Entramos a la fundación tomados de la mano, y al vernos, Valeria y las demás chicas que han coordinado el evento nos miran sonrientes.
—¡Hola Gianluca, bienvenido! — Saluda amablemente y correspondo con dos besos.
—Hola Valeria, ¿Cómo te encuentras? — Le pregunto después de saludarla y luego saludo a Cristina y Ana.
—Muy bien Gianluca, todo marcha sobre ruedas. — Me responde con entusiasmo.
—¡Qué bueno! — Tomo a mi esposa de la mano y la acerco a mí. —Permítanme presentarles a Arya, mi esposa. — Digo con orgulloso y cada una de ellas la saludan con entusiasmo presentándose como es debido.
—Gianluca, si quieres pueden dejar sus cosas en mi oficina mientras tanto. — Me ofrece Valeria y hago lo que me dice mientras Arya simplemente me entrega su suéter y su bolso para que los lleve y se queda convers
Después de haber pasado un tiempo maravilloso en la fundación, nos despedimos de todos y salimos. Tengo mi mano entrelazada con la suya, un gesto tan inocente, pero tan profundo. La observo con su mirada perdida en la nada mientras caminamos hacia el auto y por algún motivo esto llama mi atención —¿En qué piensas? — Pregunto sin poder aguantar más mi curiosidad.Sus ojos grises me miran con dulzura y luego de a poco una sonrisa se va dibujando en su rostro —Bueno, honestamente en varias cosas... ——¿Y cómo cuales? — Averiguo mientrasabro la puerta del auto y le ayudo a subir, doy la vuelta y me subo del lado del conductor. —¿Entonces? — Insisto una vez dentro del vehículo.—Pensaba en el cambio tan grande que ha dado mi vida en este último mes. — Me explica.—¿Reflexionando acerca de lo nuestro?
—¿Qué hacemos? ¿Nos vamos a casa o qué? — Le pregunto mientras que ambos acomodamos nuestra ropa.Mirándome de una manera bastante sensual, ella sonríe y se regresa al asiento del lado del pasajero —No creo que estemos para otra cosa que no sea ir a casa. — Responde sonriente.Intento no reírme de sus palabras, pero es bastante difícil. —No sé de que hablas... — Digo haciéndome el desentendido, aunque sé que habla de la manera que he roto su braga al intentar quitársela.—No me hagas hablar, que me pondré colorada y vamos a casa mejor. — Dice entre risas.—¿No estarás enfadada conmigo? ¿no? — Le pregunto solo por pura curio
Dos días después—¿Preparada para entrar a casa de mi familia como la legítima señora de Marín? Le pregunto mientras observo cómo termina de colocarse el vestido corto color rojo que invita a ser quitado.Ella me mira de manera tímida y sé que todo esto le da mucha vergüenza ya que prefiere que nadie sepa nada de lo que pasa puertas adentro de nuestra casa, pero ha aceptado en decirle a mi familia que este matrimonio ya no es uno donde fingimos ser felices. — Sí, estoy lista... con mucha vergüenza, pero allá vamos. — Responde y sabemos que esto también significa unir nuestros mundos.—No entiendo porque sientes tanta vergüenza, si es que a mi familia les has caído de maravilla cuando te conocieron, adem&aac
Un mes despuésUna nueva inauguración de hotel, un nuevo viaje, una nueva luna de miel… me encanta el sitio donde nos ha tocado viajar, Paris. La veo sentada en el asiento de primera clase de este avión y solo puedo apreciar lo feliz que se ve.—No tienes idea lo bonito que se siente verte sonreír de esa manera. — Le comento al oído para evitar que la auxiliar de vuelo que está cerca observándonos nos escuche.Su sonrisa se hace mucho más notoria, y esta vez es ella quien se acerca a mi oído. —Aunque no me creas, tú eres el responsable de esta sonrisa. — Anuncia de una manera bastante provocativa que solo me hace querer besarla.Vuelvo a su oído —Creo que eso se debe a lo mucho qu
Así como han sucedido todas las cosas entre los dos, pasa también que estamos en el aeropuerto de Paris, esperando un vuelo rumbo a Los Ángeles. Nunca la he visto tan triste como ahora y no tengo ni idea de que hacer, o que decirle para hacerle sentir mejor. Es claro que nada lo hará, su padre y único familiar ha muerto en un accidente de tránsito junto a la que era su esposa. La abrazo fuertemente mientras esperamos para abordar el avión y ella solo puede llorar mientras me aprieta con todas sus fuerzas.—Mi amor, no hay nada que te pueda decir que te haga sentir mejor, pero estoy aquí. — Le dejo saber y ella levanta su rostro para mirarme.Sus ojos están totalmente enrojecidos de tanto llorar —Gracias nene... — Me susurra y vuelve a abrazarme.&md
Una semana despuésDespués del entierro de su padre y de la esposa de él, las cosas no han ido a mejor. Ya no se qué hacer para intentar que sonría. Lo único que hace es encargarse de todos los asuntos legales y de trabajar en su oficina de la casa. Golpeo suavemente la puerta y al escuchar su señal para que entre, lo hago. La veo completamente concentrada mirando la pantalla del ordenador.—Buenos días, cariño, me desperté y no te vi en la cama... — Le digo mientras la abrazo desde atrás de la silla y planto un beso en su cuello.—Perdóname amor, es que debo solucionar algunos asuntos y no quería despertarte... te veías tan guapo. — Me dice colocando sus manos sobre las mías por encima de sus hombros.
Despedirme de ella por, aunque sea tan solo unos días ha sido lo más difícil que me ha tocado hacer en mucho tiempo. No quería irme de su lado y mucho menos ahora cuando está triste por la pérdida de su padre. No importa cuántas veces me haya dicho la otra noche al oído que todo estaría bien mientras hacíamos el amor; sé muy bien que ella me necesita a su lado.—Gianluca, bienvenido, me ha contado tu padre todo lo que ocurrió, siento haberte hecho venir a Miami, pero era necesario que alguno de ustedes estuviera aquí. — Me comenta Luciano regresándome a la realidad de esta sala de juntas dentro del hotel.—Lo sé Luciano, no te preocupes, esto es parte de quien soy... — Digo sin mucho ánimo.—La
Hoy definitivamente ha sido un día importantísimo. Horas de conversaciones, de propuestas, acuerdos y negociaciones que llevan a los nuevos proyectos de los hoteles para expandirnos a nuevos terrenos. No es fácil lidiar con todo esto, pero finalmente hemos llegado a lo mejor para todos y con eso dio por concluido mi misión aquí. Después de almorzar con Luciano y Roger, los tres vamos a nuestra reunión con el gerente del hotel para ultimar algunos detalles de la expansión del área de convenciones de aquí, y una vez finalizada esa reunión, nos reunimos con otro de los directivos de la empresa de construcción. Escucho a todos hablar y acordar fechas para comenzar la construcción, y yo solo puedo pensar en ella. Claro que quiero todo esto que representa el éxito de los negocios de mi familia, pero también quiero estar con ella. Ya una vez finalizados todos