Con solo saber que cada día que pasa es uno menos que me falta para verla nuevamente, tomo fuerzas de donde no tengo para terminar este largo día de trabajo. Ya son cinco días lejos de ella y cada minuto que pasa me hace mucha más falta —Solo unos documentos más Gianluca. — Me dice Ignazio, quien es con quien estoy trabajando en todo esto.
—Va bene... pero date prisa que ya me quiero ir, es tardísimo— Le pido agotado y él prepara otros documentos. Mientras espero tomo mi móvil y veo la cantidad de mensajes que hay en mis redes sociales a causa de un video que subí ayer a mi Insta Story donde caminaba en albornoz alrededor de la piscina de la casa anoche.
《Esto se ha salido de control...》 Pienso al ver la cantidad de notif
Una semana que se convirtió en dos, y que después se convirtieron en tres. Los días han pasado de reunión en reunión. Se supone que no tendría que haberme demorado tanto, pero todo los cambios y nuevos proyectos que estamos arrancando con los hoteles ha hecho que todo fuera un poco más complejo.Este vuelo se me ha hecho eterno y es que no puedo esperar a verla, a abrazarla, a besarla. Me ha hecho tanta falta... Me ha tenido demasiada paciencia cada vez que le decía que aun no podía regresar; en vez de reprocharme, exigirme, o pedirme que me diera prisa, ella solo me decía que hiciera lo que debía hacer para cumplir con mis obligaciones y hacer lo mejor para la familia. Ha sido mi apoyo en cada día y ame leer sus comentarios en cada una de las fotos que he subido a las redes sociales en estos días, siempre me saco una sonrisa.
Tal como ella me lo ha pedido, le he dicho a Consuelo y Ángel que se tomaran la noche libre y que fueran a sus respectivas casas, o que hiciesen lo que quieran. No sé que se trae entre manos mi queridísima esposa, pero sé que lo más probable es que me encante. Una vez que me aseguro de que todos ya se han ido, regreso al gimnasio tal como me ha dicho, pero para mi sorpresa no está allí. Lo único que me encuentro es una nota que dice "Ve a la piscina".《Dije que me iba a gustar...》Hago todo el recorrido hacia la piscina y al llegar me la encuentro adentro de la misma sin traje de baño, cosa que por un lado me gusta, y por el otro me preocupa 《¿Y si la ven?》
—¿En qué piensas rubia? — Le pregunto mientras seguimos abrazados sobre esta tumbona bajo la luz de la luna.La miro detenidamente y al cruzarse su mirada con la mía, ella me lanza una preciosa sonrisa. —¿Cómo sabes que estaba pensando en algo? — Me cuestiona con asombro.Acaricio su silueta por encima de la toalla que la cubre y me sonrió ante su reacción —Te he aprendido a conocer muy bien guapa. No solo conozco tu cuerpo a la perfección, pero me he aprendido cada uno de tus gestos, de tus miradas, de tus sonrisas; he grabado en mi mente cada uno de tus detalles. — Le confieso.—Mmmm... pero que buena memoria tienes. — Murmura con una picara sonrisa mientras posiciona su cuerpo sobre el mío.
No sé qué hora es, pero unas manos masajeando mi espalda hacen que abra los ojos absorbiendo la luz del sol que se cuela por el enorme ventanal que hay en la habitación. —Amor, es hora de levantarnos de esta cama. — Dice colocando sus rodillas a cada lado de mi cuerpo y siguiendo con esos masajes tan relajantes.—Mejor no. — Respondo con una sonrisa.—Ya son las seis de la tarde... ——¿Y qué? Quedamos en que nos quedaríamos encerrados aquí toda la noche de anoche y todo el día de hoy y hasta mañana... — Le recuerdo de manera picara.—Eres insaciable nene, pero te aviso que hay un mundo allá afuera. — Bromea.Sin que ella s
Una vez que termino de acomodar mi corbata color negra que ella misma ha escogido, me siento en el sofá que hay en nuestra enorme habitación, y la espero. Mientras lo hago, reviso mis redes sociales y leo alguna que otra noticia que aparece en internet —Nene, ya estoy lista. — Informa mi esposa y automáticamente levanto mi vista.La veo salir del walking closet y básicamente me he quedado mudo. Vestido negro largo sin mangas ni tirantes, y un tajo que llega muy arriba en su pierna. Cabello recogido y zapatos haciendo juego. Vuelvo a mirarla de pies a cabeza mientras camino hacia ella —¡Pero qué preciosa luces! — Le halago sonriente y tomo una de sus manos para darle un beso.—¡Gracias! Tú también te ves muy guapo. — Comenta y acomoda el cuello de mi americana.—Rubia, no me has dicho de que es el coctel o lo que sea que vamos.
《Si las miradas mataran, probablemente ya estaría en mi ataúd siendo velado y supongamos que mi familia estaría llorando.》—Olivier, ¿Me disculpas? Necesito intercambiar unas palabras con mi esposo. — Explica ella poniendo su mejor sonrisa.《De acuerdo, creo que estoy en problemas.》 Pienso intentando no reírme.—Si por supuesto, ve tranquila bella. — Le dice y creo que lo voy a matar 《¿La ha llamado bella enfrente de mí? ¡Pero quien carajos se cree este tipo!》—¡Gracias! — Responde amablemente y luego me vuelve a mir
Estamos caminando hacia la casa mientras que nos vamos comiendo a besos en el camino de la limusina a la entrada. Sus manos intentan abrir la puerta de manera nerviosa mientras que las mías recorren su cuerpo. —Nene, así no puedo abrir la puerta. — Se queja entre risas.Sin soltar su cintura, tomo las llaves y termino de abrir la puerta. —Ahora sí, vamos... — Digo sobre su cuello.—Busca un champagne en la cocina. — Propone y la miro sorprendido.—¿De verdad? ¿Quieres tomar ahora? — Pregunto frustrado.Ella se ríe de mí y me besa. —Vamos lindo, no seas malo... trae la botella... — Insiste y definitivamente me convence.—Va bene, esp&eacu
El paisaje que observo al abrir mis ojos es maravilloso. Su cuerpo levemente cubierto por una sábana blanca tendido en la cama. Me pierdo en la forma de su figura y recorro cada rincón de ella con mi mirada. 《¡Vaya que tienes suerte amigo!》 Me grita mi subconsciente. En un mes será mi esposa bajo todas las leyes, pero sobretodo será mi esposa porque así lo hemos elegido nosotros. Cuanto más la miro, mas me acuerdo de cómo inicio todo. Ya llevamos varios meses juntos y las cosas han cambiado drásticamente.—Eres preciosa. — Susurro sin apartar mi mirada e intentando no hacer ruido me levanto de la cama. Me coloco un pantalón corto y salgo de la habitación., y es que me apetece mucho sorprenderla esta mañana llevándole el desayuno