme, el estrés me mataría si seguía tan descuidada como siempre. Lavé mi boca llenándola de pasta mentolada queriendo eliminar ese horrible sabor de mi boca. Siempre que me encontraba bajo tanta presión me pasaban este tipo de cosas, mi cuerpo se debilitaba, mi estómago no resistía la mayoría de las comidas o no me daba hambre, y mi cabeza sufría unos espantosos dolores de cabeza. —¿Estás bien? —preguntó con voz adormilada apareciendo por el marco de la puerta sin tener pudor alguno por su desnudez. Asentí con mi cabeza escupiendo la espuma en lavado. —Si —No lo parece —torció su gesto —estás pálida. —Vomité un poco, nada de qué preocuparse. —¿Segura? —Si, el estrés me pone de esta manera. —Y la depresió
Faith —Solo si bailamos la próxima canción —propuse cuando escuché que la que sonaba estaba a punto de terminar. —No, yo no bailo. —Ven —tomé de la mano jalándolo a la pista —no seas aburrido. —Sabes que soy de todo menos aburrido —rodeó mi cintura pegándome a él para inclinarse a tomar nuevamente mis labios. Baila Conmigo de Tiesto sonó por los altavoces, me alejé de él sonriéndole con picardía mientras mi cuerpo comenzaba a moverse, sus ojos me seguían, sus manos tomaron mis caderas cuando le di la espalda para pegar mi cuerpo al suyo sin dejar de bailar, sentía su desesperación y le letra de la canción no es como que ayudara mucho, mi imaginación voló trayendo a mi cabeza todos los momentos candentes vividos a su lado. —Me estás torturando, Faith —susurró en mi oído mordiendo el lóbulo de este. —Calma, sólo un rato más. Para mi sorpresa no volvió a insistirme, me dejó bailar alrededor de su cuerpo logrando contagiarlo un poco y acompañarme en algunas canciones. Cuando volv
Faith Cuando llegamos a nuestro destino nos registramos en el hotel que se encontraba sobre el agua turquesa, el viento agitaba mi cabello y las ganas de adentrarme al paraíso de la isla eran enormes. Dejé mi bolso sobre la cama y me apresuré hacia el balcón dejando que la pureza del lugar invadiera mis fosas nasales, el aire se sentía diferente al de las ciudades, ver el azul del cielo combinar con el color del mar era digno de admirar. —¿Te gusta? —preguntó él llegando a abrazarme por la espalda y descansar su mentón en mi hombro. —Me encanta, es lugar tan hermoso. —¿Ya habías venido aquí? —Si, mi familia tenía de tradición salir todos los veranos, cada año era un destino diferente —comenté trayendo recuerdos de todos los lugares que visité —diría que este lugar y Santorini son mis sitios favoritos. —Si, son hermosos pero tanto como tú —murmuró dejando un beso en mi mentón y apartarse para servirse algo de la bebida en una de las mesas. —Tienes una bonita labia, debo decirlo
Faith Al llegar a la ciudad todo se sintió tan diferente, el llegar a mi apartamento de nuevo a la soledad a la que tanto le huía, al tener el valor de ver lo que decían de mí en las revistas como la novia de Aiden Wells, segmentos enteros discutiendo quién era mejor si Isabella Ramos o yo. Una total estupidez.Tenía varios mensajes de distintas revistas queriendo entrevistarme, de personas comentando lo bonita que era y entre esos también mensajes de gente odiándome sin ninguna razón.Una llamada de mamá me interrumpió y decidí descolgarla para que dejara de molestar. —¿Qué quieres mamá? —pregunté de mala gana mientras le daba un sorbo a mi café.—Hablar contigo, cariño. Por favor no vayas a colgar, dinos dónde estás e iremos a verte. Hablar con ellos era lo último que quería en este momento.—No quiero hablar, mamá y quiero que respeten eso. Sigan sus vidas tal y como la llevaban, sigan con la imagen de ser lo peor de la familia que yo no quiero saber nada de ustedes. Estaba si
FaithLo vi sentarse de golpe en uno de los sofás pasándose la mano repetidas veces por su cabello, mientras yo no sabía ni cómo pararme, esto era malo, la amenaza que lanzó su esposa no creía que fuera una broma. —Ni siquiera lo piensas —me cortó cuando abrí mi boca para hablar —no voy a seguir cediendo ante sus amenazas. Estoy harto de esta situación. —Mattew... —me acerqué a él sentándome a su lado y pasar mi mano por su espalda en una caricia. —Ambos sabemos que lo mejor es que nos distanciemosSacudió su cabeza volteándome a ver con severidad. —No voy a ceder, ya lo dije. —Pero dijiste que si los secretos de tu familia salían a la luz estarían arruinados, incluido tú.Se apartó para caminar al mini bar y servirse un trago de whisky, de golpe se lo tomó mientras clavaba la mirada en el jardín del lugar. Era claro que esto no iba a durar para siempre por mucho que ambos lo quisiéramos, pero en esto habían terceros que obviamente no estaban dispuestos a perder, Giorgia tenía un
Faith Me desperté antes que él lo hiciera, me apresuré a bañarme y a vestirme adecuadamente, un traje verde esmeralda y unos tacones negros serían lo que usaría este día. Él aún estaba dormido, después de todo el alcohol que ingirió ayer era razonable. Mi mano ardía ante la prisa de escribir en una nota lo que no me atrevía a decirle en persona, no quería estar ahí para cuando él despertara. La dejé sobre el buró donde permanecía su celular, salí de la habitación y en silencio bajé las escaleras. Desayunaría de camino a la empresa, tomé los documentos necesaria para salir de casa. Mi corazón seguía oprimido arrepintiéndose a ratos por la decisión pero mi cerebro se encargaba de recordarme que era lo mejor y que no debían existir dudas en mi. Mientras conducía mis pensamientos evocaron lo escrito en el papel. "Querido Mattew, vivir toda esta aventura a tu lado ha sido lo mejor de mi vida, aunque no la más correcta, tu pasión me llenó de vida, el sólo evocar los recuerdos de cómo n