Faith Desperté sintiendo sus enormes brazos rodear mi cintura, con sumo cuidado me deshice de ellos para apresurarme al baño a vaciar mi estómago, desde que me desmayé en la empresa he quedado débil y teniendo algunos episodios de mareos y náuseas. Debía ir al médico a chequearme, el estrés me mataría si seguía tan descuidada como siempre. Lavé mi boca llenándola de pasta mentolada queriendo eliminar ese horrible sabor de mi boca. Siempre que me encontraba bajo tanta presión me pasaban este tipo de cosas, mi cuerpo se debilitaba, mi estómago no resistía la mayoría de las comidas o no me daba hambre, y mi cabeza sufría unos espantosos dolores de cabeza. —¿Estás bien? —preguntó con voz adormilada apareciendo por el marco de la puerta sin tener pudor alguno por su desnudez. Asentí con mi cabeza escupiendo la espuma en lavado. —Si —No lo parece —torció su gesto —estás pálida. —Vomité un poco, nada de qué preocuparse. —¿Segura? —Si, el estrés me pone de esta manera. —Y la depresió
Faith —Solo si bailamos la próxima canción —propuse cuando escuché que la que sonaba estaba a punto de terminar. —No, yo no bailo. —Ven —tomé de la mano jalándolo a la pista —no seas aburrido. —Sabes que soy de todo menos aburrido —rodeó mi cintura pegándome a él para inclinarse a tomar nuevamente mis labios. Baila Conmigo de Tiesto sonó por los altavoces, me alejé de él sonriéndole con picardía mientras mi cuerpo comenzaba a moverse, sus ojos me seguían, sus manos tomaron mis caderas cuando le di la espalda para pegar mi cuerpo al suyo sin dejar de bailar, sentía su desesperación y le letra de la canción no es como que ayudara mucho, mi imaginación voló trayendo a mi cabeza todos los momentos candentes vividos a su lado. —Me estás torturando, Faith —susurró en mi oído mordiendo el lóbulo de este. —Calma, sólo un rato más. Para mi sorpresa no volvió a insistirme, me dejó bailar alrededor de su cuerpo logrando contagiarlo un poco y acompañarme en algunas canciones. Cuando volv
Faith Cuando llegamos a nuestro destino nos registramos en el hotel que se encontraba sobre el agua turquesa, el viento agitaba mi cabello y las ganas de adentrarme al paraíso de la isla eran enormes. Dejé mi bolso sobre la cama y me apresuré hacia el balcón dejando que la pureza del lugar invadiera mis fosas nasales, el aire se sentía diferente al de las ciudades, ver el azul del cielo combinar con el color del mar era digno de admirar. —¿Te gusta? —preguntó él llegando a abrazarme por la espalda y descansar su mentón en mi hombro. —Me encanta, es lugar tan hermoso. —¿Ya habías venido aquí? —Si, mi familia tenía de tradición salir todos los veranos, cada año era un destino diferente —comenté trayendo recuerdos de todos los lugares que visité —diría que este lugar y Santorini son mis sitios favoritos. —Si, son hermosos pero tanto como tú —murmuró dejando un beso en mi mentón y apartarse para servirse algo de la bebida en una de las mesas. —Tienes una bonita labia, debo decirlo
Faith Al llegar a la ciudad todo se sintió tan diferente, el llegar a mi apartamento de nuevo a la soledad a la que tanto le huía, al tener el valor de ver lo que decían de mí en las revistas como la novia de Aiden Wells, segmentos enteros discutiendo quién era mejor si Isabella Ramos o yo. Una total estupidez.Tenía varios mensajes de distintas revistas queriendo entrevistarme, de personas comentando lo bonita que era y entre esos también mensajes de gente odiándome sin ninguna razón.Una llamada de mamá me interrumpió y decidí descolgarla para que dejara de molestar. —¿Qué quieres mamá? —pregunté de mala gana mientras le daba un sorbo a mi café.—Hablar contigo, cariño. Por favor no vayas a colgar, dinos dónde estás e iremos a verte. Hablar con ellos era lo último que quería en este momento.—No quiero hablar, mamá y quiero que respeten eso. Sigan sus vidas tal y como la llevaban, sigan con la imagen de ser lo peor de la familia que yo no quiero saber nada de ustedes. Estaba si
FaithLo vi sentarse de golpe en uno de los sofás pasándose la mano repetidas veces por su cabello, mientras yo no sabía ni cómo pararme, esto era malo, la amenaza que lanzó su esposa no creía que fuera una broma. —Ni siquiera lo piensas —me cortó cuando abrí mi boca para hablar —no voy a seguir cediendo ante sus amenazas. Estoy harto de esta situación. —Mattew... —me acerqué a él sentándome a su lado y pasar mi mano por su espalda en una caricia. —Ambos sabemos que lo mejor es que nos distanciemosSacudió su cabeza volteándome a ver con severidad. —No voy a ceder, ya lo dije. —Pero dijiste que si los secretos de tu familia salían a la luz estarían arruinados, incluido tú.Se apartó para caminar al mini bar y servirse un trago de whisky, de golpe se lo tomó mientras clavaba la mirada en el jardín del lugar. Era claro que esto no iba a durar para siempre por mucho que ambos lo quisiéramos, pero en esto habían terceros que obviamente no estaban dispuestos a perder, Giorgia tenía un
Faith Me desperté antes que él lo hiciera, me apresuré a bañarme y a vestirme adecuadamente, un traje verde esmeralda y unos tacones negros serían lo que usaría este día. Él aún estaba dormido, después de todo el alcohol que ingirió ayer era razonable. Mi mano ardía ante la prisa de escribir en una nota lo que no me atrevía a decirle en persona, no quería estar ahí para cuando él despertara. La dejé sobre el buró donde permanecía su celular, salí de la habitación y en silencio bajé las escaleras. Desayunaría de camino a la empresa, tomé los documentos necesaria para salir de casa. Mi corazón seguía oprimido arrepintiéndose a ratos por la decisión pero mi cerebro se encargaba de recordarme que era lo mejor y que no debían existir dudas en mi. Mientras conducía mis pensamientos evocaron lo escrito en el papel. "Querido Mattew, vivir toda esta aventura a tu lado ha sido lo mejor de mi vida, aunque no la más correcta, tu pasión me llenó de vida, el sólo evocar los recuerdos de cómo n
Faith Daba vueltas por todo el lugar supervisando los últimos detalles de la decoración, en unas horas se llevaría a cabo el desfile con el que se inauguraría el cambio de nombre y presidenta de la marca. Los anuncios de la nueva aroma femenina que combinaba varias esencias se desplegaban por el lugar, así como las muestras. En este evento estaban invitados influéncers, personas de la élite, en su mayoría mujeres, accionistas e inversionistas. Sobre la plataforma aún ensayaban las modelos siguiendo las instrucciones de los encargados de ellas, algunos diseñadores se encontraban tras bambalinas dando el último retoque a los accesorios que se usarían y los estilistas que comenzaban a llegar. —No es necesario que siga aquí, señorita Faith —la decoradora se acercó sin dejar de observar el iPad de sus manos —como has podido observar todo está hecho bajo todo lo estipulado y lo que faltan sólo son pequeños detalles, nada por qué preocuparse.La miré indecisa pero al ver la hora tuve qu
Faith Mi cuerpo me falló, una vez más fui seducida por la tentación. Mis labios reclamaron los suyos, sintiendo esa necesidad de sentirlo, de probarlo. ¿Lo extrañaba? Si, estas noches no salió de mis sueños, recordando lo que era tenerlo a mi lado, a sus manos tocar mi cuerpo, tener sus besos por todo él, sentir el éxtasis y provocar el suyo. —Lo ves, Faith, por mucho que luches tu cuerpo me pertenece, sólo mira como me reclama y cómo quieres que te vuelva a follar —susurró acariciando mi trasero y bajando su boca a mi escote, el miedo a que alguien más nos viera se apoderó de mi. —Matt, aléjate, alguien podría vernos. —¿Y qué importa? Que todos sepan a quien le perteneces, quien es el que te folla todas las noches, a quien es que deseas...—Y a quién es que quiero —terminé por él sintiendo las lágrimas asomarse por mis ojos, él de inmediato se apartó mirándome sorprendido y quedándose como una estatua. —Faith...—Si, señor Senador, perdí en este juego y es por eso que decidí ret