Faith—Estás casado, Mattew. No puedes darme lo que yo quiero —declaré con firmeza, no iba a ser la típica amante que exigía más de lo que le ofrecieron. —Cuando iniciamos esto dejamos en claro que era por mero placer. —Lo recuerdo, es solo que... —hizo una mueca —aún no quiero que esto acabe pero tampoco quiero seguir compartiéndote, no cuando sabía que durante este tiempo sólo fuiste mía. —Claro, entiendo. Esto se trata más de tu hombría —dije hastiándome del tema, me sentía hostigada y las ganas de salir corriendo lejos de los dos cada segundo se volvían más grandes. —No, Faith. No sé con qué tipo de hombre te has mantenido toda tu vida para que pienses de esa forma —me dio la espalda mirando hacia el inmenso jardín que se veía desde el ventanal de cristal de la estancia —Y tienes razón, no volveré a tocar el tema. Si lo prefieres podemos hacer cómo si esto nunca se dijo y si te hace sentir mejor incluso podemos fingir que lo qué pasó entre nosotros no fue más que una simple fan
Faith —Mi decisión no sólo se basa en ese beso, empezaste a salir de mi corazón cuando preferiste ir con tus amigos, y sí, sé que te lo he reprochado anteriormente pero es que en realidad eso me dolió bastante, pasé toda la noche llorando sintiéndome estúpida y pregúntame si es que no era suficiente para ti como para extrañarme, toda esta casa que ahora está llena de flores esa noche habían velas y pétalos esparcidos por todos lados, preparé la cena y me compré un bonito atuendo. Para esto mis mejillas estaban mojadas recordando el dolor de esa noche, mi pecho dolía y llegué a un punto en el que sentía que el aire me faltaba, cosas así no se podían olvidar fácilmente. —Perdóname, mi amor, pero es que estaba estresado y...—Y yo era una carga para ti, entiendo —lo interrumpí —ahora ya puedes salir con tus amigos libremente sin inventar excusas, ya puedes liarte con la que más te convenga. —¡No! Estas dándole otro sentido a mis palabras, tú nunca has sido una carga para mi.—Tus acc
Faith La suave brisa de la mañana golpeaba mi rostro mientras mantenía fija la mirada en el azul del mar, permanecía calmado, a penas y había oleaje, el sol brillaba y el cielo estaba despejado. Un buen día para dar un paseo en yate, o eso dijo mamá cuando fue a despertarme hace una media hora. Me había vestido con un traje de baño de dos piezas en color amarillo con un pareo cubriéndome el cuerpo, un sombrero y los lentes de sol, mientras menos contacto visual hacía era mejor. Mi teléfono permanecía en modo avión, no quería que absolutamente nada ni nadie interrumpiera mi paz, o la que aparentaba tener aquí. Aunque si seguía ignorando a todos si lograría mantener mi serenidad. —¡Faith! —el llamado de mamá me hizo alejarme del balcón y bajar al primer piso donde una mesa llena de comida aguardaba, todos se encontraban en ella. —Toma asiento, cariño —papá señaló las únicas sillas libres, una al lado de Jake y la otra junto a Hailey, preferí la segunda.—Daremos un paseo en el yate
Faith—Oh, pero estás presumiendo su éxito no él tuyo, hermanita. —No, sólo resalté que no era cualquier asistente —y próximamente mi socio, pensé al recordar que se ofreció con lo de mi empresa. —No está mal —comentó mamá —¿Y cómo es él cómo jefe? Se dicen muchas cosas de él, a demás de lo mucho que cuesta lograr tener una cita con él. —Es estricto y exigente como cualquier buen jefe. —Y parece que lo conoces muy bien, todos en el compromiso de Becca se preguntaron por qué había llegado contigo y no con su esposa —soltó Lauren —Más allá de ser mi jefe pues no, y no tengo ni la menor idea de lo que sucede en su vida privada. —Se rumorean muchas cosas —¿Y por qué están tan interesados con mi jefe? ¿Quieren alguna cita o algo? —pregunté al notar que todos estaban con demasiado interés de saber de él. —De hecho si —comenzó mamá —tu papá necesita algunos permisos y pensamos en qué tal vez tú nos podrías ayudar a concertar una cita con él. —¿Qué hay del señor Baker? ¿No los puede
FaithNoah vino furioso hasta mi tomando mi brazo y jalándome hasta la casa, no tuve ninguna reacción, no tenía sentido negarlo cuando ellos creerían lo que querían.—¡Noah, suéltala! —le pidió su prometida viniendo tras nosotros —Ella no es la única culpable, Jake era quien la tenía acorralada, no sabemos si...—¡No la defiendas! Estoy harto de esta situación —entramos a la casa deteniéndose en la zona donde mis padres se levantaron confundidos al ver cómo mi hermano me traía, me soltó como si mi tacto le quemara —pregúntenle a su hija qué estaba haciendo Lauren apareció con Jake atrás, este último pidiéndole que lo perdonara que había sido mi culpa. Me mantuve erguida mirando a las dos personas frente a mí que pasaban sus ojos de Jake a mi, seguramente cuestionándose si hija había sido capaz de volver a hacer lo mismo.—Hizo lo mismo otra vez papá —lloró señalándome —¿Por qué te empeñas tanto en querer quitarme a mi esposo? ¿No ves que está casado conmigo? ¡Basta, estoy cansada de
Faith Me aparté de su pecho para poder mirarlo dudosa sin saber a qué se estaba refiriendo. —Si tú lo deseas puedo investigar qué sucedió, tengo el poder y los contactos necesarios para volver a ese día. Sólo necesito tu consentimiento y tu colaboración al brindarme los nombres de los sitios y las fechas.Limpié mis lágrimas con la esperanza resurgiendo en mi ser, sintiéndome preparada para enfrentar lo que me atormentaba y poder demostrar mi inocencia. Porque si de algo estaba segura es que era inocente. —¿Harías eso por mi? —pregunté en un hilo de voz —Haría lo que fuera por ti, Faith —me lancé a sus labios conmocionada con todo, cerré mis ojos disfrutando del placer que me daban sus labios y en la manera tan instantánea de corresponderme de la misma manera, su mano se aferraba a mi cintura y su lengua acariciaba la mía en un perfecto compás. —Tengo mucho qué agradecerle esta noche, señor McConnell —murmuré contra su boca.—Demasiado, y aún no olvido el asunto de tu noviecito —
Faith Desperté sintiendo sus enormes brazos rodear mi cintura, con sumo cuidado me deshice de ellos para apresurarme al baño a vaciar mi estómago, desde que me desmayé en la empresa he quedado débil y teniendo algunos episodios de mareos y náuseas. Debía ir al médico a chequearme, el estrés me mataría si seguía tan descuidada como siempre. Lavé mi boca llenándola de pasta mentolada queriendo eliminar ese horrible sabor de mi boca. Siempre que me encontraba bajo tanta presión me pasaban este tipo de cosas, mi cuerpo se debilitaba, mi estómago no resistía la mayoría de las comidas o no me daba hambre, y mi cabeza sufría unos espantosos dolores de cabeza. —¿Estás bien? —preguntó con voz adormilada apareciendo por el marco de la puerta sin tener pudor alguno por su desnudez. Asentí con mi cabeza escupiendo la espuma en lavado. —Si —No lo parece —torció su gesto —estás pálida. —Vomité un poco, nada de qué preocuparse. —¿Segura? —Si, el estrés me pone de esta manera. —Y la depresió
Faith —Solo si bailamos la próxima canción —propuse cuando escuché que la que sonaba estaba a punto de terminar. —No, yo no bailo. —Ven —tomé de la mano jalándolo a la pista —no seas aburrido. —Sabes que soy de todo menos aburrido —rodeó mi cintura pegándome a él para inclinarse a tomar nuevamente mis labios. Baila Conmigo de Tiesto sonó por los altavoces, me alejé de él sonriéndole con picardía mientras mi cuerpo comenzaba a moverse, sus ojos me seguían, sus manos tomaron mis caderas cuando le di la espalda para pegar mi cuerpo al suyo sin dejar de bailar, sentía su desesperación y le letra de la canción no es como que ayudara mucho, mi imaginación voló trayendo a mi cabeza todos los momentos candentes vividos a su lado. —Me estás torturando, Faith —susurró en mi oído mordiendo el lóbulo de este. —Calma, sólo un rato más. Para mi sorpresa no volvió a insistirme, me dejó bailar alrededor de su cuerpo logrando contagiarlo un poco y acompañarme en algunas canciones. Cuando volv