Cassandra Morgan
Observo el teléfono fijamente como si el fuera a darme la respuesta, habían pasado los tres días que Dominic me había dado y yo los sentía como una eternidad dada las circunstancias, no he respondido a las llamadas de mi abuela, mandé a Mylie a que le dijera que estaba muy ocupada y que después le devolvía la llamada, no tenía mente para pensar en que no pude cerrar el trato y que tampoco he conseguido un esposo, es tan difícil pensar en casarme con alguien a quien no amo, desde luego que me siento mal porque Armando se haya marchado.
Estos días que han pasado me han hecho pensar muchas cosas, una de ellas es que hice mal para que el me dejara, no tengo la respuesta aún, el desánimo ha teñido mis días y aún no se que hacer, además de buscar un buen pretendiente, no puedo casarme con cualquiera, los medios investigarán hasta el color de ropa interior que use la persona que se case conmigo y desde luego que investigarán el porqué no me casé con Armando, cualquiera podría darse cuenta de la farsa si investigan un poco.
Por suerte nadie más lo sabe, solo mi abuela, Mylie y... ese idiota, definitivamente debo hacer que cierre el pico, aunque es muy poco probable poder hacerlo, tengo poder aquí pero el también, no me topo con una persona cualquiera y eso es lo que me preocupa.
Que pueda decirle algo a los medios, no podría hacerle nada pero me comerán viva si se enteran que Armando se fue, allí creerán que no habrá boda y por un lado podré cancelarla pero por otro no tendré de otra que aguantar todo lo que vendrá con ello.
—¿Seguirás viendo el teléfono sin hacer nada? Llamalos.
Suelto un suspiro cansado y busco el numero de Thomas, uno de mis tantos pretendientes, tal vez el acepte la propuesta de casarse conmigo por un año tan siquiera, el es de clase alta por lo que no habrá ningún problema.
—¿Si?
—Hola Thomas, buenas tardes.
Mi nerviosismo no se percibe en mi voz pero Mylie si puede notarlo.
¿Por qué estás cosas tienen que pasarme a mi?
—Cassandra, no esperaba tu llamada ¿Como estás?—su voz es suave, igual que siempre.
—Estoy bien Thomas pero necesito un favor, uno muy grande—admito esperando que podamos reunirnos.
—¿En que puedo ayudarte?
—Tengo que hablar contigo en persona, ¿Estás libre esta noche?—cruzo los dedos para que diga que si.
—Lo siento Cassandra, esta noche tengo una cena con mi novia—cierro los ojos con fuerza al escucharlo.
¿Novia? ¿En qué momento?
—Vale, no hay problema. Nos veremos en otro momento.
—Hasta luego—corta la llamada y Mylie suspira al ver mi expresión.
—¿Que otras opciones tienes?
—Solo una más—me quejo buscando el contacto de mi amigo italiano, Alessandro es un empresario estrella en Italia, sin embargo somos muy buenos amigos, hace mucho tiempo que me pretende y es una muy buena opción.
Luego de dos tonos contesta.
—Principessa.
—¿Cómo estás querido?—interrogo más tranquila, Alessandro y yo tenemos una confianza increíble.
—No tan bien como tu ¿A que debo el honor?—río al notar lo mucho que me conoce.
—Necesito un favor—una risa divertida se escucha al otro lado de la línea.
—Cuéntame principessa.
—Necesito que te cases conmigo por al menos un año—declaro y escucho una tos al otro lado de la línea, espero unos segundos a que se calme y cuando lo hace Mylie quien ha estado escuchando todo sonríe.
—¿Qué?
—Si, ¿recuerdas a mi prometido Armando?—pregunto y el bufa.
—Desgraciadamente.
—Pues se ha ido del país y no puedo cancelar la boda—admito rogando que acepte, ya no tengo más opciones.
—¿Te ha dejado ese imbecille?
Suspiro tratando de no volver a mis recuerdos o me pondré a llorar.
—Si, pero no es el punto, ¿Puedes ayudarme?—miro a mi amiga quien está igual de ansiosa que yo.
—Quisiera poder ayudarte Principessa pero sabes que no comparto el matrimonio sin amor, además de que recientemente visite París con una amiga y he salido por todas las redes, sabes como son.
Gruño frustrada y el suspira.
—Lo siento mucho.
—No hay problema Sandro, seguiré buscando una solución.
—¿Puedo aconsejarte?—pregunta en voz baja.
—Sabes que si.
—Cancela la boda—mis ojos se llenan de lágrimas—Un matrimonio sin amor solo te traerá disgustos.
—Gracias Alessandro, pero debo hacer esto.
—Ciao Principessa.
Cuelgo la llamada y Mylie al ver que estoy a punto de llorar me abraza.
Ya no tengo más opciones.
No se que hacer.
Me levanto luego de unos minutos limpiando mis lagrimas y me dirijo a mi habitación, me meto a la ducha para arreglarme e irme a la empresa, tengo algunas cosas que hacer.
Al salir me cambio con un vestido de tirantes negro, unos medias del mismo color y unos tacones, me pongo algunos accesorios sencillos y tomo mi teléfono.
Ni ganas de maquillarme tengo. Después de todo, no es como si alguien fuera a notar que no llevo maquillaje, me encerrare en la oficina como siempre ignorando a todos.
Al bajar las escaleras escucho mi teléfono sonar, al ver la pantalla noto que es un número desconocido.
Frunzo el ceño tomando la llamada y la voz a través de la línea me deja en trance.
—Señorita Morgan ¿Ha tomado una decisión?
Y es aquí donde me pregunto que hice mal en esta vida.
Cassandra Morgan Puedo decir con certeza que los treinta segundos que transcurrieron en la llamada fueron los más tensos de toda mi vida, nunca he sido una persona indecisa, mucho menos insegura, pero en este momento no sé que hacer, aún así decido lanzarme al vacío, esta vez sin paracaídas porque no tengo un plan concreto con el cual protegerme. Tengo que pensar en algo rápido, es primera vez que alguien va delante de mi, no puedo permitir que eso pase porque si no terminaré perdiendo en este juego que ni siquiera ha iniciado. Al colgar el teléfono Mylie parece saber que algo pasa, porque me he tardado más de la cuenta, ella aparece con una expresión confusa al verme parada en las escaleras, no obstante, me quedo unos segundos procesando todo y sin decir palabra alguna termino de bajar para salir de la casa. Me subo en el auto y antes de encenderlo mi móvil suena alertandome de un mensaje, al revisarlo no es nada más que la dirección del lugar donde nos reuniremos, siento que el
Cassandra Morgan El tiempo parece pasar en cámara lenta los últimos días, después de la reunión con Dominic en el café me dediqué por completo a mi boutique, siempre me la he pasado trabajando dado que lo que más me apasiona hacer es diseñar, claro que tengo mis momentos de descanso pero antes de que Armando se fuera mis días libres eran para pasarlos con el, por lo que ahora prefiero mantener la mente ocupada para no pensar en ello.Lo que el me ha hecho ha sido un golpe bajo a mi autoestima, también a mi forma de ver el amor, dado que aunque quiera fingir que no pasa nada, me duele en lo más profundo de mi corazón su traición, porque cuando confías en una persona no esperas que de un momento a otro desaparezca sin darte una explicación, aunque dicen que el amor es ciego.Talvez fui lo suficientemente ciega como para creer que todo estaba bien cuando no era así, me dejé llevar por el amor que sentía por el y ese mismo amor termino dándole la vuelta a la tortilla dejándome sola.Porq
Cassandra Morgan Al ingresar al comedor los nervios me atacan dado que aunque no sea la primera vez que me pidan matrimonio, a diferencia de la vez pasada, esta vez estoy muy consciente de lo que pasara, el circo que estamos armando no me gusta ni un poco, odio las mentiras y todas estas personas estarán bajo una con la ilusión de que el heredero de todo el imperio Laurent por fin siente cabeza.He investigado muchas cosas sobre el, no puedo decir que es un mujeriego, pero tampoco que no haya tenido unas cuantas relaciones. Me aferro al brazo de Dominic antes de que ambos nos sentemos frente a nuestras familias, mi abuela no me dirigió la palabra desde que llegó, claramente quiere ver con sus propios ojos que he escogido un buen candidato para la boda, aunque su actitud es un poco excesiva.—Familia, primero que nada les doy la bienvenida. —Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos primo—saluda una de las chicas, tiene el cabello castaño claro y unos bonitos ojos café, su afirmaci
Cassandra Morgan Despierto sintiéndome adolorida, por suerte la habitación está oscura por lo cual no me es difícil abrir los ojos, el dolor de cabeza que me cargo es fenomenal, algo que no me sorprende dada la cantidad de alcohol y de llanto que tuve anoche, sinceramente no esperaba tener que sincerarme con Christian, aunque si planee contarle, no espere que fuera de esa manera tan patética.Sin contar que Dominic me vio llorar.¿Como podré verle la cara ahora? No puedo ni imaginarme que imagen tendrá de mi ahora que ha visto mi lado vulnerable y no el que lo puede insultar si es necesario.—¡Ahhh! ¿Ahora qué voy a hacer?Como si quisiera responderme mi teléfono suena haciendo que gruña, no quiero ir a trabajar, estos días no he hecho nada más que eso y lidiar con todo esto.—¿Quien?—digo bruscamente al tomar la llamada sin siquiera fijarme quien es.—Buenos días para ti también, cielo. La voz de Dominic me hace espabilarme, hago una mueca recordando la vergüenza de anoche.—¿Que s
Cassandra MorganHan pasado solo dos días desde la rueda de prensa, decir que estoy bien sería mentir descaradamente, en estos dos días no he salido de casa, las redes están a explotar con la noticia y por todos lados está el titular "Reconocida diseñadora cambia de marido"Todos lo mencionan. Intente salir a la calle la mañana siguiente y los periodistas estaban fuera de mi casa. Justo en este momento desearía ser una persona invisible para los medios, que a nadie le importara si le pongo los cuernos a alguien o si me los ponen a mi, pero yo, al nacer en la familia Morgan no puedo escapar de la fama, por lo menos no dentro del país. Puede que en otros países no sea tan reconocida, pero por medio de las redes sociales si lo soy.Aun así, sabía que esto pasaría, no tenía dudas de que esto que estaba haciendo era una bomba que en cualquier momento explotaría, sin embargo días antes de mi boda esperaba tener un poco de tranquilidad tan siquiera para poder ir a la boutique y asegurarme qu
Dominic LaurentUna semana. Una semana es lo que falta para la boda, el tiempo ha pasado demasiado rápido, aún más con mil cosas que hacer para que la boda quede perfecta, porque entre los invitados de nuestra boda estarán nada más y nada menos que el presidente de Francia junto a su familia, también vendrán algunos ministros, periodistas, diseñadores, de todo un poco dado que ambos, tanto Cassandra como yo al ser famosos aquí, todos buscan asistir al evento, desde que salió el comunicado de prensa, las redes explotaron, sabia desde el principio que la historia anterior de Cassandra le afectaría en todo sentido.Aún más cuando se supone que el tipo ni siquiera ha dado señales de vida, aunque si lo vemos desde el punto de vista de los periodistas, es mejor que no diga nada, si se atrevió a dejarla estoy seguro que intentaría manchar su nombre para limpiar el suyo, se nota que es una rata.Sin embargo decidí no pensar en lo mucho que le afecta eso a ella, si lo hago se pensará que me gu
Dominic Laurent El reloj parecía ir en cámara lenta mientras muevo mi pie de arriba abajo, estamos en el hospital más caro de toda Francia y del cual mi mejor amigo Simon es dueño, mi grupo de amigos se resume a Simon y Renaud, los tres hemos sido inseparables desde niños y su compañía en este momento me reconforta, sin embargo la culpa me carcome al desviar las llamadas de Cassandra, hoy iríamos a cenar con su abuela. Desde que la conocí me pregunté por sus padres, no he querido preguntar porque sería de mala educación, puede que tal vez no tenga una buena relación con ellos y por ello no me los haya presentado, sin embargo aún así me parece extraño, no pienso tocar el tema, mucho menos ahora, pero no puedo evitar silenciar el teléfono para no sentirme tan mal.No surge efecto claramente, y los chicos lo notan. Avelin fue a buscar a Noah, son las seis de la tarde, gracias a Dios Simon puede mover a su antojo todo en el hospital para que además de que nadie se entere, podamos hacer
Cassandra Morgan El tiempo pasó verdaderamente rápido, debo admitir que no esperé que la semana de la boda llegaría tan rápido, sin embargo después que el escándalo de que iba a casarme con otro hombre pasara, dije en mis redes sociales que Armando se había ido hace mucho tiempo y que no sabía nada de él, alegue que fue hace meses para que fuera más creíble, de todos modos las personas supieron que nada de eso fue mi culpa y ahora aman a Dominic, y son los únicos, la verdad que nuestra convivencia está en un punto intermedio.No es ni mala ni buena, como si solo existieramos haciendo lo necesario, ninguno tiene nada más fuera del trabajo, en su caso tiene su familia pero igualmente no es tan unido a ellos, los ama sin duda pero no es como si pase con ellos tan a menudo.Yo tengo la boutique, y mis empresas que cuidar, ahora, según mi abuela debo cuidarlo a el, porque aunque sea algo temporal igual será y debo actuar como una buena esposa, no solo frente a las cámaras. Sé que debe se