Por la mañana, Megan y Macey desayunaron solas, sin la presencia de su hermana, Mina. La chica del servicio acomodó la canasta de pan en el centro de la gran mesa, luego la taza de café a lado de Macey.
―Gracias, Ellen. ―la chica le sonrió amablemente, ―Por cierto, ¿No ha llegado Mina? ―la chica negó. Megan le agradeció y ella se retiró dándoles privacidad. Miró a Macey. ― ¿Crees que esté bien? ―Macey no supo que contestar, no había respondido aun los mensajes de hace media hora atrás.
―Debe de estar bien. ―Macey tomó un sorbo a su taza de café.
―Bueno, tengo que irme, tengo una reunión con Warren. ―Macey sonrió.
― ¿En fin de semana? ―ella sonrió, Megan le lanzó una mirada de irritación.
―Tengo un poco de resaca, no fastidies, “Micy” ―Macey borró su sonris
Macey leyó la noticia en línea desde su IPad acerca de la nueva posición de John Pierce en JP Cosmetic, a partir del próximo mes tomaría el mando con el lanzamiento de una nueva línea de cosméticos, leyó varios comentarios que no dejaban de elogiarlo y otros comentarios que eran descarados. Siguió revisando sigilosamente cada noticia que hablara de él, no había fotos de las mujeres con las que podría haber estado y eso por un momento la irritó, ¿Tan cuidadoso era con su vida privada? Sonó su celular y sin mirar la pantalla contestó.―Macey Crawford. ―dijo al contestar.―Buen día, Micy. ―Macey abrió sus ojos mucho más con total sorpresa, cerró de inmediato las ventanas de búsqueda de manera torpe.―John. ―contestó de manera seria. Luego agitó su cabeza al recordar por un momento com
― ¿Cómo nos saludaremos cada vez que nos veamos? ¿Beso en la mejilla? ¿En la frente? ¿En ambas mejillas? ¿En los labios con un piquito? ―John sonrió al decir este último.―Con un apretón de manos bastará por el momento. ―ella intentó estirar su mano pero su cercanía lo impidió, él bajó su mirada para ver la mano contra su abdomen, luego levantó para verla.―Por el momento bastará en la mejilla, Macey, no te pongas nerviosa. ―se inclinó para darle un beso pero ella giró su rostro pensando que lo haría en la mejilla contraria y sus labios rozaron fugaz, John se quedó quieto, mirando sus ojos, ella no supo que hacer, pero las mejillas en cualquier momento se incendiarían, eso le hizo recordar el beso en el baño de mujeres de anoche, ella pasó saliva con dificultad. John no pudo contenerse m&aa
La espalda desnuda de Mina estaba contra el azulejo negro de la ducha, Jaren tenía su miembro dentro de ella, sus manos sostenían el trasero mientras embestía en su interior, el agua caía sobre de ellos, gemidos, jadeos, se escucharon en el lugar. Ambos llegaron a sus clímax, y por un momento se quedaron así, ella rodeando su cintura con sus piernas, sus brazos alrededor de su cuello, sus frentes recargadas en uno y en el otro, poco a poco salió de su interior y la bajó con cuidado, ambos temblaban. No habían dormido, desde que habían entrado a la habitación, no pudieron quitarse las manos de encima, era nuevo para Mina, ya que nunca había dejado de dormir por el sexo. Jaren la miró detenidamente, sus manos retiraron el cabello mojado que estaba en su rostro, ella sonrió a ese gesto.―Tengo hambre ahora sí, señor Porter. ―él sonrió.
Megan soltó una carcajada al escuchar a Jack contarle un chiste, estaban los dos sentados en el bar de un restaurante del muelle, tenían una hora que habían llegado y ella había por primera vez…apagado su celular. –claro, primero avisó a sus hermanas con quien estaba y dónde- Ambos tenían ese babero de plástico con el logo de la langosta sonriendo.―Dios mío, ¿Recuerdas a la maestra de música? ―Jack sonrió y asintió antes de dar un gran sorbo a su tarro de cerveza bien fría. ―La maestra era muy estricta, recuerdo haberme quedado hasta las cuatro de la tarde castigada al ser descubierta cuando suplí a Mina, nunca descubrimos como nos había detectado.―Vaya, esa si es impresionante. ―Megan dio un sorbo a su tarro de cerveza que estaba a punto de terminar. ―Yo no tengo hermanos, ni familiares. ―Megan arrugó su ceño a la d
Macey estaba abrazada a si misma viendo el océano, John llegó a su lado y le entregó una copa de champagne.―Aquí tienes, mi querida amiga. ―John sonrió, Macey presionó sus labios y negó soltando enseguida un largo suspiro, aceptando la copa.―Parece ser que te divierte la situación. ―dijo Macey regresando la mirada al océano, el clima era agradable pero un poco frío a la vez.―No es que me divierta, pero se me hace un sueño verte aquí, a mi lado. Creo que en cualquier momento voy a despertar…―Macey posó sus labios en la orilla de la copa y antes de dar un breve sorbo, habló:―Solo es un almuerzo, Pierce. ―luego dio el sorbo.―Uno de tantos. ―Macey giró su mirada a John que estaba dando un sorbo a su copa.―Eso ya veremos.Después de un par de minutos, el chef a cargo del almuerzo, anunció que est
Jack y Jaren reían de uno de los intentos de chistes de parte de Megan, Mina solo negó y dio un largo sorbo al resto de cerveza, en medio de la mesa había dos langostas a mitad de terminar de comerse.―Bueno, creo que es hora de terminar, estoy cansada. ―Mina anunció, Megan hizo un gran puchero.― ¿Por qué tan rápido? ―preguntó decepcionada, hace mucho no se la pasaba tan bien, solo había faltado Macey para completar esa tarde-noche de langosta, cerveza y chistes.―Por qué estoy cansada. ―Mina miró a Jaren. ― ¿Te vas o te quedas? ―eso le molestó a Jaren y lo disimuló, Megan y Jack se miraron disimuladamente por como Mina le había hablado.― ¿Estás molesta? ―preguntó Megan cuando su hermana se puso de pie para tomar su bolso.―No, estoy cansada. ―remarcó irritada, Jaren la miró desde su lugar.
― ¿Y si cambiamos el lugar del lanzamiento? ―Byron preguntó a su esposa que estaba del otro lado de la mesa de la sala de juntas, John miraba un punto fijo en los documentos que tenía entre sus manos, estaba hundido en sus propios pensamientos, no había hablado, ni mensajeado con Macey desde ese día en el muelle.―Tenemos que hacer este lanzamiento por todo lo alto… ―Eleonor anunció, luego miró a su esposo. ―Y no quiero límites.―No voy a escatimar en gastos, lo sabes. ―dijo Byron, luego miró a su hijo en espera a que dijera algo, pero estaba callado. ― ¿John? ―lo llamó su padre, este levantó la mirada y asintió a toda prisa.―Sí, no hay que escatimar en gastos. ―se aclaró la garganta y luego cerró la carpeta, miró a su madre. ―No dudo que sea una de los mejores lanzamientos que has organizado, madre. ―Eleonor sonrió.
Macey miró detenidamente el final del reporte del mes, las ventas se habían triplicado durante el primer bimestre desde que tomaron el mando de la empresa; comenzó con sus dedos a mover su pluma concentrada en los números. La reunión terminó, pero las tres hermanas se quedaron para debatir unos puntos.Mina era quien empezó a destacar los puntos a trabajar, después de hacerlo, se sentó en su silla, Megan tenía unas grandiosas ideas de publicidad para el siguiente lanzamiento de maquillaje, Macey asintió a cada decisión, sus hermanas estaban tomando muy buenas decisiones.―En dos semanas es el lanzamiento de nuestro nuevo producto, ya está el lugar, así como las modelos, la música…―El pago de cada empleado de la casa, la comida, cristalería, mantelería, el templete y los meseros…―anunció Macey.―Ya la pu