Alberto
He podido llegar a entender que las personas que no saben todo lo que Mariela y yo pasamos me considerarán como si estoy loco.
Esas personas se olvidan de que no es fácil olvidar un gran amor, más si ese gran amor fue quien te arregló la vida.
Le fui infiel con su mejor amiga no porque no la ame, sino porque sentía algo extraño en ella. Su amiga me envenena la mente con el fin de que me acueste con ella.
Fueran muchas las veces que tuvimos sexo, pero nunca tuve esa conexión que siento cuando estoy con Mariela. Quizás mi error fue no acabar con todo eso a tiempo y ser sincero con Mariela.
Tenía que decirle toda la verdad antes de que ella se diera cuenta, y cuando lo hice era demasiado tarde.
Son muchas las cosas que recuerdo, incluso mandar a que secuestren ese chico. Aunque el plan era advertirle que se aleje de ella. No pensé que iba a durar varios días sin querer aceptarlo.
De todos modos las cosas se salieron de
MarielaEstando feliz y tranquila en casa, sin nada que hacer por así decirlo. Terminé con los exámenes finales, todas las planificaciones al día y así por el estilo.Me siento conforme con la decisión que Ivar y yo tomamos. Ya era tiempo de hacernos novios, no teníamos porqué esperar tanto por algo que ambos deseábamos.Por un momento me olvido de todo, pero escucho que el timbre de la puerta suena varias veces y me paro para ir a ver a quién debo el honor.Al abrir la puerta veo a los padres de Ivar, y al parecer algo muy importante los trajo por aquí.— Buenas tardes señora María y señor Carlos.María: buenas tardes.Carlos: igualmente.— ¿Qué los trae por aquí? No sabía que ustedes sabían donde vivo.María: he estado investigando sobre ti, desde el día que fuiste a nuestra casa. Y logramos obtener mucha información relevante.Carlos: sabemos que fuiste maestra de Ivar en la secundaria y que no hace much
MarielaEstoy en el supermercado haciendo compras para llenar la despensa, ya que Ivar puede ir un día de estos con sus amigos y no sé si tenga que prepararle algo especial. Como hacer algún guiso o un sancocho, en realidad será lo que se les antoje.Hice la compra de muchos vegetales, para así no tener que volver a venir en muchos días al supermercado.Cuando creí que todo marchaba bien recibí una llamada. De un número desconocido.— Hola ¿Qué desea?Duró varios segundos para hablar y por un momento pensé que se había equivocado de persona.Desconocido: quiero que no permitas que Ivar se te acerca, ya que él no quiere cumplir con lo que se le pidió tú tendrás que hacerlo. De lo contrario algo malo le va a suceder a uno de ustedes.Antes de poder decir otra palabra me colgó la llamada. Estaba muy bien, pero no puedo evitar sentirme preocupada. Me pasa por la mente quién puede ser la persona que hizo eso. Sus padres ayer me d
IvarCuando Mariela me contó sobre la advertencia que recibió me hizo sentir impotente en ese momento, pero tuve que disimular y hacerla sentir mejor.Que me amenace a mí no importa, sin embargo, cuando rompió las reglas de juego fue en el momento que decidió amenazar a Mariela. No tenía que hacerlo, cometió un error.Me siento amenazado y considero que él cree que le tengo miedo porque no hice nada al respecto cuando descubrí que él me mandó a secuestrar.Le hice una llamada a Francisco y a Víctor, no llamé a Frederick porque cuando le hablamos de darle un susto a Alberto él se negó y dijo que no es una buena idea.Ya los chicos deben estar por llegar y los estoy esperando con ansias, porque tenemos que planear todo a la perfección. No queremos problemas con la ley.Unos minutos después llegan los dos, Carmen los hace pasar y los invito para que entren a mi habitación, desde que entran cierro las ventanas y le pongo el seguro a l
AlbertoCreo que por alguna razón este era mi destino o quizás estoy pagando por haber mandado a secuestrar ese chico.Me sentí muy asustado cuando de repente salieron y me llevaron hasta el baúl de un vehículo, taparon mi boca con una cinta para que no hiciera ruido.Una de las personas que estaba delante de mí, me pareció conocida pero no pude distinguir bien.Amarrado en una silla con los ojos vendados sin poder moverme, así es como me encuentro en estos momentos.No tengo idea de qué es lo que quieren, tal vez no sea dinero porque me ofrecí y aún así le trajeron hasta aquí.De momento me pongo a pensar en si Ivar mandó a hacerme esto por venganza. Nadie sabe si él tiene que ver con esto.Al parecer solo son tres, eso fue lo que pude notar antes de que me agarraron por la espalda.IvarEstábamos conversando para saber que haremos con él y Francisco está desesperado por golpear
IvarSon las ocho de la mañana, Víctor y yo vamos rumbo a donde tenemos secuestrado a Alberto porque Francisco amaneció vigilando.Llegamos y de inmediato Francisco nos dice que debe irse.— ¿Víctor puedes quedarte solo hasta las doce por lo menos?Víctor: esta bien, yo lo atiendo.Francisco: ¿Quién me llevará?— Yo te llevaré. Víctor no lo torture.Víctor: no se preocupen y vayan bien.Nos marchamos del lugar y durante el trayecto converso con Francisco.Francisco: ¿Crees que fue buena idea dejarlos a solas?— Para mí sí, además solo será hasta las doce ¿Qué te preocupa?Francisco: que Víctor lo deje en libertad, sabes que es amigo de su padre.— Él está metido de lleno en esto, no lo veo capaz de hacer una estupidez como esa.Francisco: esperemos que no.Dejo a Francisco cerca de su casa y me marcho para la mía, tengo que buscar mis útiles porque me toca una materia en
MarielaApenas salgo de la escuela voy en busca de un abogado para que me ayude con lo del divorcio. Creo que ya es hora de que lo haga, así Alberto sabrá que fue en serio.Cuando llego donde el abogado me hace algunas preguntas, pero antes de eso me dice que se llama Juan.Juan: ¿Tuvieron hijos?— No, gracias a Dios.Juan: ¿Cómo quiere repartir los bienes? Tienen una casa, un apartamento y dos coches.— Él quedará con un coche y el apartamento que yo me quedo lo demás.Juan: me parece bien, será dentro de poco. Solo debe firmar aquí.Hago lo que me pide de una vez, solo quiero separarme de ese idiota.Juan: ha sido un placer trabajar para usted, la llamaré cuando todo esté listo.— Muchas gracias.Me marcho del lugar y me dirijo a mi casa. Tengo que descansar porque hoy ha sido un día muy largo.Desde que llego tiro el bulto hacia un lado y me acuesto en el sofá. Se me ocurre llamar
MarielaEstando tranquila en casa, sin hallar qué hacer. Prendo la tele y me quedo impactada al escuchar lo siguiente.Nos acaban de informar las autoridades que el ingeniero Alberto Contreras está desaparecido. Según un vecino la última vez que lo vio fue el miércoles a las seis de la mañana cuando se dirigía a hacer ejercicios, que después de eso jamás lo ha visto. También compañeros de su trabajo confirman que desde el miércoles comenzó a faltar.Le mostraremos una foto y si dan con su paradero no olviden contactar a la policía o al novecientos once.Justamente cuando creí que las cosas no podían empeorar resulta que Alberto está desaparecido. La llamada que me hizo su compañero fue respecto a eso y yo pensando que andaba por algún hotel.Dios quiera y que no le pase nada malo y que todo se resuelva muy pronto.Muchos de nuestros amigos que aún no sabían que estábamos separados comenzaron a hacerme llamadas y prácticamente me i
MarielaDespués de todo lo que ha pasado con la situación de Alberto. Enciendo el televisor para ver si ya apareció, no estamos juntos; pero por eso no tengo que desearle el mal.En las noticias aún no dicen nada concreto sobre su desaparición. Hay especulaciones de que posiblemente fue secuestrado, y no las descarto.Tocan mi puerta y son dos policías.— Hola ¿En qué puedo ayudarles?Camilo: él es detective Sandro y yo soy el detective Camilo. Somos los encargados del caso del ingeniero Alberto y tenemos entendido que usted es su esposo.— Ex esposa, disculpe la interrupción.Sandro: ¿Podemos pasar?— Tomen asiento.Camilo: no queremos abundar mucho, queremos ser muy concisos.Sandro: ¿Cuándo fue la última vez que usted vio a Alberto?— No recuerdo bien, pero antes de que desaparezca tenía muchos días sin verlo.Camilo: ¿Conoce usted a alguien que le pueda hacer daño a Alberto?— No sabrí