Megan y Mina estaban terminando de hacerse los exámenes que hacían mensual con la cardióloga de la familia, entraron al consultorio y tomaron lugar en las sillas frente al escritorio de Marie Green.
― ¿Crees que haya pasado algo para que Macey no haya llegado? ―preguntó Megan algo inquieta al saber que estaba Byron con su hermana.
Mina soltó un largo suspiro, luego cruzó una pierna sobre la otra, comenzó a mover su zapatilla como tic.
―No lo sé, no contesta su celular. ―Mina torció sus labios.
― ¿Crees que haya ido a prohibirle que se acerque a John como años atrás? ―Mina movió sus hombros.
―No lo sé, y si es así, Macey le dará guerra. Esta vez si fuese directo, ella lo parará en seco, aunque veamos a nuestra hermana con una sonrisa y tranquila, ella realmente tiene su carácter, tiene esa…―Mina hi
Viernes, había llegado el viernes y estaba Macey nerviosa. Tenía emoción y no podía esperar para ponerse ese vestido color rojo que tanto le gustaba pero que nunca se ponía, siempre había dicho que lo usaría para una ocasión especial, luego se detuvo a pensar, ¿Es mi cita con John una verdadera…ocasión especial? Una sonrisa apareció en sus labios. Ya se dado un baño, luego se dio el tiempo para maquillarse y peinarse, había optado por un moño sencillo de lado para que se viera el escote de la espalda, ya que con el cabello suelto, empañaría la vista. Se estiró para alcanzar el vestido y desenfundarlo para empezar a vestirse, pero fue interrumpida por el toque de la puerta, antes de decir adelante, Megan apareció del otro lado de la puerta, asomó su rostro y sonrió al ver a su hermana por primera vez desde hace diez añ
Macey escuchó su nombre repetidas veces a lo lejos que poco a poco que fue recobrando su consciencia se hizo el ruido más fuerte, abrió lentamente sus ojos y por un momento sintió una fuerte desorientación, no recordó dónde estaba o por qué estaba John llamándole con cara de susto.Se dio cuenta que estaba recostada sobre el sofá, sintió un fuerte escalofrío recorrerle de pies a cabeza, John sintió alivio al ver que estaba reaccionando.― ¿Te sientes bien? El doctor ya viene en camino, ―anuncio preocupado. ― ¿Macey? ―ella no decía aun una palabra, le ayudó a sentarse en el mismo sofá, ella se pasó una mano por su cabeza al sentir una punzada.―Sí, sí, estoy bien…―susurró dudosa, ¿Qué había sido eso? Miró a John a su lado. ―Estoy bien, no es necesario el doctor, &
John paseó de un lado a otro por el mismo pasillo esperando a que Macey saliera de la habitación de huéspedes, tenía ese sabor de miedo en su boca, se pasó de nuevo su mano por su cabello que ya en ese momento se encontraba todo revuelto.La puerta se abrió y apareció Richard con su maletín en mano. John se acercó a toda prisa para escuchar el resultado de aquel desmayo.― ¿Qué es lo que le ha pasado? ¿Estrés? ¿No se está alimentando correctamente?―John quería respuestas inmediatas.Richard Green levantó su mano en señal de que se tranquilizara al ver que estaba alterado pero lo estaba intentando ocultar.―Ella tiene una carga de estrés por el próximo lanzamiento, he notado que podría ser que todo eso la tiene así. Su presión está estable, no hay otros síntomas que anun
El corazón de Macey se agitó por haber escuchado aquellas palabras salir de la boca de John, tenía sentimientos encontrados, siempre lo había amado, pero cuando había decidido finalmente ceder a sus verdaderos deseo ahora que se había vuelto a cruzar por su camino, algo se podría interponer: su salud.¿Y qué es lo que necesitaba hacer? Confirmar si estaba realmente bien. Así que por mientras, por hoy, por lo que quedaba de esta noche, se entregaría con toda su alma, con todo su ser, con toda su pasión que con él desbordaba. Y que no podía seguir ocultando.―Te amo, John Pierce. ―luego se inclinó para besarlo, devoró sus labios, John se incendió y le erección creció. La acomodó encima de él para que lo cabalgara, ella jadeó cuando comenzó a sentir el miembro erecto cerca de su entrada, su cabello c
Sábado por la mañana, Megan y Mina desayunaban en el gran comedor de la casa, ambas leían en sus IPad las últimas noticias del mundo, una de ellas dejó a un lado su tenedor y alzó ambas cejas con sorpresa. ―El club de las damas de sociedad harán una subasta en la 5ta avenida el lunes a mediodía, ―anunció Mina levantando su mirada hacia a su hermana. ―Tenemos que ir. ― ¿Desde cuándo vas a la subasta del club de las damas de sociedad? Tengo entendido que ellas odiaban a nuestra madre en aquellos tiempos al no querer ser parte de ese club. ―Nuestra madre era distinta, por eso la odiaban. ―Mina sonrió. ― ¿Distinta? ―preguntó Megan curiosa. ―No lo sabes. ―Nuestro padre dijo que era fuerte, directa, que no le gustaba andar con medias tintas, si tuvo conflicto con ellas, debió de ser por qué no le gustó lo que vio. ―Sea como sea, no te metas en problemas con ese club. ―anunció Megan regresando su mirada a la pantalla de noticia
Eleonor estaba impaciente esperando sentada en el sillón del lobby del edificio dónde John tenía un departamento. Miró de nuevo hacia el elevador privado esperando ver a su hijo, entonces las puertas del elevador se abrieron, apareció John buscándola con la mirada y Eleonor se levantó de su lugar haciéndole señas de que estaba ahí.―Madre, ―saludó John inclinándose a ella y dejando un beso en cada mejilla.―Hijo, ―Eleonor estaba emocionada, lo miró y no podía creer la decisión que había tomado su hijo. ― ¿Estás seguro de lo que quieres hacer? ―preguntó Eleonor, John la miró y sonrió.―Nunca he estado más seguro en toda mi vida. ―Eleonor se le cristalizaron sus ojos y levantó su mano para acariciar la mejilla de su único hijo. Al bajarla, suspiró.―Entonces, ―Eleonor baj
En el spa de uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, Mina estaba recostada sobre una camilla mientras una sábana la cubrió, una mujer hundió sus dedos en la parte de sus hombros haciendo que esta gimiera. Mina aceptó para sí misma que la falta de sexo la estaba volviendo algo tensa, no podía quitarse el estrés como acostumbraba, no se imaginó a otro hombre con ella si no era Jaren.― ¿Qué mierdas es lo que me estás haciendo? ―la mujer pelirroja dejó de masajear alertada por las palabras de su clienta más frecuente, Mina al no sentir las manos de Krisa, abrió los ojos y sonrió. ―Lo siento, lo siento, no era para ti. ―la mujer sonrió y siguió su masaje. Mina miró el elegante techo del lugar y no dejó de evitar tensarse más.― ¿Se encuentra bien? Su cuerpo se sigue tensando. ―susurró dudosa en s
Megan tenía la mirada perdida en el tarro de cerveza frente a ella. Jack la miró con curiosidad, ¿Será que ahora estaba arrepentida de lo que hizo hace una hora atrás? él dejó el tarro de cerveza después de darle un largo sorbo.—Si no estás tranquila...—comenzó a decir Jack mirando a Megan, ella se despabiló al escuchar su voz y puso una sonrisa en sus labios para tranquilizarlo.—Estoy tranquila, es solo que es la primera vez que intervengo en los asuntos de mi hermana.—Creo yo que está bien lo que hiciste, le has dado un ligero empujón a Jaren y a Mina, te importa la felicidad de tu hermana, y si dices que ella siente algo por él, podrán tener algo si hablan claro y directo. —Megan suspiró.—Creo yo también que hice bien...—el mesero llegó con la orden de